El Zócalo capitalino será peatonal, anuncia Martí Batres

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, anunció este lunes la peatonalización de la Plaza de la Constitución (Zócalo) del Centro Histórico de la Ciudad de México, por lo cual, en un perímetro que abarca más de 12,000 metros cuadrados (m²), se cerrarán a la circulación vehicular, de manera permanente, las calles 5 de Febrero, 20 de Noviembre y José María Pino Suárez.

“Es una decisión osada y plausible del gobierno de la Ciudad que impactará positivamente en la conservación no sólo del Centro Histórico de la Ciudad de México sino de los centros históricos en el mundo declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO”, declara Francisco Vidargas Acosta, subdirector de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Vidargas Acosta encabeza el área de la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH encargada de revisar e impulsar los expedientes técnicos que México presenta ante la Convención de la UNESCO a efecto de que los bienes de valor universal excepcional puedan ingresar a la lista de Patrimonio Mundial, así como de dar seguimiento al cumplimiento de los planes de manejo presentados ante el organismo internacional.

El funcionario precisa que, con esta decisión, el Zócalo capitalino será, después de la plaza de San Miguel de Allende, Guanajuato, el único núcleo de un centro histórico mexicano declarado Patrimonio Mundial que se convertirá en peatonal.

Sin embargo, añade que por las dimensiones de la Plaza de la Constitución, que es el probablemente una de las más grandes del mundo, solo comparada con la Plaza Roja de Moscú, la decisión de hacerla peatonal cobra una especial relevancia, ya que es el núcleo del centro histórico más grande de América Latina y el Caribe declarado Patrimonio Mundial, que está dando pasos importantes hacia su conservación y a la recuperación del espacio en favor de la comunidad.

“Una decisión así, en la plaza pública más importante de América Latina y el Caribe, por sus dimensiones, y por lo que significa para el centro histórico y para la capital del país, es realmente importante, en términos de conservación, de convivencia humana, de gestión urbana y medioambiental (...) va a ser un gran ejemplo para la conservación de centros históricos de patrimonio mundial en el mundo”, asegura Vidargas.

Francisco Vidargas hace la acotación de que la decisión de peatonalizar el Zócalo se alinea con un documento publicado a finales de diciembre por el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO –“Patrimonio para la Resiliencia. Resultados Consolidados de la Implementación de la Recomendación sobre el Paisaje Urbano Histórico de 2011”- que es “el instrumento más importante emitido en la última década, para fortalecer y garantizar la protección del valor universal excepcional de los centros históricos que han sido declarados Patrimonio Mundial”.

“En el documento se reporta que 90% de los países que han ratificado la Convención de Patrimonio Mundial -entre ellos México- confirman la existencia de obligaciones de protección patrimonial, pero lo más importante, integradas a los planes de desarrollo urbano”.

“Se confirma también que tanto en países de Europa, América Latina y Asia-Pacífico se han establecido regulaciones especiales que conectan la conservación del patrimonio monumental con proyectos y programas específicos que benefician directamente a las comunidades, y es el caso de este cierre del Zócalo y, por obvias razones contribuyen también al medio ambiente”, añade Vidargas.

Un gran paso en favor de la convivencia

En los últimos 15 años, el Centro Histórico de la Ciudad de México y las zonas colindantes han sido recuperadas en favor del peatón y, con éste, en favor de la vida social y cultural en la zona neurálgica por excelencia de la capital mexicana, inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987.

El anuncio del proyecto de peatonalización del Zócalo capitalino es una continuidad lógica, un efecto de este proceso de recuperación del espacio público cuya obra de mayor impacto fue la peatonalización en 2010 de la calle Francisco I. Madero que conecta el Eje Central, la Alameda Central y el Palacio de Bellas Artes con la plaza más emblemática del país y los vestigios de la antigua Tenochtitlan, convirtiéndola en una de las vías más transitadas a pie en el mundo.

Los primeros trabajos para la recuperación y restauración de esta zona de la ciudad comenzaron con los proyectos de recuperación de la Plaza de la República, que tiene por emblema el Monumento a la Revolución, además de la peatonalización de la calle Madero, ambos emprendidos en el año 2009, de cara a las celebraciones por el Centenario de la Revolución Mexicana y el Bicentenario de la Revolución Mexicana, en 2010. La inversión calculada para esta zona de la ciudad se estimó en unos 360 millones de pesos.

Asimismo, en el año 2012 quedó terminada la restauración de la Alameda Central, un sitio con más de cuatro siglos de antigüedad y considerado como el primer parque de América Latina. La obra, se dijo entonces, implicó un trabajo de “cirugía mayor” que incluyó la intervención del Hemiciclo a Juárez con la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), dado el valor patrimonial de alto valor histórico y artístico del área a intervenir. La inversión anunciada para este caso fue de unos 240 millones de pesos.

Todos estos trabajos fueron impulsados bajo la administración del entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubon, en coordinación con la Autoridad del Centro Histórico, el Fideicomiso del Centro Histórico y con el involucramiento directo del arquitecto y académico Felipe Leal Fernández, quien entonces fungía como titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) de esta ciudad.

Adicionalmente, en 2021, las autoridades emprendieron el proyecto de recuperación integral del Centro Histórico en los cuadrantes A y B, con líneas de trabajo como la preservación de los sitios patrimoniales, la renovación de las plazas públicas y el equipamiento urbano. La inversión para este proyecto fue combinada, entre aportaciones privadas y presupuesto público.

Una batalla por la igualdad

La intervención del Zócalo capitalino, anunciada este lunes por el jefe de gobierno, Martí Batres Guadarrama, y funcionarios como el secretario de Movilidad, Andrés Lajous Loaeza, será parte de este circuito en favor de la restitución del espacio público.

“Cuando somos peatones es realmente cuando las personas nos podemos ver a los ojos en la calle, y es totalmente diferente la relación de igualdad y desigualdad que existe frente a los vehículos motorizados (...) cuando somos peatones y nos vemos unos a otros, estamos en una condición de igualdad que no logran los vehículos. Por eso la peatonalización es también un proceso de dignificación del espacio público”, comentó Lajous Loaeza.

Por su parte, Ricardo Ruiz Suárez, secretario de Gobierno capitalino, destacó el retome de la vocación peatonal histórica de la plaza mayor de la Ciudad de México, “sin perder la idea de que este Zócalo, que es maravilloso a nivel internacional, por las dimensiones, la arquitectura y por lo que significa para el país, sigue siendo un espacio para la movilización, la expresión de la gente en todos sus sentidos. No pierde esa idea política (...) pero, por otro lado, permite que la gente camine, que pueda disfrutar de este espacio”.

Objetivos de la peatonalización del Zócalo

• Incrementar el espacio peatonal
• Restringir la circulación de vehículos motorizados
• Promover el acceso al Zócalo en medios sustentables
• Resaltar el valor patrimonial e histórico del sitio
• Disminuir la contaminación ambiental y auditiva
• Instalación de mobiliario urbano

En cifras

• 18,718 metros cuadrados, el espacio total a intervenir
• 50 millones de pesos, la inversión prevista para el proyecto