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Irresponsable, el cierre del Bordo: Quadri

Con un proyecto de ingeniería eficiente para reestructurar el relleno sanitario Bordo Poniente, éste podría continuar sirviendo a la ciudadanía durante décadas y se ahorraría mucho dinero en transporte que actualmente se ocupa para la disposición final de la basura del DF, explicó Gabriel Quadri.

Con un proyecto de ingeniería eficiente para reestructurar el relleno sanitario Bordo Poniente, éste podría continuar sirviendo a la ciudadanía durante décadas y se ahorraría mucho dinero en transporte que actualmente se ocupa para la disposición final de la basura del DF, explicó Gabriel Quadri, socio fundador de la consultora medioambiental Sigea.

Explicó que ante el relajamiento de los procedimientos de operación del tiradero en cobertura, manejo de lixiviados y captación de metano, actualmente, este tiradero no está en condiciones de operar; sin embargo, la inversión para ponerlo al día es mucho menor que lo que se gastará en transporte y disposición final de la basura.

El Bordo Poniente tiene una extensión de 400 hectáreas y apenas tiene 12 metros de espesor de basura en su mayor parte. Con la ingeniería adecuada es capaz de recibir varios pisos de 12 metros, aunado a una política, local y nacional de reducción de residuos, reciclaje y recuperación de materiales secundarios, de tal manera que se reduzca el flujo o corrientes de residuos que tienen por disposición final este tiradero .

Para que estuviera en óptimas condiciones, el especialista especificó la necesidad de rectificar los taludes, es decir, corregir la inclinación y parámetro de los muros, levantar barreras de contención en lugares estratégicos, construir un sistema de captación y tratamiento de lixiviados (jugo de basura), así como la edificación de un mecanismo para captar y aprovechar el biogás que se produce en el proceso de descomposición de los desechos.

De acuerdo con estimaciones del especialista, al Gobierno del Distrito Federal le cuesta unos 3 millones de pesos diarios la disposición de la basura, lo que equivale a más de 1,000 millones de pesos al año. Según Quadri, poner a punto al Bordo costaría no más de 10,000 millones de pesos.

Por otro lado, explicó que en materia de reducción de residuos de nada sirve que la población separe su basura sin la existencia de un sistema formal de selección y recuperación de materiales de reciclaje. Expuso que actualmente la tasa de reciclaje en el DF oscila entre 10 y 20 por ciento.

Una política fiscal de reciclaje implica, por lo menos, dos instrumentos: regulación por parte del gobierno federal y el compromiso por parte de las empresas de bienes de consumo .

El experto recordó que aproximadamente una tercera parte de los residuos sólidos no orgánicos pueden reutilizarse pero no se reciclan porque los costos de acopio y reciclaje son muy altos en comparación con los precios de mercado de estos materiales.

Esto implica que haya sistemas de depósito-reembolso, que las empresas manufactureras se comprometan, que exista un pequeño sobreprecio a ciertos productos para que cubran el costo de los pepenadores o los encargados de manejar la basura. De igual manera se requieren incentivos fiscales para que la industria se vea motivada a reutilizar materiales para sus productos.

Quadri calificó de irresponsable el cierre del Bordo y, más aún, sin que el Distrito Federal tuviera un plan de gestión de la basura, pero reabrirlo sería premiar esta falta de responsabilidad , por lo que llamó a los funcionarios responsables a rendir cuentas a la ciudadanía y pedir la reapertura de este complejo a través de una estrategia justificada y bien planeada.

politica@eleconomista.com.mx

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