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Sector Financiero

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Firmas no podrán pagar diferidos por desaceleración

Debido a la desaceleración de la economía a nivel mundial, no todos los grupos empresariales estarán en la capacidad de hacer frente al pago de los impuestos diferidos que se deberá hacer cada año a partir de mayo del 2014.

Debido a la desaceleración de la economía a nivel mundial, no todos los grupos empresariales estarán en la capacidad de hacer frente al pago de los impuestos diferidos que se deberá hacer cada año a partir de mayo del 2014, consideró el socio de Impuestos de Ernst & Young, Jorge García.

Por lo que se debería analizar con mucho cuidado esta propuesta que forma parte de la reforma hacendaria para eliminar el régimen de consolidación fiscal. Para el fiscalista, sería conveniente pedir que se reinvierta el impuesto diferido y no pagarlo en tres años.

Si realmente queremos fomentar la inversión, el empleo y hacer que esto camine de manera adecuada y transparente, no está de más que, en la medida en que se reinviertan esas utilidades, no se debería pagar el impuesto diferido y, si se cumplen ciertos requisitos, quedarse permanente porque se está invirtiendo en activos, en fierros y ladrillos .

Se prevé que por este tema de los flujos de efectivo, es decir, el pago del impuesto diferido, algunos ya no lo vean tan atractivo y opten por la desconsolidación.

Es difícil medir el impacto de los impuestos diferidos porque depende de la situación de cada grupo. Se desconoce cómo se va a reintegrar lo pendiente, falta afinar detalles y aunque no se pide de tajo que al día siguiente se pague todo, hace falta certeza jurídica.

Conforme están planteadas las reformas, esos grupos van a tener que reintegrar todo impuesto que traían diferido, de tal suerte que es la parte más relevante y más preocupante porque habrá que reintegrarlo en cómodas anualidades empezando por la primera en mayo del 2014 , agregó el fiscalista de Ernst & Young.

CAMBIO DE NOMBRE POR INTEGRACIÓN

El fiscalista explicó que en la reforma se contempla que el régimen de consolidación será denominado de integración, en donde a las empresas controladoras se les llame integradoras y a las controladas (subsidiarias), integradas.

Expresó que pareciera que no tiene relevancia el cambio de nombre, pero quizá se hizo porque si se quiere abandonar el nombre de consolidación es para que, posiblemente, no merme en su análisis dentro del Congreso.

Todo lo que huela a consolidación parecería que es mal visto. Es un concepto (la integración) que es muy similar pero (es útil) para efectos de que no contamine la idea de que prevalece todavía la consolidación, ni inhiba el proceso de análisis , sostuvo Jorge García.

Recordó que actualmente se necesita más de 51% de las acciones con derecho a voto para poder consolidar. Ahora se pide, para poder integrar, 80% de la participación accionaria. Este porcentaje -refiere- está muy ligado a las circunstarncias en Estados Unidos, donde también es de 80 por ciento. No está tan mal porque al final del día lo que se está buscando es que efectivamente se consoliden empresas del grupo , acotó.

Esto va ligado a que también se propone no hacer tan sencillo el esquema para integrar empresas que se compraron en situación de quiebra para deducir pérdidas.

leonor.flores@eleconomista.mx

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