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Diosas mitológicas atacan el museo de San Carlos
La exposición es una clase de mitología; de esos antiguos arquetipos nace nuestra psique.
Vesta, la diosa del fuego doméstico; Proserpina, conocida como Perséfone por los griegos, y Leda, esposa del rey de Esparta, Tindáreo, han unido sus fuerzas para apoderarse del Museo Nacional de San Carlos, para presentarse en la exposición Tres arquetipos, tres naturalezas. La estética grecorromana de Bernard de Montfaucon.
Tras un silencio armonioso y una iluminación perfectamente suave. Se respira un aire mitológico entre los pasillos de San Carlos, el lugar de Vesta se hace presente.
Una de las grandes divinidades romanas era Vesta, la diosa del fuego doméstico. Su culto desapareció ya entrado el cristianismo. El templo de Vesta es de forma circular, lo cual lo identificaba con la Tierra, y al carecer de ángulos, propaga una libre expansión hacia cualquier lado.
La sala Manuel Tolsá del Museo Nacional de San Carlos se ha convertido en un círculo, el cual recrea el templo de la señora del fuego doméstico, y en el que los visitantes recorren el espacio, y experimentan una sensación única, conociendo y aprendiendo cada uno de los temas que giran alrededor de cada una de las deidades que se encuentran en esta sala.
Esculturas, fotografías y grabados dan vida a estas grandes mujeres que pareciera nos miran desde los rincones, contemplando sigilosas y enfurecidas a los asistentes.
El inframundo de Proserpina
Proserpina, hija de Ceres, diosa de los cereales, y de Júpiter, fue secuestrada por el dios del inframundo mientras recogía flores, por lo que estaba destinada a ser la reina del inframundo.
Pero los lamentos de su madre hicieron que Júpiter mandara a Mercurio a interceder ante Plutón, y se logró que Proserpina regresara a ella, quien la recibió llenando de flores los campos.
Proserpina habitará alternativamente dos niveles de la naturaleza: la superficie fértil y otra subterránea y oscura.
Encarnará, pues, la temporalidad cambiante y cíclica de la naturaleza, que es cruel y esplendorosa.
La seducida Leda
Seducida por Zeus, quien para ello tomó la forma de un cisne, Leda, esposa del rey de Esparta Tindáreo, dio a luz a cuatro hijos: Helena y Pólux, inmortales e hijos de Zeus, y Clitemnestra y Cástor, mortales e hijos de Tindáreo. La naturaleza misma del cisne resulta fascinante al ser un ave acuática, ya que une elementos contradictorios: aire y agua.
La conjunción de lo divino con el reino animal también resulta en una serie de contradicciones, las cuales el ser humano heredará en la persona de Helena, mujer tan hermosa como fatídica, al causar, o ser la excusa, de la guerra de Troya.
Tres grandes y divinas mujeres que se unen en esta exposición mediante obras como La religión de Karl Audran; La cuadriga y la Vesta , de autores desconocidos; así como la escultura de Plutón y Proserpina y la Planta del templo de Vesta de Franc Turconi. Con la finalidad de abordar las complejas relaciones que se dan entre divinidad, humanidad y naturaleza, Marco Arce tomó tres personajes femeninos para acercarnos a la mitología.
Museo ?Nacional de ?San Carlos?
Puente de ?Alvarado 50, Tabacalera.?
Martes a ?domingo,
de las 10 de la mañana a las 6 de la tarde
?Entrada: 45 pesos