Avanza bancarización en México: Visa

Pese al entorno de recesión económica que se vive en el país, la banca mexicana continúa adelante en su proceso de bancarización, sobre todo en los segmentos C- y D+ (clase media y clase media baja) de la población, teniendo como principal vehículo la tarjeta de débito.

De acuerdo con el estudio sobre "El uso de Servicios Financieros en México" realizado por Visa, la penetración de estos entre los mexicanos registró un incremento considerable de 2007 a 2008, al pasar de 66 a 75% de los encuestados en tener algún servicio bancario personal.

Este avance se ha logrado por la mayor comunicación de la banca con sus clientes sobre el beneficio de usar la tarjeta y un mayor número de puntos de ventas, así como la aceptación de las terminales en gasolineras, destacó en entrevista con Notimex, el director general de Visa México, Eduardo Coello.

Con base en los datos de la Asociación de Bancos de México (ABM), al cierre de 2008 en el país existían 446,000 terminales punto de venta, lo que implicó un crecimiento de 7.0% respecto a las 418,000 registradas el año previo.

Como lo refleja el estudio esta penetración se ha dado principalmente en los niveles socioeconómicos C- y D+ de la población mexicana, en gran parte por el pago de la nómina de manera electrónica lo cual ha permitido acercar a esos segmentos a servicios financieros, comentó.

En la clase C- o clase media el crecimiento en el número de usuarios pasó de 63 a 74% y en la clase D+ o media baja el cambio fue de 41 a 61 por ciento.

"(_) el estudio evidencia un crecimiento acelerado en el proceso de la bancarización durante el 2008; un proceso con un impacto directo en el desarrollo económico del país", refirió Eduardo Coello.

Así, el avance en la bancarización en el país derivó principalmente de un mayor uso de la tarjeta de débito al registrar un crecimiento de 24% y una penetración total de 62 por ciento.

La percepción creciente entre los consumidores mexicanos de que las tarjetas de débito son más fáciles de usar y más seguras que las chequeras y el efectivo, además de que permiten controlar mejor los gastos, por estar directamente conectadas con las cuentas bancarias, también son un factor importante, agregó.

De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico) a diciembre de este año, el sistema bancario mexicano tenía en el mercado 56 millones 936,270 plásticos de débito, de los cuáles tan sólo poco más de 32 millones tuvieron un uso permanente en el último trimestre del año.

En cuanto al estudio reporta también las actitudes de consumidores mexicanos en relación con diferentes medios de pago y en ese sentido, 48% de los encuestados consideró que las tarjetas de débito son más seguras que el efectivo, mientras que un 67% señala la falta de seguridad como la mayor desventaja del efectivo como forma de pago.

En este sentido, el directivo destacó que los esfuerzos que ha realizado la banca para apoyar a sus usuarios de tarjetas en el caso de un robo o pérdida del plástico han inyectado mayor confianza al contar con dicho respaldo que el efectivo no tiene.

Con base en el estudios, el efectivo es el medio de pago más utilizado con 67%, seguido de tarjetas de débito 15%, plásticos crediticios 14%, tarjetas de marca privada 3.0% y cheques 1.0 por ciento.

Si bien, se ha avanzado en el proceso de bancarización, el análisis revela que los mexicanos no aprovechan del todo beneficios de tarjetas de débito, ya que un alto número de gente aún la usa para retirar dinero en efectivo.

Además de que aún se trasladan a oficinas para pagar en efectivo servicios recurrentes como el teléfono con 92%, agua 97%, energía eléctrica 95% o gas 98 por ciento.

En tanto, se ha registrado un avance para realizar compras con tarjeta de débito y crédito por Internet (58%), agencias de viajes (51), aerolíneas (47), hoteles (44), muebles (44), ropa (32), restaurantes (32), supermercado (31), tiendas de electrónicos (28), gasolina (15) o gastos médicos (11), entre otros.

No obstante, Eduardo Coello, refirió que hacia 2010 se espera un mayor avance en la migración a la utilización de las tarjetas, sobre todo porque es una excelente herramienta de control en los gastos, y mayores beneficios en el plástico a favor de los tarjetahabientes.

apr