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Coalición, golpe duro para Peña Nieto: Stratfor
La consulta ciudadana votó ayer para definir si quieren que el PRD y PAN van en alianza. Stratfor afirma que esto representaría un golpe político para el tricolor.
Tras el debilitamiento del Partido Acción Nacional debido a las muertes surgidas de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, el resultado de la consulta ciudadana en el Estado de México para aprobar su alianza con el Partido de la Revolución Democrática será fundamental para las elecciones rumbo al 2012, afirma la firma de inteligencia global Stratfor.
A través de un análisis elaborado por este centro de investigaciones en geopolítica, se expone que el resultado de la consulta ciudadana servirá como prueba decisiva para la elección presidencial del 2012 para los partidos políticos del PRD y PAN, ante la popularidad obtenida durante este sexenio por parte del PRI.
La única esperanza para el blanquiazul y el partido del sol azteca respecto de minimizar la firme opinión pública en favor del PRI, es poner en común a los votantes de ambos partidos; sin embargo, Stratfor afirma que quedan por delante una serie de graves desafíos para ellos, pese al resultado de las votaciones.
El Estado de México es el corazón demográfico e industrial del país ya que cuenta con un padrón electoral de 15 millones de personas; la alianza sería un golpe político importante para la esperanza presidencial del tricolor y para el actual gobernador, Enrique Peña Nieto, quien espera aprovechar su influencia política para aplicar la política del dedazo a su sucesor , expone Stratfor.
Sin embargo, Peña Nieto ha lanzado ya un gran obstáculo para cualquier probable alianza al acuñar una ley electoral que exige a las partes formar una coalición unificada con una plataforma que empate. Es decir, en la alianza entre el PRD-PAN tendrían que ponerse de acuerdo no sólo respecto del nombre sino en la forma de llevar a cabo las políticas. Ello implica un gran problema cuando se trata de dos partidos con ideales radicalmente opuestos: izquierda (PRD) y derecha (PAN).
Ambas bases políticas son muy distintas y el debate sobre una coalición ha generado una enorme tensión en el partido del sol azteca, las cuales han acarreado importantes divisiones a raíz de la elección presidencial del 2006.
El excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, con el potencial suficiente para controlar el apoyo del Partido del Trabajo y el de Convergencia, amenazó con romper con el PRD.
Lo único que, a decir de Stratfor, tienen en común los partidos que buscan la alianza es su deseo de impedir el regreso al poder del PRI, lo que les genera grandes retos hacia el 2012.
alangner@eleconomista.com.mx
