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La lucha contra el polvo lunar: Innovaciones de la NASA para futuras misiones espaciales
El polvo lunar, aunque pueda parecer inofensivo, representa un desafío crítico para los astronautas y equipos que operan en la superficie de la Luna.
El polvo lunar, aunque pueda parecer inofensivo, representa un desafío crítico para los astronautas y equipos que operan en la superficie de la Luna. La NASA está desarrollando tecnologías innovadoras para mitigar este problema y garantizar una presencia sostenible y segura en futuras misiones. Una reciente prueba suborbital con Blue Origin marca el siguiente paso en esta misión, permitiendo estudiar cómo el polvo lunar se comporta en un entorno simulado de gravedad lunar.
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¿Por qué es un problema el polvo lunar?
La Luna, al carecer de atmósfera, genera condiciones únicas que hacen del polvo lunar un obstáculo significativo:
- Electrostático y ferromagnético: Estas propiedades hacen que el polvo se adhiera a trajes espaciales, herramientas y equipos.
- Abrasivo y dañino: Aunque parece suave, el polvo lunar tiene partículas de formas irregulares que pueden rayar superficies, dañar hardware y representar un riesgo para la salud de los astronautas si es inhalado.
- Impacto en el equipo: Puede acumularse en paneles solares, reduciendo su eficiencia, o en radiadores térmicos, dificultando la regulación de la temperatura.
Kristen John, líder de integración técnica de la Iniciativa de Innovación de la Superficie Lunar de la NASA, señala que estas partículas, más pequeñas que el ojo humano puede percibir, pueden incluso dar la falsa impresión de que una superficie contaminada está limpia.
Tecnologías en desarrollo para mitigar el polvo lunar
Durante el vuelo de prueba con Blue Origin, la NASA evaluará tres innovaciones clave para enfrentar este problema:
1. ClothBot: El robot de tela
ClothBot simula el transporte de polvo lunar desde los trajes espaciales hacia áreas habitables. El experimento utiliza un trozo de tela de traje espacial que es agitado para liberar polvo mientras un sistema de imágenes iluminado por láser captura el flujo de partículas. Los datos ayudarán a refinar los modelos de transporte de polvo en módulos de aterrizaje y esclusas de aire, con el objetivo de mejorar los protocolos para futuras misiones a la Luna y Marte.
2. Levantamiento de polvo electrostático (EDL)
Este experimento analiza cómo el polvo lunar se eleva por cargas electrostáticas al exponerse a la luz ultravioleta. El EDL utiliza una cámara y un sistema láser para registrar los movimientos del polvo mientras es repelido y se eleva. Estos datos servirán para desarrollar modelos que mitiguen este fenómeno en futuros aterrizajes lunares.
3. Hermes Lunar-G
Hermes Lunar-G, desarrollado en colaboración con Texas A&M y T STAR, utiliza tecnología probada en la Estación Espacial Internacional para estudiar el comportamiento del regolito lunar. Este sistema comprime y descomprime simuladores de polvo durante el vuelo para capturar datos sobre su mecánica. Los resultados se compararán con datos previos de microgravedad para validar los modelos de simulación lunar.
El futuro de la mitigación del polvo lunar
El polvo lunar afecta múltiples áreas de desarrollo tecnológico, desde la energía hasta la movilidad en la superficie. Por ello, la NASA ha integrado la mitigación del polvo como una prioridad transversal en su programa Game Changing Development.
Kristen John resalta que comprender las propiedades del polvo lunar tiene implicaciones que van más allá de su mitigación directa, impactando el diseño de sistemas y capacidades en la exploración espacial.
El reciente vuelo suborbital con Blue Origin, financiado por el programa Flight Opportunities de la NASA, ha permitido simular la gravedad lunar por primera vez en un cohete suborbital. Esto representa un avance significativo para validar las tecnologías que garantizarán el éxito de futuras misiones en la Luna.