Nueva jornada violenta en Chilpancingo; matan a dos exfuncionarios y a un transportista

Por tercer día consecutivo, el municipio de Chilpancingo, Guerrero, vivió una jornada violenta que dejó dos exfuncionarios asesinados a tiros y un transportista calcinado.

En el primer hecho violento, el exregidor de Chilpancingo, Oscar Garibay y el exdirector de la Juventud de este municipio, Iván Zaith Domínguez, fueron asesinados a balazos en el interior de una taquería durante la madrugada de este miércoles.

Ambas personas eran militantes del PRD, y dueños de la taquería “Los Dos Carnales”, lugar donde fueron atacados a balazos por sujetos armados. Estos dos exfuncionarios fueron parte de la administración municipal de Chilpancingo durante el gobierno del alcalde Antonio Gaspar Beltrán.

Tras este ataque, Alberto Catalán Bastidas, dirigente estatal del PRD, exigió la renuncia de la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, a quien se le acusa de reunirse con un líder del grupo criminal “Los Ardillos”.

"La presidenta es la principal generadora de la violencia por sus vínculos con los grupos delictivos con los que se ha reunido; está claro que no existe coordinación entre el gabinete de seguridad estatal y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero, ni con las autoridades municipales para resolver el grave problema de la violencia", dijo en conferencia de prensa en dirigente perredista.

En otro hecho violento, el chofer de una unidad del servicio de transporte público de Chilpancingo fue asesinado por hombres armados y su cuerpo incendiado junto a su unidad, en la carretera federal Tixtla-Chilapa.

Por esta agresión, los choferes que prestan servicio mixto de transporte público a Chilpancingo, suspendieron las salidas de rutas locales de la capital hacia otras localidades de la región Centro de Guerrero como Petaquillas, Tierra Colorada, Cajeles, Buenavista de la Salud y El Ocotito.

No es la primera vez que hombres armados atacan a choferes de transportes de la capital, apenas el 8 de julio, en Chilpancingo y Tixtla 5 taxistas fueron asesinados, dos de ellos calcinados, y también se reportó el incendio de varias unidades en diferentes puntos de ambas ciudades, provocando que el servicio de transporte público fuera suspendido por completo en la capital.