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Política

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México no debe dar marcha atrás en la reforma educativa: OCDE

Es muy importante que el presidente Enrique Peña Nieto defienda los cambios en materia educativa, dijo Gabriela Ramos, directora de Gabinete de la OCDE. En su implementación, advirtió, hay que poner énfasis y resolver "muchos puntos".

La implementación de la reforma educativa en México tiene mejores resultados de lo que se reporta en los medios de comunicación y en las grandes discusiones políticas; un ejemplo de ello es que ya se eligen directores por mérito, lo cual nos da mucha esperanza y por lo cual lo recomendable en estos momentos es mantener presión, presión, presión y no dar marcha atrás, porque es la apuesta más importante de México, aseveró la directora de Gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos.

La también Sherpa ante el G20 y consejera especial para el secretario general, consideró que en esa materia lo están haciendo bien en términos de diseño, la implementación y la construcción de capacidades .

Expuso que se tienen que arreglar las disparidades estatales, rellenar las brechas, así como también sancionar sin ninguna preocupación.

En México se tiene que construir una mentalidad del mérito, no sólo en la educación, sino en todas las áreas. Si la educación nos permite instaurar la cultura del mérito, quizá vamos a estar en mejores condiciones .

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En el caso concreto de la reforma educativa, con todo y las controversias, debates, las discusiones y la mucha desinformación que existe, sí se observa la implementación; el objetivo va muy en línea con las mejores prácticas que la OCDE ha promovido.

Desde su perspectiva, es valioso que la implementación de la reforma va muy en línea de poner al estudiante en el centro de la política educativa y al mérito .

La funcionaria del organismo mundial, calificó como muy positivo enfatizar el mérito de los profesores que hacen bien su tarea y dan buenos resultados, entorno a lo cual se construye una infraestructura de evaluación y de transparencia de la información, así como de alineamiento de los resultados con incentivos en el manejo de las carreras.

Difícil implementar con sistemas clientelares

Es algo muy difícil de implementar cuando hemos estado en sistemas clientelares que funcionan con otros criterios, pero ésa es una ruta correcta, refirió la funcionaria.

Gabriela Ramos dijo que si uno se pregunta cuál es en este momento el elemento más importante desde una perspectiva positiva en México, la respuesta es la reforma educativa.

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En ese aspecto consideró que es muy importante que el gobierno federal haya fijado una posición, según la cual no se va a dar marcha atrás a la implementación de la reforma educativa , aunque, dijo, eso no se podría, simplemente porque los cambios están en la Constitución.

Muy inteligentemente fue constitucional, pero, advirtió, en la implementación se pueden ir muchos puntos y es ahí donde todos tenemos que poner mucho énfasis, sobre todo porque la educación no es una cuestión del gobierno, sino que es una cuestión de todos ustedes: de las instituciones educativas, de los padres de familia, de los estudiantes.

Todos tenemos que tener y revalorar la educación como el elemento más importante de avance social , destacó.

Ya se tienen la estructura, falta el modelo educativo

La directiva de la organización mundial y quien participó en el conversatorio OCDE: Perspectiva de México ante el Mundo, en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, planteó que hay otras acciones, como el nuevo modelo educativo, que es muy importante porque era lo que nos hacía falta para darle sentido a toda la reforma.

Los cambios constitucionales fueron como los fierros, como la infraestructura; el modelo educativo 2016 es a lo que estamos aspirando: a crear ciudadanos empáticos, a crear ciudadanos que puedan crear su propio proceso de aprendizaje, que pueden entenderse a sí mismos y formar su propia confianza; que pueden ser críticos, que pueden ser tolerantes y que pueden entender el mundo global.

Ése es el nuevo modelo educativo y va muy en línea con lo que nosotros también manejamos, como lo que se conoce como competencias globales del mundo global, obviamente muy demandantes para las instrucciones educativas.

Ramos indicó que ya no es lo mismo sentarse y transmitirles la información a los estudiantes, es mucho más difícil tratar de incidir en la formación de las personalidades de ciudadanos comprometidos, que aportan, que tratan de contribuir a las soluciones globales.

Invertir en educación es un hay que hacerlo

Ramos dijo también que en estos momentos invertir en educación es un hay que hacerlo y ése es uno de los retos más importantes.

Recordó que México dedica alrededor de 6.5% al sector educativo, lo que representa 17% del gasto público, incluso es líder en la tabla que consigna a los países de la OCDE en función de los recursos que dedica a ese rubro, pero el número de los estudiantes a los que sirve es altísimo y, cuando se hace la división entre las partidas presupuestales por estudiante, la cifra es muy baja.

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Al preguntarle en qué se debe poner atención en estos momentos cuando se discute el modelo educativo, planteó que cuando se construye un sistema educativo con base en resultados, que es lo que hace la reforma educativa, tiene que pasar por modificar el recurso humano más importante, que es el maestro, y la carrera magisterial.

En ese aspecto argumentó que ha habido mucha desinformación de lo que se quiere hacer con la reforma educativa porque mucha gente se ha enfocado en cómo impacta la legislación a los maestros y se han creado una serie de rumores en el sentido de que se les quiere correr o sancionar, cuando en realidad hay muchos maestros que son muy buenos y muchos que necesitan apoyo.

Lo importante, enfatizó, es que se requiere un diagnóstico que no se tenía y ahora ya se cuenta con él y se puede ya identificar en dónde están las fortalezas y las debilidades para saber exactamente en dónde se tiene que invertir.

Necesitamos entender a esta reforma como un gran avance porque se están construyendo los incentivos para que el sistema trabaje en función del mérito, se premien a los buenos maestros y se apoyen a los maestros que tienen debilidades y también que se sancionen a los maestros que no hacen su trabajo.

diego.badillo@eleconomista.mx

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