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Arte e Ideas

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Combatir la inequidad cultural, el foco

A los gobiernos toca hacer que esos derechos se respeten y aportar recursos para que la ciudadanía acometa empresas de investigación y creación.

Debemos dejar de lado la idea evangélica de que la cultura es un bien escaso que pertenece a una élite, los cultos, que se lo tienen que dar a los demás, los incultos , dijo Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura de la Ciudad de México, durante el Seminario Internacional de Derechos Culturales en la Ciudad: Hacia una Agenda 21 de Cultura.

Que más allá de la llamada cultura o las bellas artes existe cultura ahí donde haya personas, culturas comunitarias o de barrio, es la idea base de la política cultural que el secretario está implementando en esta ciudad.

Así como en esta ciudad 2.5% de las personas se encuentra en pobreza extrema, hay culturas marginales, es a ésas a las que estamos apoyando , dijo.

La otra base son los derechos culturales, que podrían definirse como que toda persona tiene derecho a la memoria, la creatividad, el conocimiento y la diversidad.

Con estas bases, Vázquez Martín no propone que la cultura sea fundamental para recomponer el tejido social , pues no es que antes de las actuales crisis de violencia haya habido un tejido social idílico. Hay que construir un tejido social nuevo, y en eso la cultura juega un papel fundamental .

No es un lujo, ?es una necesidad

Cada vez más se admite que la cultura tiene una significativa aportación a la economía. Pero es más que eso. La cultura es el aglutinador entre las dimensiones social, económica y ambiental , dijo Farida Shaheed, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Culturales.

Para Shaheed la cultura no es un lujo, es una necesidad .

Y no puede ser de otra manera, explica, pues la cultura es más que las canciones que cantamos o las celebraciones que hacemos, es la forma que tenemos de ser humanos, es nuestra humanidad colectiva .

En ese sentido, para la socióloga pakistaní los derechos culturales están en la base del respeto a la dignidad humana , y más que garantizar los beneficios de producción cultural para la población en general, se trata de que todos sean partícipes y generadores de la cultura.

Los pobres y marginados son igual de creativos que todos los demás , indica la representante de la ONU, y añade los principios de los derechos culturales: Libertad creativa en la ciencia y en el arte, acceso al patrimonio cultural y respeto a la diversidad.

A los gobiernos toca entonces hacer que esos derechos se respeten y aportar recursos para que la ciudadanía acometa empresas de investigación y creación.

El premio es para la gente

El seminario se llevó a cabo de manera previa a la entrega del Premio Internacional CGLU – Ciudad de México – Cultura 21 de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, que se concedió, en la categoría de Personalidad, a Farida Shaheed y Manuel Castells.

En la categoría de Ciudad, el premio fue para Belo Horizonte y lo recibió Leonidas de Oliveira, presidente de la Fundación Municipal de Cultura de esa ciudad brasileña.

De Oliveira comentó que después de haber visto la Catedral Metropolitana de esta ciudad y, junto y casi bajo ella, las ruinas del Templo Mayor, inmenso símbolo de la inequidad cultural a la que había hecho referencia Vázquez Martín, no podía dar el discurso que había preparado.

El funcionario brasileño explicó que el proyecto cultural de su ciudad había surgido de un reclamo popular que pedía centros culturales en los barrios, y que éstos habían sido un factor fundamental, por lo que el premio no era para el gobierno sino para la gente, y agregó que gracias al premio se habían aumentado en 40% los recursos para cultura en Belo Horizonte.

mlino@eleconomista.com.mx

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