Lectura 5:00 min
Irán, foco de la Berlinale
El ganador dedica su premio a su país y a su colega Jafar Panahi, quien se encuentra en arresto domiciliario y tiene prohibido hacer películas en 20 años.
El realizador iraní Asghar Farhadi dedicó el Oso de Oro que ganó este sábado en la Berlinale por su filme Nader y Simin, una separación, desgarradora pugna entre la tradición musulmana y el deseo de modernidad de la juventud, a su colega Jafar Panahi, en arresto domiciliario.
La Berlinale había nombrado como miembro de su jurado, presidido por la actriz italo-estadounidense Isabella Rossellini, a Jafar Panahi.
Durante la ceremonia de entrega de los premios el director del Festival, Dieter Kosslick, sacó al escenario del Palacio de la Berlinale una silla blanca con el nombre de Jafar Panahi.
Todo ser humano tiene la misión de apoyar los movimientos de paz, donde quiera que se produzcan. Soy un realizador de filmes, no un héroe. Si los cineastas fuesen buenos haciendo discursos no harían películas , dijo.
Quisiera dedicar mi premio al pueblo iraní, al país donde crecí y donde he aprendido lo que sé , añadió.
En estos momentos pienso sobre todo en mi amigo Jafar Panahi. Espero que sus problemas se resuelvan pronto y que pueda regresar a la Berlinale el año próximo , dijo.
Panahi, condenado a seis años de arresto domiciliario y a 20 años de prohibición de realizar películas por haber filmado manifestaciones antigubernamentales, no fue autorizado a viajar a Berlín, como tampoco le había sido posible desplazarse a Cannes y a la Mostra de Venecia.
Sé que la Berlinale apoya a Jafar Panahi. Hace tres minutos hablé con él. Sé que ese apoyo es instrumental, pero creo que este premio lo he recibido no a causa del problema de Panahi, sino más bien porque el jurado se focalizó en la película y no se dejó influir por elementos externos , declaró el realizador. Asghar Farhadi, de 38 años, nacido en Isfahán, estudió Dirección de Teatro y Cine en la Universidad de Teherán, ha escrito y dirigido obras teatrales y radiofónicas. En el 2009 ganó el Oso de Plata al mejor realizador por su película Sobre Elly, un angustioso drama sobre un amor imposible.
Una pareja entre la ley y la religión
Nader y Simin, una separación cuenta la historia de una pareja en crisis que se ve envuelta en un lío judicial tras el aborto que sufre la muchacha, una persona muy creyente que se encargaba de cuidar en su domicilio al padre de Nader, enfermo de Alzheimer.
Esta muchacha debe llamar por teléfono a su consejero religioso para saber si le autoriza a lavar al viejo enfermo, quien se ha vuelto incontinente.
Simin, la mujer de Nader, está muy preocupada por el futuro de su hija, que para ella es lo más importante, mientras que ella está apegada a su padre, a quien por obligación moral no puede abandonar.
Nader y Simin, una separación había sido ovacionada largamente el día de su proyección en el concurso oficial y la gran mayoría de los críticos la dieron desde el comienzo como favorita, destacando la destreza de Farhadi para contar su historia.
Mi filme no habla de la pugna entre hombres y mujeres sino de esa necesidad de modernidad que encarna Simin e igualmente del diálogo casi imposible con la tradición que representa ese padre viejo y enfermo , recalcó el director.
El realizador reveló además que en Irán hay un elevado porcentaje de divorcios precisamente por esa pugna permanente entre lo tradicional y lo moderno.
El Oso de plata
El realizador húngaro Béla Tarr ganó el Oso de Plata de la Berlinale con su filme El caballo de Turín, una ficción sobre lo ocurrido tras el célebre episodio del animal defendido por el filósofo Friederich Nietzsche cuando era azotado por un carretero en diciembre de 1889.
El caballo de Turín arranca con una voz que cuenta así el episodio: En Turín, el 3 de enero de 1889, el filósofo Friederich Nietzsche salió de su casa situada en el número 6 de la Via Carlo Alberto. No lejos de ahí un cochero tiene problemas con un caballo recalcitrante que se niega a moverse; el cochero pierde la paciencia y comienza a darle latigazos.Nietzsche, llorando, se acerca al tumulto que se ha formado en la calle y pone fin al castigo brutal del cochero, abrazándose al cuello del animal .
El dueño de la pensión de Turín donde se alojaba Nietzsche se lo lleva a casa. El filósofo permanece dos días tirado en la cama, inmóvil y silencioso, antes de murmurar sus últimas célebres palabras, Madre, soy un tonto . Vivirá 10 años más, sin hablar, demente, cuidado por su madre y su hermana.
La película es el retrato de ese cochero y de su hija, que viven en una gran pobreza.