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Política

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Ubican en Jalisco más de 4,000 tomas para robo de agua

El 2011 ha sido el año con el mayor número de tomas clandestinas a los ductos de agua potable en Jalisco, de acuerdo datos del gobierno jalisciense.

Entre el 2010 y hasta abril de este 2022 en Jalisco se han registrado 4,606 tomas clandestinas a los ductos de agua potable, según datos del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable (SIAPA) de la entidad.

El robo de agua a los ductos de agua potable se ha presentado, a través de esta modalidad de tomas ilegales, en cuatro municipios: Guadalajara, en donde en el periodo mencionado se tienen contabilizadas 1,657 aberturas (36%).

Zapopan con 1,406 (31%); Tlaquepaque, en donde se han registrado 976 (21%) y en Tonalá, aquí se ubicaron 567 (12%) tomas, de acuerdo con las autoridades jaliscienses.

Según los datos expuestos en el informe EXP.UT/SIAPA/269/2022 y el oficio UT/557/2022 obtenidos por El Economista, entre el 2020 y el 2021 se observa un aumento en el número de tomas ilegales para el robo de agua potable, al pasar de 213 a 286, es decir, un alza de 34 por ciento.

El 2021 es, de hecho, el año con mayor número de tomas clandestinas a los ductos de agua potable de la Zona Metropolitana de la Guadalajara desde el 2017, cuando se contabilizaron 345.

Si se analizan los datos por municipios, entre el 2020 y 2021, hubo un alza en los registros en dos de los cuatro: en Guadalajara las tomas ilegales para el robo de agua se incrementaron 41.7% al pasar de 91 a 129 y en Zapopan subieron 81% de 58 a 105 registros.

Mientras que en Tonalá disminuyeron 33% al pasar de 27 a 18 y en Tlaquepaque 8% al registrarse 37 en 2020 y 34 en 2021. 

El año con el mayor número de tomas ilegales para el robo de agua, entre 2010 y 2021 es el 2011, cuando se ubicaron 852.

Por su parte, para este 2022, entre enero y abril pasado se han registrado 60 tomas ilegales: 40 en Guadalajara; 11 en Zapopan, seis en Tonalá y tres en Tlaquepaque.

Líquido robado y denuncias

En el expediente, el SIAPA indicó que no se puede conocer la cantidad de agua robada a través de las tomas clandestinas detectadas.

“Informamos que no contamos con una cuantificación, tal como lo pide el solicitante, derivado básicamente por su complejidad e imposibilidad, además, de considerar variables como el tiempo de la misma (toma clandestina), el diámetro y la presión hidráulica, entre otros”, se precisó.

La falta de un sistema de detección, dijo José Antonio Gómez Reyna, investigador del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo de Ciencias Sociales y Humanidades de Universidad de Guadalajara, es uno de los principales problemas a resolver.

Si tuviéramos todo el sistema de medición a través de sistemas de presión o de caudales en cada uno de los ramales podríamos saber, pero resulta que el SIAPA no saben ni si quiera a veces dónde están las tuberías, entonces mucho menos sabrán cuáles serán los porcentajes de clandestinidad. Si no se tiene un sistema de medición entonces cómo sabes qué cantidad de agua está perdiendo”, aseveró.

El especialista agregó que el número de tomas ilegales podrían ser incluso más alto que lo registrado oficialmente.

Por las tomas ilegales, el SIAPA informó que se encontraron datos de 16 denuncias, interpuestas entre el 2019 y hasta abril de este 2022, por la Dirección Jurídica las cuales han sido por “robo equiparado ante autoridades locales, mismas que se encuentran en etapa de integración”.

Falta de suministro

Según refirió el SIAPA, entre las razones para la falta de abasto de agua en Jalisco se encuentran desde las sequías, las mismas tomas clandestinas, hasta “altos consumos de la población que generan una baja en la presión y hasta suspensión del servicio”.

Añadió que otras razones para el desabasto son fugas, fenómenos naturales como temblores e inundaciones, así como “obras de particulares que provocan rupturas en las líneas por maquinaria pesada”.

Sobre las fugas, el investigador detalló que en Guadalajara se registran pérdidas entre 30 y 40% del suministro del agua. 

“No puede ser posible que de que entró una administración se cae todo un sistema que estaba operando. Si tenías 30 colonias y de repente son 400 o 500 sin agua y en vez de que sea un día van a ser 15 o 20 y luego los habitantes digan que está saliendo turbia y mal, entonces ahí te das cuenta que la operación de las personas tiene mucho que ver”, expresó.

politica@eleconomista.mx

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