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Permanece el dolor, 25 años después
En la ceremonia luctuosa por el primer cuarto de siglo del terremoto que enlutó al país, las historias recordaron el suplicio de quienes no lo sobrevivieron.
Vestido de traje y corbata negra, en señal de luto, el presidente Felipe Calderón, arribó a la Plaza de la Constitución para recordar en una ceremonia el sismo del 19 de septiembre de 1985.
A las 7:19 de la mañana en punto, hora en que hace 25 años se registró la sacudida de 8.1 grados que sepultó una parte de la ciudad de México, el Jefe del Ejecutivo apretó el botón que desplegaría la bandera sujetada por una veintena de militares, mientras se oía el Canto a la Bandera.
Más tarde, encabezó la ceremonia conmemorativa del Día Nacional de Protección Civil, donde describió al México que no se arredra ante la adversidad. Ése es el México que nos hace falta , dijo.
Adelantó que el gobierno federal trabaja en una ampliación y actualización de la Red Sísmica Mexicana que alerte en caso de temblores y tsunamis.
Los recuerdos del terremoto fueron saliendo. Elia Cerón, enfermera del Hospital Juárez, recordó cómo después del sismo un médico cirujano trataba de ayudar a su hijo que se encontraba atrapado entre una columna del nosocomio; la muerte del joven fue lenta y dolorosa .
Necesitábamos ayuda, pero estábamos incomunicados. Se escuchaba el ulular de las sirenas, de las ambulancias, pero ninguna podía ayudarnos.
Desde las calles aledañas no se apreciaba la tragedia que vivíamos , compartió tras ser inaugurada la Unidad Médico Quirúrgica de Corta Estancia del Hospital Juárez.
Daniel Goñi, presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, recordó frente a Calderón: Los teléfonos en el Control de Ambulancias de la Central de la Cruz Roja Mexicana no dejaban de sonar la mañana del 19 de septiembre, es así como inició una de las más grandes operaciones de socorro en la historia de México .
Narración entre escombros
El periodista Jacobo Zabludovsky, de los únicos que pudo narrar por radio la tragedia, destacó el valor de los jóvenes que de las ruinas en llamas transportaban tanques de gas hacia lugares seguros, con peligro de que estallaran sobre sus hombros .
De aquellos sismos nacieron los grupos de rescate mejor conocidos como Topos. No sabíamos cómo pero rescatábamos a la gente, a veces la lastimábamos porque no teníamos bases de primeros auxilios , comentó Rafael Rocha, comandante operativo de la Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco Azteca.
El temblor causó la muerte a 6,000 personas (cifra oficial, otras fuentes hablan de 9,500 fallecidos) y pérdidas por más de 4,000 millones de dólares.
Calderón recordó que en el 85 trabajaba en el Multibanco Comermex, donde no lograron rescatar a 17 compañeros atrapados en los escombros.
Aprovechó la ocasión para pedir a los mexicanos solidaridad con las comunidades veracruzana y poblana, que se han visto afectadas por las lluvias.
trosas@eleconomista.com.mx
