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Política

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Estrategia contra? violencia, exigua

La propuesta de lograr un México en paz parece lejana y sus resultados han sido modestos, lo que resulta en un control parcial de la situación.

La estrategia federal para lograr un México en Paz ha sido inadecuada para abordar la crisis de seguridad que vive el país, reveló un informe comisionado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por su sigla en inglés).

A través del reporte titulado México en Paz: Un objetivo incompleto , los investigadores Alejandro Hope y Ángela Guerrero, expusieron que hace más de un año el gobierno de Enrique Peña Nieto estableció una serie de objetivos estratégicos en materia de seguridad: reducir la inseguridad y violencia; combatir los delitos que más afectan a la sociedad como el homicidio, secuestro y extorsión así como el restablecimiento de la paz. Sin embargo, los cambios y los resultados han sido modestos, lo que resulta en un control parcial de la grave situación.

La administración del presidente priísta, Enrique Peña Nieto, sugirió que el problema de la violencia en el país se debía a múltiples factores, como las disputas entre los grupos del crimen organizado y la situación de los jóvenes como perpetuadores o víctimas de las agresiones.

También atribuyó esta situación a que la estrategia del ex presidente Felipe Calderón de una lucha frontal en contra del narcotráfico dejó vacíos de poder que desencadenaron más violencia.

En torno a la meta de reducir las cifras de delitos que más afectan a la sociedad, el informe revela que los secuestros han ido en aumento de 1,123 reportados en el 2012 a 1,415 en el 2013. En cuanto a los robos, se muestra una leve disminución de 6% en el mismo periodo mencionado. Con relación a la tasa de homicidios en las municipalidades escogidas para el programa, se muestra un descenso del orden de 5%; sin embargo esta tendencia a comenzó a partir del 2011 y Tijuana y Querétaro mostraron una tasa a la alza.

Estos resultados sugieren que las medidas aplicadas en las jurisdicciones no están teniendo el impacto esperado en los delitos más graves o son insuficientes.

Respecto a las medidas para vincular mejor a los tres niveles de gobierno para reducir la violencia, la investigación de WOLA refiere que pese a los cambios y a que las relaciones entre gobiernos locales y federales son menos tensas, aún no existe un plan a mediano o largo plazo que institucionalice la responsabilidad de la coordinación de las fuerzas policiales.

Esto es motivo de preocupación para los autores, ya que uno de los principales problemas de la administración anterior fue la falta de coordinación entre los ministerios federales y los tres niveles de gobierno. El grado actual de vinculación entre las autoridades es insuficiente para abordaje de la violencia en México.

Aunque algunos indicadores sobre inseguridad y violencia han disminuido, ello no significa que haya sido eliminada. Un indicio de ello es el estado de Michoacán, que recientemente ha estado al borde del colapso. Los cambios que México necesita deben manejarse con la máxima responsabilidad y transparencia por todas las autoridades responsables, concluye el reporte.

ana.langner@eleconomista.mx

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