Prevén 26 horas más?de lluvia por Raymond

Mientras el huracán Raymond no se mueva hacia el oeste, continuará siendo una amenaza para el territorio nacional, informó el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, quien precisó que este meteoro ha permanecido estático a 170 kilómetros de Zihuatanejo y a 255 km de Acapulco, Guerrero, desde las ?10 de la mañana del lunes.

En conferencia de prensa celebrada la tarde del lunes, el funcionario de la Conagua detalló que mientras Raymond no gire al oeste, permanece la zona de alerta de huracán desde Tecpan de Galeana, Guerrero, hasta Lázaro Cárdenas, Michoacán, y la alerta de tormenta tropical de Acapulco a Tecpan de Galeana, ambos en Guerrero.

Korenfeld aclaró que hasta el momento todos los modelos establecen que el ciclón permanecerá estacionario por lo menos hasta el miércoles y girará al oeste, separándose de las costas mexicanas, sin embargo, advirtió que debido a su condición errática, no se descarta un viraje de trayectoria hacia tierras nacionales.

Agregó que faltan 40 kilómetros para que los fenómenos causados por Raymond se asienten en las costas mexicanas y debido a que existe probabilidad de que aumente de categoría (a la 4) si sus vientos continúan intensificándose, se esperan lluvias fuertes a torrenciales en Guerrero y Michoacán, intensas en Colima, Jalisco, Chiapas y Oaxaca, además de vientos fuertes y oleaje elevado, de hasta 4 metros de altura,?en las costas.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las precipitaciones serían muy fuertes también en Puebla y Veracruz, y fuertes en el Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Tlaxcala.

David Korenfeld explicó que Raymond tiene interacción con el frente frío 7 que está arriba de las costas de Veracruz, y con el frente frío 8, que viene bajando sobre el territorio nacional en la parte colindante con Estados Unidos, lo que traerá lluvias en diferentes secciones del país.

En tanto, el SMN advirtió que las bandas nubosas densas generan efectos de tiempo severo; además de incremento en el oleaje y viento sobre costas y superficie del Pacifico central mexicano.

ana.langner@eleconomista.mx