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Arte e Ideas

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Declaratoria de patrimonio en Palestina agudizó tensiones con Israel

En septiembre pasado, la adhesión a la lista de la UNESCO del sitio arqueológico Tell es-Sultan, cerca de Jericó, causó el rechazo de las autoridades israelíes.

Vista general de las ruinas de la antigua Jericó. Foto: Ministerio de Turismo y Antigüedades de Jericó, vía UNESCO

Durante la cuadragésima quinta sesión del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que tuvo lugar en septiembre pasado en Riad, Arabia Saudita, 42 sitios fueron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, para sumar un total de 1,199 sitios de 168 países reconocidos en el listado de máxima protección mundial por su valor histórico o natural.

Uno de los sitios recién agregados es la zona arqueológica Tell es-Sultan (Antiguo Jericó), ubicada en el Valle del Jordán, que se extiende por los territorios de Jordania, Israel y, principalmente, Palestina, en Cisjordania. En el sitio, gestionado por las autoridades palestinas, se encuentran los vestigios de un asentamiento humano cuya antigüedad se estima entre el noveno y octavo milenio antes de nuestra era, es decir, hace unos 10,000 años.

A decir de la UNESCO, “los cráneos y estatuas encontrados en el sitio dan testimonio de prácticas de culto entre las poblaciones neolíticas que vivían allí, y el material arqueológico de la Edad del Bronce Antiguo muestra signos de planificación urbana”.

Sin embargo, la inscripción del sitio fue precedida por una serie de protestas políticas de indignación desde el gobierno israelí, el cual declaró en voz de la ministra de Misiones Nacionales de Israel, Orit Strook, que la adición del sitio sería “una desgracia”.

De acuerdo con el medio especializado en arte y cultura, The Art Newspaper, la postura de las autoridades israelíes fue la siguiente: “la UNESCO está actuando en oposición a la verdad objetiva cuando reconoce el antiguo sitio de Jericó como palestino y le otorga legitimidad en un momento en que la Autoridad Palestina está llevando a cabo una negación metódica del patrimonio y dañando gravemente sitios históricos a diario”. Todo esto, dado que las facciones de ultraderecha en Israel argumentan que los sitios arqueológicos de Jericó tienen una conexión con el pueblo judío y niegan cualquier vínculo ancestral patrimonial tangible con la herencia del pueblo palestino.

En contraparte, Iyad Hamdan, director general del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Jericó, declaró al medio Al Jazeera que la adhesión de Tell es-Sultan a la lista patrimonial de la UNESCO “fortalece la identidad palestina y el reconocimiento internacional”.

A Tell es-Sultan se le reconoce como “la ciudad fortificada más antigua en el mundo” ya que, de acuerdo con la UNESCO, se edificó unos cuatro milenios antes que la segunda ciudad fortificada conocida.

El Estado de Israel se incorporó a la UNESCO en 1949, sin embargo, en enero de 2019 esta nación anunció su salida de la organización argumentando lo siguiente: “no seremos miembros de una organización que es manipulada por los enemigos de Israel y que reescribe la historia”. Hasta el momento, Israel no se ha reincorporado al comité.

Por su parte, Palestina fue admitida como Estado miembro en 2011, con el voto a favor de 107 países frente a 14 votos en contra y 52 abstenciones.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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