Siete entidades del país con rechazo migratorio

La inseguridad pública y el incremento de la violencia en ciertas regiones del país, ha impactado los fenómenos migratorios internos, de acuerdo con el investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Rodolfo Cruz.

Del 2005 al 2010, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Chiapas, Tabasco, Guerrero y el Distrito Federal registraron diversos grados de rechazo migratorio, es decir, salen más personas de las que llegan. Ello, a decir del especialista, está íntimamente relacionado con la situación de inseguridad que se vive en la mayoría de estas entidades.

De acuerdo con Rodolfo Cruz, quien forma parte del equipo de investigadores a cargo del proyecto Estimación de los saldos netos migratorios a nivel de entidad federativa en México del Colef, la migración interna en México ha experimentado un importante cambio en las últimas tres décadas; el fenómeno se ha acentuado en los recientes ocho años.

En 1970, poco más de 7.5 millones de personas residían en una entidad diferente a su nacimiento. En contraste, en el 2010, 20.7 millones de individuos vivían en un sitio distinto al de su nacimiento, es decir, 19% de la población mexicana.

Los factores de estos patrones de movimiento son muy variables; sin embargo, predominan los de índole financiera: las crisis económicas recurrentes y, en años más recientes, el fenómeno de la inseguridad pública y la violencia.

Del 2005 al 2010, Chihuahua, Sinaloa y Durango presentaron un estado de rechazo a la migración, mientras que Guerrero es calificado como de fuerte rechazo. A decir de Rodolfo Cruz, estas ciudades han sido testigo de un incremento de violencia en los últimos siete u ocho años, lo que impacta directamente la capacidad de generar empleo en estas entidades y promueve que las personas salgan de su lugar de origen.

Desde hace dos décadas, el Distrito Federal, entidad que es calificada como de fuerte rechazo a la migración, continúa expulsando gente debido en gran medida a causas económicas.

ana.langner@eleconomista.mx