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Botero plasma visión crítica sobre la violencia en Colombia
La exhibición Dolores de Colombia incluye 36 dibujos, 25 óleos y seis acuarelas en los que el artista se convierte en testigo de un período turbulento de la historia colombiana.
Una muestra del renombrado artista colombiano Fernando Botero abrió el miércoles en la capital brasileña, con retratos chocantes de la violencia en su país.
La exhibición Dolores de Colombia incluye 36 dibujos, 25 óleos y seis acuarelas en los que el artista conocido por sus figuras corpulentas y rollizas se convierte en testigo de un período turbulento de la historia colombiana.
Personas baleadas, cuerpos descuartizados, cadáveres devorados por aves de carroña forman parte de la colección expuesta por el banco estatal Caixa Económica Federal, en Brasilia, donde permanecerá hasta el 1 de mayo.
Soy contra el arte arma de combate. Pero en vista del drama que afecta a Colombia, sentí la obligación de dejar un registro sobre un momento irracional de nuestra historia , escribió el artista de 78 años sobre la muestra.
La embajadora colombiana en Brasil, María Elvira Pombo, destacó la importancia de Botero en el escenario artístico mundial y citó a la muestra en exhibición como un retrato crudo de un período reciente de la vida de su país.
En esta muestra, Botero hace una crítica a la violencia , comentó Pombo en la apertura de la muestra, la noche del martes. El artista es testigo de un período que felizmente pasó a la historia .
Aludió con ello a episodios recientes de la historia colombiana en que la brutalidad provocada por guerrillas, paramilitares y narcotraficantes, dejó una secuela de torturas y asesinatos en el país.
Las obras creadas entre 1999 y 2004, donadas por entero al Museo Nacional de Colombia, son una lectura artística de hechos de violencia recogidos por los medios de prensa.
Así, el artista retrata un asaltante que apuñala a una mujer con un niño en sus brazos, un sicario con un fusil que posa con el pie sobre un cuerpo perforado de balas, y un grupo de cadáveres en el suelo con un esqueleto que corre sobre ellos con una bandera colombiana en sus manos.
Después de Brasilia, la exhibición irá a las ciudades brasileñas de Curitiba, Río de Janeiro y Salvador.