Sistema penal alienta discriminación

La desigualdad económica, la ausencia de oportunidades que debe ofrecer el Estado a los jóvenes, tribunales que juzgan en función de la apariencia física, la informalidad y la discriminación en el trato son factores que persisten en México y lo hacen profundamente desigual, refiere el Reporte sobre la Discriminación en México 2012 .

En el marco de la lucha en contra de la delincuencia y el crimen organizado, el informe coordinado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) afirma que son una constante el abuso de autoridad, la lentitud y la corrupción en el sistema de justicia penal. Los mexicanos perciben a la policía como una instancia que suele abusar de su autoridad, ya que por razones de corrupción y prejuicios sociales termina aprehendiendo a quienes son más vulnerables y no a los verdaderos culpables, describe.

Asimismo, concluye el informe que la policía tiene poca sensibilidad para respetar los derechos de las víctimas, así como de las personas investigadas por la comisión de delitos.

Advierte que la imparcialidad aún está lejos del sistema penal, que las víctimas de desapariciones forzadas, secuestros y las personas sujetas a proceso penal terminan siendo discriminadas por las distintas autoridades responsables del proceso.

A ello, se le agrega la debilidad en la defensoría de oficio, la sobrepoblación existente en las prisiones y el control de grupos criminales, por lo que estos lugares continúan como máquinas pedagógicas para que quienes ingresan a ellas no puedan nunca más escaparse de la marginación y la ilegalidad .

Cuando la educación impartida por el estado no multiplica las oportunidades, cuando la salud es un derecho ejercido por unos cuantos, cuando los tribunales juzgan en función de la apariencia física, la clase social o la edad, cuando el mercado laboral deja fuera de la formalidad en el empleo a ocho de cada 10 jóvenes, cuando las y los indígenas del país son siempre los grandes perdedores, cuando ocho de cada 10 personas adultas no tienen acceso al sistema financiero tradicional, cuando la sociedad mexicana sostiene un cierre social sistemático para excluir a la mayoría, el problema de la desigualdad deja de ser sólo económico para convertirse en un fenómeno más grave .

El reporte también refiere que las políticas públicas adoptadas en México que han permitido una mayor concentración del ingreso han fracasado frente al aumento de la pobreza y la desigualdad económica, lo que ha impactado negativamente la alimentación de los mexicanos, aumentando la desnutrición y la obesidad.

Informa que de una población total de 112 millones 336,538 personas, más de 14 millones se encontraban en circunstancia de pobreza alimentaria en el 2010. De esa población, casi 5 millones vive en zonas urbanas y 9 millones 800,000 en el campo.

El reto que aconseja es colocar la desigualdad como el tema más importante de la política democrática. Sin embargo, asevera que las leyes no son suficientes para transformar una realidad social. La evolución cultural hacia la igualdad de trato, hacia la no discriminación, requiere de un esfuerzo que rebasa la función legislativa para interpelar a las autoridades y las personas que forman parte de la comunidad democrática.

A la presentación del reporte no acudió la coordinadora de Derechos Humanos y Transparencia del grupo de transición del presidente electo, Enrique Peña Nieto, Claudia Ruiz Massieu Salinas, quien era una de las ponentes en el programa.

RECONOCE SEGOB

RESPETO A DERECHOS, UNA OBRA INACABADA

México tiene el reto gigantesco de enseñar a sus niños una forma de vida donde el color de la piel, la apariencia física o alguna discapacidad no sean motivo de discriminación, aseguró el subsecretario de la Secretaría de Gobernación, Max Alberto Diener.

Durante la firma de las Bases de Colaboración entre las secretarías de Educación Pública, de Gobernación (Segob) y de la Función Pública para el Programa Nacional de Educación en Derechos Humanos, el funcionario reconoció que en el respeto a los derechos humanos hay muchos puntos débiles .

De ahí la importancia de una política pública que ayude a concluir esta obra inacabada del respeto a los derechos fundamentales, dijo el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

Si queremos tener un México próspero y en paz, sin discriminación, tenemos que hacerlo construyendo instrumentos con la sociedad civil y a través de políticas públicas que generen un cambio, aunque éste no se realizará de un día para otro , destacó.

Indicó que el tema pasa por los derechos humanos, por lo que es importante tener estas nuevas bases de colaboración que hoy se firmaron en la sede de Gobernación.

(Con información de Notimex)