Docentes estrenan reforma educativa

El magisterio del país llega este 15 de mayo, Día del Maestro, con nuevas reformas en materia educativa en puerta y una negociación salarial, como cada año.

La oposición acusa a Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador de rendirse ante las exigencias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

En tanto, las reformas a los artículos 3, 31 y 73 de la Carta Magna han sido turnadas a los Congresos locales para su entrada en vigor.

Hasta este domingo, eran seis los congresos que han aprobado la reforma: Morelos, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Colima y Zacatecas. Se necesitan al menos 17 congresos.

Se espera que este lunes los congresos de Guerrero, Tlaxcala e Hidalgo voten el dictamen y  el martes Puebla, CDMX y Veracruz.

Aval en Oaxaca

Oaxaca, cuna de la CNTE, fue uno de los estados que este domingo aprobó la reforma educativa con los votos a favor de Morena, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido del Trabajo en una sesión, convocada de último momento por la noche del sábado, en la cual las representaciones locales de partidos de oposición, como el PAN se ausentaron.

Los cambios

Según la reforma constitucional que se turnó a los estados para su aval, se prevé detener las evaluaciones punitivas de los maestros; se decreta la extinción del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y se “garantiza” la educación inicial y superior a los mexicanos, además de que se abroga la Ley General del Servicio Profesional Docente.

En el artículo segundo transitorio de la reforma aprobada se estipula que en cuanto entre en vigor el decreto, quedará suspendida cualquier evaluación de los maestros.

Cabe recordar que las próximas evaluaciones magisteriales estaban programadas por el INEE para realizarse entre el 18 de mayo y el 2 de junio, para el ingreso de maestros de nivel básico.

En el artículo quinto se precisa que el Congreso de la Unión tendrá hasta 120 días —tras la entrada en vigor del decreto— para expedir una ley general por la que se crearía un Sistema de Carrera para las maestras y los maestros, así como para un Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación.

Este sistema, se precisa en la reforma a la fracción IX del Artículo tercero constitucional, “será coordinado por un organismo público centralizado, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión, con personalidad jurídica y patrimonio propio, no sectorizado.

Se prevé que sea ese organismo el que reemplace al INEE, cuyo patrimonio actual, así como los recursos financieros y humanos pasarán a formar parte del nuevo órgano.

Se da también como plazo hasta el 2020 para que el Congreso de la Unión expida las leyes generales en materia de Educación Superior y de la Ciencia, Tecnología e Innovación.

Y un plazo de 120 días para que el Congreso expida las leyes secundarias de la reforma, entre las que se encuentran la del mismo Sistema de Mejora Continua de la Educación.

Por su parte, el Ejecutivo Federal tendrá 180 días para generar una estrategia de atención a la primera infancia, además de una estrategia para fortalecer a las escuelas normales del país.

En materia de educación superior, se prevé que el gobierno federal cree un fondo que garantice el financiamiento de las universidades estatales de manera plurianual para infraestructura.

En materia de promoción, admisión y reconocimiento de los educadores, se mantiene una contradicción ya que si bien en la redacción del Artículo tercero se precisa que para dichas acciones se realizarán “procesos de selección” en donde los aspirantes acudirán en igualdad de condiciones, también se indica que los procesos en ningún momento podrán afectar la permanencia de los maestros y maestras en funciones.

La batalla de las plazas

Fue desde principios de marzo que se anunció en la Cámara Baja que las comisiones unidas de Educación y Puntos Constitucionales aprobarían las reformas a los artículos constitucionales en materia educativa.

Desde el inicio de la discusión, la oposición encabezada por el PAN afirmó que se preveía en la reforma dar la posibilidad al sindicato de maestros de tomar el control en la asignación de un porcentaje de las plazas de maestros en el país.

Esta versión fue refutada por Morena, así como por los integrantes de la CNTE, quienes sostuvieron que no había un acuerdo.

Fue la semana pasada cuando finalmente ambas cámaras del Congreso aprobaron la reforma educativa, tras el memorando que emitió el presidente López Obrador para que, independientemente de su aprobación de la reforma, los secretarios de Estado no aplicaran los mandatos generados por la reforma del mandato de Enrique Peña Nieto (PRI).

Durante su discusión, el PAN acusó que la reforma deja el espacio para que el sindicato docente decida la asignación de plazas de maestro en el país.

Los dirigentes de la CNTE han afirmado que están en desacuerdo con la reforma educativa aprobada y que se discute en los congresos locales.

Sin embargo, tras la aprobación de la reforma en la Cámara Baja, en abril pasado, han cesado sus manifestaciones sin dar cuenta de los acuerdos generados para dejar de manifestarse y que se tomaron en las reuniones que sostuvieron con diputados y el secretario de Educación, Esteban Moctezuma.

El año pasado fue de 6.1%

Y ya negocian el aumento salarial 2019

En el marco de la reforma educativa aprobada por el Congreso de la Unión y que se turnó a los estados del país para su análisis y posterior votación, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tiene expectativas altas sobre el aumento salarial para los educadores y personal agremiado.

Como cada año, se espera que sea el 15 de mayo próximo, Día del Maestro, cuando se anuncie el aumento salarial del magisterio.

Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE, indicó mediante una nota de prensa que las negociaciones salariales, que iniciaron desde inicios de este 2019, “van por buen camino”.

“Les digo a todos que estamos en plena negociación salarial y que, afortunadamente hay la disposición del señor presidente de la República de tener una respuesta salarial digna para las trabajadoras y los trabajadores de la educación de México. El día 15 de mayo ustedes recibirán buenas noticias”, confió Cepeda Salas, en el marco de la inauguración de la exposición del SNTE en la Feria Internacional del Libro de Coahuila el fin de semana.

Algunos líderes del SNTE en los estados se pronunciaron desde principios de año sobre el aumento salarial del 2019, el cual espera el gremio que sea de al menos 5% con respecto al año anterior.

En este sentido, Cepeda Salas afirmó que el mandatario Andrés Manuel López Obrador cumplió con su palabra de dar marcha atrás a la reforma educativa aprobada con el expresidente Enrique Peña Nieto en el 2013, en tanto que dijo que el magisterio trabajará mediante foros en los estados en propuestas para las leyes secundarias que se necesitan aprobar derivado de las reformas constitucionales en materia educativa realizada a los artículos 3, 31 y 73 de la Carta Magna.

Con Peña Nieto

Durante el mandato del priista Enrique Peña Nieto, entre el 2013 y el 2018, el magisterio nacional negoció un aumento acumulado de 35.37 por ciento.

El mayor aumento salarial durante el periodo de Peña se registró en el primer año, en el 2013, cuando el SNTE acordó con la Secretaría de Educación Pública 6.3%, del cual 3.9% fue un aumento directo al sueldo base y 2.4% en prestaciones, además del Apoyo para la Superación Académica, que fue desde 1,464 pesos para el personal que laboró 19.5 horas semanales hasta 3,435 para quienes laboraron más de 40 horas semanales.

Con el incremento en ese entonces, por ejemplo, un técnico docente titular nivel C obtuvo un salario mensual de entre 17,860 y 21,476 pesos. Fue en febrero de ese mismo 2013 cuando fue arrestada por la Procuraduría General de la República la entonces lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, y cuando se aprobó la hasta hoy vigente reforma educativa

El menor aumento salarial y de prestaciones de los maestros y personal adscrito al SNTE con Peña se registró en el 2016, cuando se acordó un aumento de 3.15% directo al salario y 1.9% a las prestaciones genéricas.

En ese año, el Apoyo para la Superación Académica fue de 2,453 pesos para personal que laboró 19.5 horas o menos, y de 5,760 pesos para quienes trabajaron más de 40 horas semanales.