Lectura 6:00 min
El brunch obligado si estás en San Ángel
Estas delicias están reservadas para disfrutar en sábado y domingo.
Es importante narrarles que he sido testigo de un fenómeno gastronómico que sucedió alrededor del año 1965 y cuyos efectos se siguen sintiendo en esta ciudad. ésta fue la llegada de una pequeña familia francesa (padre, madre e hija) de apellido Bouteille, dedicada al negocio de la producción y venta de comida.
Casi de inmediato abrieron un local que funcionó primero como salchichonería y después como un simple bistrot de comidas corridas al que bautizaron pomposamente como Champs Elysées.
Meses más tarde, la calidad de la cocina francesa en México sufre un salto cuántico al inaugurarse una sucursal (dentro del Hotel Camino Real México) del famoso restaurante Fouquets de París con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos en nuestro país.
Ahí fue en donde el joven y talentoso chef François Avernin colaboraba; bastó una mirada entre los jóvenes Françoise (“Paquita”) y François y pronto esa relación quedó formalizada, además de ocupar el puesto de chef ejecutivo el joven chef francés, apoyado por su esposa Paquita como anfitriona exigente a cargo del servicio en el comedor.
Como matrimonio procrearon a dos hijas: Sophie, quien actualmente es propietaria de un negocio de importación de vinos de Francia y Valerie, socia de su padre en los restaurantes, poseedora de una licenciatura de L’Ècole de Hôteliere de Lausanne, Suiza, después de haberla cursado durante cuatro años en aquella ciudad.
Para completar el cuadro es importante mencionar la compra de una pequeña granja en Totolapan, Morelos, en donde cultivan algunas verduras y vegetales frescos, además de atender a gallinas, pichones y ganado menor, cámaras de ahumados para conservar productos especiales, o sea, un ranchito de productos orgánicos que abastece a los restaurantes propiedad de la familia.
Y es así que se dio lo que fueron considerados como los Años Dorados de la cocina francesa en nuestra capital, encabezados por el querido Champs, que persistió hasta que se cambiaron a su nuevo y elegante edificio de Reforma 316, colonia Juárez, con una carta de platillos con especialidades francesas más sofisticadas mezcladas con sus más conocidos caseros.
Esta situación persistió hasta el año 2005, cuando los Avernin vendieron la marca a una compañía transnacional, con la que acordaron en un plazo de cinco años en el que no podrían actuar en ningún negocio de la restauración, cumpliéndose éste en el año 2010.
Habiendo pasado el plazo fatal, y después de dos intentos fallidos, en el año de 2014 encuentran un local adecuado en la calle de Colima de la muy de moda Colonia Roma y abren sus puertas como Maison de Famille, con una carta básica muy parecida al Champs y especialidades utilizando sobre todo los productos de la granja morelense.
Cambio de página
Cursa el año de 1947 y en el sur de la capital, en la Avenida de la Paz No. 14, colonia San Ángel, al fondo de un predio muy extenso, enclavado dentro de un bosque de vetustos pinos, se comienzan a trazar los cimientos de lo que será una gran residencia de campo diseñada por el famoso arquitecto mexicano Manuel Caco Parra, obra que tarda poco más de dos años en terminarse.
Ocupada durante muchos años por los dueños y debido a los altos costos de mantenimiento, éstos deciden rentarla y es ahí en donde aparece el Grupo Avernin, quien en aquellos años era propietario y operador del Champs y sus sucursales Bistrot Mosaico y estaba en proceso de vender la marca con todo y sucursales, por lo que toda transacción comercial se tratará en paquete, con todas las cláusulas que éstas aplican, entre las cuales existía la restricción familiar mencionada anteriormente.
Cumpliéndose de nuevo la restricción, entra el equipo de transformación y así, nace Maison de Famille San Ángel (Avenida de la Paz 14, colonia San Ángel, teléfono 5525-2546) que pronto encabeza las ideas en el grupo ofreciendo por primera vez, además de su carta normal, desayunos y brunches los fines de semana, con el sabor y sazón especiales que sólo las manos de François pueden producir.
En diferentes visitas que he efectuado a este restaurante, he aquí lo que he probado de brunch:
Después de haberlo sentado a su mesa, se invita a visitar el buffet, en donde escogerá fruta fresca, jugos de frutas recién exprimidos (naranja, toronja, zanahorias, verde), conchas de vainilla y chocolate, danés con pasitas, granola casera, viennoiseries (croissants, chocolatines, etcétera), pan salado como campesino, de centeno, baguettes (todos los panes hechos en casa), patés, terrinas, y embutidos artesanales, quiches, charcutería (embutidos de carne de puerco, salamis, chorizos, fuet), ensaladas (mesclun de lechugas, arúgula, jitomate) y café artesanal de altura chiapaneco preparado por barista.
De bebidas, mimosa hecha con dos partes vino espumoso Brut Dargent y una parte jugo de naranja dulce.
De platos fuertes, a escoger, hay huevos orgánicos al gusto:
- A la inglesa, estrellados, con salchicha, tocino, jitomate frito.
- A la mexicana, con chile verde serrano, cebolla, cilantro, tiernos.
- Rancheros con tortilla y salsa.
- Pain perdu con frutos rojos, rebanada de pan brioche marmoleada frita en mantequilla con crema ácida de rancho y mermelada de frutos rojos.
- Croque monsieur, rebanadas de pan campesino, salsa bechamel, pastrami, queso gratinado Emmental.
- Croque madame, igual al anterior con un huevo estrellado.
- Chilaquiles suaves y crujientes, salsa de chile morita, huevo estrellado y lengua de res (este platillo resultó ser de los más vendidos en los brunches).
- Plato de cuchara del día callos a la madrileña o fabada asturiana.
Horarios: sábados y domingos de 9 de la mañana a 1 de la tarde.
Desde que abrió este restaurante la familia Avernin en el 2005, Fernando Castellanos ha fungido como gerente-capitán y sólo durante un intermedio colaboró con la chef Elena Reygadas en su restaurante Rosetta y el chef Maycoll Calderón en el Huset, así es que es un elemento que se encuentra a gusto con su ambiente y así lo demuestra con sus atenciones.