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Pros y contras del financiamiento educativo
El programa de crédito educativo anunciado por el gobierno federal es, por el momento, limitado, pero perfectible. Quienes recurran a él podrían verse obligados a buscar otra forma de apoyo, como becas o el respaldo familiar.
El Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Superior, anunciado el 10 de enero por el presidente Felipe Calderón, es positivo pero insuficiente, coinciden expertos.
En un país como México, donde más de 50% de los desempleados son jóvenes de entre 14 y 29 años, la generación de empleos es menos de la mitad de lo que se requiere cada año y donde la economía crece a tasas de 4.0%, el programa gubernamental debe ser motivo de mayor reflexión.
Más si este tipo de esquemas son cuestionados en países con una larga tradición en su implementación, como Estados Unidos y Chile. En el primero, la deuda universitaria supera el billón de dólares, lo que ha motivado protestas en las que se propone la suspensión de pagos.
¿FINANCIAMIENTO CON BECA?
El financiamiento educativo es diferente a una beca. El primero es un préstamo que se tiene que pagar, mientras que una beca no conlleva la obligación de regresar los recursos a la institución que la otorgó.
El financiamiento es un apoyo complementario, no cubre el total de los gastos educativos; se contrata por determinado periodo y el monto depende de la situación del estudiante y su proyecto educativo.
Es revolvente, por lo que se debe pagar para que otro estudiante goce del beneficio.
El Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Superior tiene un fondo de 2,500 millones de pesos. El gobierno garantiza hasta 80% del monto del crédito solicitado y 20% restante es del banco.
Para nivel licenciatura, el monto máximo a otorgar es de 215,000 pesos y hasta 280,000 pesos para nivel posgrado. El periodo para pagar es hasta de 15 años, con una tasa fija de 10% anual.
Raúl Martínez Solares, director de Mexicana de Becas, ve limitaciones en el programa:
La tasa de 10.5% está lejos de ser un subsidio creo que el gobierno podría tener un esquema más agresivo que ofreciera mayor subsidio en la tasa para efecto de llegar a más personas .
Martínez Solares agrega que el costo de una licenciatura en universidades como la Anáhuac, la Iberoamericana o el Tecnológico de Monterrey ronda en los 700,000 pesos, cuatro veces el monto máximo del financiamiento gubernamental, el cual deberá ser complementado con una beca. Pero estas escuelas han venido reduciendo el monto de sus becas en los últimos años.
La posibilidad de que un joven obtenga una beca por el otro 75% es reducida Eso nos lleva a esquemas como el de Estados Unidos, donde un joven termina una carrera con financiamiento, el cual se convierte en una carga importante durante los primeros años de su carrera profesional , afirma Martínez Solares.
Con esto coincide Rebeca Pizano, directora de Intermediarios Financieros y Microcréditos de Nacional Financiera: Si el muchacho quiere acceder a una universidad donde el monto del crédito no sea suficiente, tendrá que recurrir a una beca complementaria .
Por el contrario, si opta por escuelas como el Tec Milenio, el monto del crédito podría cubrir el total de la matrícula.
Pero no todos los préstamos serán de 100%. Su monto promedio rondará los 110,000 pesos, aclara la funcionaria de Nafin.
El crédito promedio está en 110,000 pesos y va en función de la carrera elegida y en los ingresos futuros. El análisis futuro no se sustenta en que si el joven puede pagar, sino si va a poder pagar cuando acabe la carrera , comenta Pizano.
El componente carrera elegida podría ser determinante para obtener un crédito de 100 por ciento. Dependiendo de la carrera puede obtener un monto mayor, por ejemplo las ingenierías tienden a pagar mejores sueldos .
EVITAR LAS CARGAS FUTURAS
Una de las razones para limitar el monto del financiamiento es que éste se vuelva una carga futura, explica Rebeca Pizano, quien calcula que el futuro profesionista ocuparía 30% de sus ingresos para pagar el crédito concedido.
Un ejercicio hecho por El Economista resultó en que un crédito al 100% de 215,000 pesos, con tasa de 10% a un plazo de 10 años, generará intereses por 349,233 pesos, con lo que la deuda total al término del plazo será de 564,233 pesos.
Otro dato a tomar en cuenta es el del desempleo. Hasta diciembre del 2011, esta tasa se ubicó en 4.97%, con 2.5 millones de desempleados, de los cuales 1.4 millones tenían menos de 30 años de edad.
Según un estudio de la Sociedad Nacional Promotora de Becarios, 20% de los egresados de México tardan entre tres y seis meses en encontrar empleo. La situación se agudiza cuando la demanda supera a la oferta laboral, lo que provoca que éstos empleen más tiempo en conseguir trabajo, aunque no siempre en su área de especialización y con bajos salarios.
El gobierno federal ha insistido en la aprobación de las reformas estructurales, entre ellas la laboral, para reactivar el crecimiento económico y la generación de empleos. Una demanda que se repite años sin año, con poco éxito.