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La relación México-EU es como el tamarindo: puede ser muy ácido por encima, pero, en el fondo agradable, describe Armando Guzmán
El periodista dedicado a escudriñar la relación ente ambos países, recuerda que la comparación no es suya, sino del exembajador Jesús Silva-Herzog Flores, pero subraya que sigue siendo útil para entender cómo es el trato entre los gobiernos de uno y otro lados de la frontera.
Para entender cómo es la relación entre México y Estados Unidos, el periodista mexicano, radicado en Washington, Armando Guzmán, aconseja recordar la forma en la que la describía el entonces embajador mexicano en el vecino país del norte, Jesús Silva-Herzog Flores: decía que era como un tamarindo, el cual, en ocasiones podía ser muy ácido o muy dulce y, si bien, no es que ambas naciones se quieran mucho, es tan dinámica y abundante que ese tamarindo puede tener cierto sabor encima, pero, capas abajo, es disfrutable.
Durante una charla ocurrida horas después de la elección presidencial en México y horas después del que el presidente Joe Biden ordenó suspender la tramitación de asilo en la frontera con México en caso de que el número de ingresos ilegales alcance un umbral que se considere excesivo, el experimentado periodista, comparte ciertas claves para ayudar a comprender el episodio actual de la relación entre ambos países.
Retraso de endurecimiento de política migratoria, guiño a AMLO y Sheinbaum
En su opinión, el gobierno del presidente Biden decidió postergar esa decisión hasta que pasaran las elecciones presidenciales en México “como un regalo “al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. “No quería afectar tampoco la candidatura de la doctora Claudia Sheinbaum”.
Eso, apunta, es una muestra del grado de comunicación que hay entre ambas administraciones.
Recuerda que, México continúa ayudando a Estados Unidos a detener las oleadas de migrantes que tantos problemas le ha causado al gobierno del presidente Biden.
Recuerda que, un momento, el actual inquilino de la Casa Blanca quiso mandar un mensaje a la izquierda demócrata en ese país de que Estados Unidos Está abierto a la inmigración; sin embargo, no calculó que eso sería utilizado por los republicanos, particularmente por el expresidente Donald Trump para acusarlo que esa decisión estaba causando una crisis migratoria en esa nación.
Lo delicado para Biden fue que los mismos demócratas empezaron a cuestionar la medida, sobre todo cuando algunas ciudades comenzaron a disponer de presupuesto para albergar a migrantes que habían sido aceptados ya por Estados Unidos.
Eso generó presiones presupuestales en ciudades como Nueva York o Chicago, sobre todo cuando los gobiernos de ciudades en donde no estaban de acuerdo enviaron a esos lugares a los migrantes que habían llegado a sus comunidades.
Plantea como otra muestra del sabor ácido de esta relación, la narrativa que en ocasiones usa el presidente López Obrador en sus conferencias matutinas al referirse a Estados Unidos, pero subraya, que, en muchas ocasiones, está hablando para que lo escuchen en México, no en Washington.
Ken, Salazar, un diplomático dedicado a planchar arrugas
Por otra parte, el corresponsal de medios mexicanos y articulista de El Economista destaca que al inicio de esta semana el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar estuvo en Washington, seguramente para explicar lo que está pasando en México y cómo ve el futuro de la relación.
Guzmán subraya que hay un marcado interés de Washington por seguir ampliando los lazos de trabajo con México. Por ello comparte su curiosidad por saber qué es lo que tiene que decir en estos momentos el embajador Salazar y si en realidad él ve una oportunidad para mejorarla o si mira riesgos de echarse a perder.
Recuerda que Salazar ha logrado muchas cosas que no han podido lograr otros de sus antecesores, debido a que ha construido una cercana relación con el presidente López Obrador. Dice que el diplomático usa mucho de su tiempo planchando arrugas entre ambos países de todo tipo y de todos tamaños.
Dado que estamos ante un gobierno, el del presidente López Obrador, que termina, y otro, el de la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, por iniciar, lo obligado es mirar al equipo que viene.
Juan Ramón de la fuente adelantó cabildeo entre demócratas y republicanos
En ese sentido, llama la atención en que el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la fuente, quien se encargará de coordinar los trabajos del equipo de transición, ha realizado en Estados Unidos una comunicación muy intensa con los estadounidenses, tanto con el gobierno de presidente Biden, como con el equipo del expresidente y aspirante Trump, seguramente con la intención de adelantarse a cualquier tipo de crisis, por ejemplo, alguna que pudiera derivar de un triunfo de Trump.
Recuerda que además del tema migratorio tema importante para Trump, relacionado con México es el fentanilo. En eso “no ha quitado el dedo del renglón”. Para el exmandatario la introducción ilegal de esa droga a territorio estadounidense es un ataque de un país que causa la muerte a ciudadanos de Estados Unidos.
Además, gente cercana a lo que fuera el equipo del expresidente Trump señalan la existencia del Proyecto 2025, un compendio de lo que pudiera ser la agenda de Trump de regreso a la Casa Blanca que contempla acciones drásticas para contener la migración ilegal hacia ese país.
El periodista destaca que, en Estados Unidos, ven a Juan Ramón de la Fuente como el posible secretario de Relaciones Exteriores en el arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Asimismo, Guzmán expone que, tal como ocurrió hace seis años, con el triunfo de López Obrador, en estos momentos para muchos grupos en Estados Unidos Claudia Sheinbaum es un misterio.
Menciona que han comenzado a realizarse trabajos periodísticos sobre la virtual presidente electa, en los que lo que destacan en su trayectoria académica y perfil científico.
En el caso del Congreso estadounidense, es demasiado pronto para que empiece a reaccionar, con todo y que es particularmente metiche en ciertas cuestiones, como en política exterior.
Para el periodista, la relación entre ambas naciones es tan fructífera que nos convendría vernos con mejores ojos unos a otros. Esta relación tiene muchos irritantes superficiales (como el tamarindo), pero capas adentro hay una relación muy dinámica, que nos favorece a los dos países.