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En medio de la pandemia, crece el número de personas obligadas a huir de sus hogares: ONU
Casi el 70% de los afectados son de solo cinco países: Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar, según el informe anual sobre desplazamiento forzado de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.
La cantidad de personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos, persecuciones y abusos a los derechos humanos se duplicó en la última década, para llegar a 82,4 millones a fines del año pasado, dijo el viernes Naciones Unidas.
"En el año Covid, en un año en el que el movimiento era prácticamente imposible para la mayoría de nosotros (...) 3 millones más de personas han sido desplazadas por la fuerza", dijo a Reuters el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Casi el 70% de los afectados son de solo cinco países: Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar, según el informe anual sobre desplazamiento forzado de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.
"Desafortunadamente, las tendencias han continuado. Si tuviéramos que trabajar para actualizar las cifras (...) durante los primeros seis meses de 2021, probablemente veremos un aumento adicional de esos 82.4 millones", dijo Grandi. Alrededor del 42% de los desplazados eran niños.
Según dijo, el aumento de las personas desarraigadas de sus hogares se debió en parte a nuevos focos de conflicto, como el norte de Mozambique, la región del Sahel en África Occidental y Tigray en Etiopía, junto con los estallidos en conflictos de larga duración en Afganistán y Somalia.
La ONU también se está preparando para un probable aumento del desplazamiento de civiles en Afganistán cuando las tropas estadounidenses e internacionales abandonen el país en septiembre, había Grandi esta semana.
En medio de un aumento del populismo y el nacionalismo en la política global, Grandi pidió a los líderes mundiales que "dejen de demonizar a las personas" que se ven obligadas a desplazarse.
"Decir que la única forma de abordar este flujo de población es construyendo muros o empujando a la gente al mar es moralmente despreciable. Son seres humanos", dijo Grandi. "Cualquiera que sea el motivo de la huida o del movimiento de los seres humanos, merecen plena dignidad como todos los demás".