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Política

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Las alertas que sí llegaron, diferencia con Manuel

Las cuantificación de daños en Baja California Sur por el golpe del huracán Odile supera los 12,000 millones de pesos, pero la principal diferencia con otros huracanes es que, hasta el momento, no hay pérdidas humanas.

Las cuantificación de daños en Baja California Sur por el golpe del huracán Odile supera los 12,000 millones de pesos, pero la principal diferencia con otros huracanes es que, hasta el momento, no hay pérdidas humanas.

A diferencia de los ciclones Ingrid y Manuel, que pegaron en septiembre del 2013 y que provocaron que alrededor de 40,000 turistas quedaran varados en Acapulco, Guerrero; en dos días de puente aéreo en Baja California Sur, el Ejército, la Marina y la Policía Federal han transportado solamente a 5,000 turistas nacionales y extranjeros, reportó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Aunque los impactos de Odile fueron visibles: autos volcados; ventanas, semáforos, postes de luz, árboles y anuncios espectaculares derribados por los fuertes vientos, de acuerdo con el titular de la Secretaría de Gobernación, el mayor problema en Baja California al momento es la falta de energía eléctrica, que impide el abastecimiento de agua potable y víveres.

Hasta el momento, el impacto del huracán Odile no ha provocado pérdidas humanas en ninguno de los cinco municipios de Baja California, a diferencia del año pasado cuando en Guerrero, el huracán Manuel ocasionó más de 100 muertes, la mayor parte de ellos en la comunidad de La Pintada, donde un alud de tierra sepultó viviendas y personas.

Y es que a diferencia del año pasado, la alerta por el inminente impacto de Odile en Baja California Sur llegó desde el jueves 11 de septiembre, en voz del coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente.

Por todos los medios, se informó que Odile impactaría y se hicieron todos los avisos a las autoridades locales y estatales, incluso con la novedad de las Misiones Eco, mediante las cuales el gobierno federal tenía la certeza de que las autoridades locales actuarían en protocolos de prevención como revisiones de ríos, cuencas, presas y laderas, a fin de evitar daños a las personas y a la infraestructura.

Hace un año, en Guerrero, las zonas turísticas de Punta Diamante y Puerto Márquez fueron las zonas más afectadas, así como colonias como la Luis Donaldo Colosio. El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, informó entonces que los daños en 81 municipios del estado superaron los 22,362 millones de pesos.

jmonroy@eleconomista.com.mx

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