Lectura 2:00 min
Elba Esther, liderazgo moral y después, la cárcel
A punto de cumplir 20 años al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales rechazaba cualquier posibilidad de deponer su poder dentro del gremio magisterial.
A punto de cumplir 20 años al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales rechazaba cualquier posibilidad de deponer su poder dentro del gremio magisterial. Yo me tengo que ir, los años pesan , dijo a la periodista Adela Micha, en la última entrevista que concedió, hace apenas dos semanas, pero me iré cuando los maestros me lo pidan .
Un mes y medio antes de que iniciara el sexenio, el SNTE celebró un Congreso Nacional Extraordinario que blindó a la actual dirigencia formal y posicionó a la maestra chiapaneca en un cargo honorífico: presidenta del Consejo General para la Defensa de la Educación Pública.
Y desde entonces, Gordillo Morales insistió en que ejercería el liderazgo moral, hasta donde me den las fuerzas, hasta donde pueda . Ni los problemas de salud una lesión en una pierna, producto de un resbalón, y su visión disminuida ni los embates de sus adversarios políticos menguaban su propósito, de encabezar la resistencia civil contra la reforma educativa emprendida por el gobierno federal y los partidos integrantes del Pacto por México.
Nunca voy a olvidar cuando vi al maestro (Carlos) Jonguitud subiendo por las escaleras de Los Pinos derrotado, humillado y yo ahí, lista para sustituirlo. Me prometí que nunca más nadie haría eso en mi gremio, nunca más. Y será nunca más , dijo Gordillo Morales a Adela Micha.
Dispuesta a hacer cualquier cosa, con tal de defender al SNTE, Gordillo Morales emprendió una feroz batalla contra el secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, y el presidente de la ONG Mexicanos Primero, Claudio X. González, a quienes identificó como los promotores de las intentonas oficialistas para debilitar a la organización sindical, que agrupa a 1.8 millones de trabajadores docentes y administrativos de las escuelas públicas.
Hace apenas tres semanas, la lideresa moral del SNTE festejó su cumpleaños número 70 con la cúpula del sindicato, pocos aliados políticos y su familia. Se alistaba para increpar la reforma educativa y en las reuniones con su equipo de estrategia hablaba de una batalla larga, desgastante.
Nunca vio venir la acción legal que ahora la tiene tras las rejas.