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Las expectativas para el gobierno de la enorme mayoría
Seis estados acudirán a las urnas este domingo. Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas elegirán a sus nuevos gobernantes. Si bien los encuestadores reportan una alta tasa de rechazo e importantes problemas para acceder a algunos municipios, se espera que MORENA pueda ganar al menos en 4 entidades.
De acuerdo con esas proyecciones, la coalición que respalda al presidente podría gobernar entre 22 y 23 entidades: 20 ó 21 con MORENA, 1 el PVEM y 1 más el PES. Del lado de la oposición, 5 ó 6 entidades serán gobernadas por el PAN, 2 por el PRI y 2 por MC.
La coalición gobernante tiene cómodas mayorías en el Poder Legislativo. En el Senado MORENA y sus aliados cuentan con el 59% de los escaños, mientras que el bloque PAN-PRI-PRD tiene el 30%. La Cámara de Diputados está integrada por un 55% de legisladores pertenecientes a la coalición de AMLO, 40% de la alianza PAN-PRI-PRD y 5% de MC.
Estos números no son suficientes para que MORENA y sus aliados puedan pasar reformas constitucionales, pero sí lo son para la aprobación de instrumentos legales entre los que destaca el Presupuesto de Egresos -que es la definición de política pública más sustantiva con la que cuenta un país-, así como para la ratificación de nombramientos (salvo aquellos que requieren de una mayoría calificada) y la aprobación de tratados internacionales.
MORENA puede llegar a gobernar al 68% de los estados de la República este año, y si a ello sumamos su presencia en el Legislativo es muy evidente que el pueblo de México le ha brindado un nivel de confianza histórico, pero también indica las enormes expectativas que hay sobre su desempeño.
Cuando un mismo partido gobierna la federación y más de una veintena de entidades, el entendimiento y la coordinación entre los niveles de gobierno debiera facilitar la implementación de la estrategia de seguridad, los proyectos emblemáticos y la recuperación económica. Por ejemplo, aunque López Obrador ha visitado Oaxaca constantemente, la llegada de Salomón Jara debería acelerar el traslado de la Secretaría del Bienestar y el desarrollo del Corredor Interoceánico que detonaría industria e inversiones en la región.
Nuestro marco legal está lejos de ser perfecto y gran parte de las facultades que se otorgan a cada nivel de gobierno han sido diseñadas a partir de arreglos políticos circunstanciales y de los equilibrios partidistas en el Congreso. Algunos de los problemas más complejos que enfrentamos necesitan forzosamente de la coordinación entre los distintos poderes y niveles de gobierno, por lo que contar con gobernantes emanados del mismo movimiento pudiera facilitar los acuerdos y soluciones en las materias concurrentes entre la federación y los estados.
En las campañas la gente siempre pregunta cómo pueden estar seguros de que ese candidato o candidata no será un político más de aquellos que sólo se echan la bolita unos a otros. La gente confía y demanda soluciones. Así como existen beneficios para los gobernantes emanados de MORENA, la ciudadanía también exigirá cuentas de una forma distinta, ya no al gobernante sino al partido que tiene todas las posibilidades de brindar las soluciones que prometió en campaña. La gente no admitirá excusas. La elección de 2024 demandará más resultados a MORENA, quienes requerirán de más y mejores cuadros técnicos y políticos, de mayor transparencia y cercanía a la gente, y de entregar mejores cuentas en materias de seguridad y economía.