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La ciencia de la ciencia ficción
¿Es un género literario, una tomadura de pelo o simplemente un modo de hacer cercana a la ciencia?
La historia de Frankenstein es considerada la primera historia de ciencia ficción y surge después de que Lord Byron propone un reto a tres amigos escritores luego de leer una colección de historias fantasmagóricas alemanas, para comprobar quién era capaz de concebir la historia más terrorífica de todas.
Los escritores eran Percy Shelley, John William Polidori y Mary Godwin, quien resultó ganadora.
Ella concibió a la criatura más terrorífica del mundo escribiendo la historia de Viktor Frankenstein, un joven suizo obsesionado con conocer los secretos del cielo y la tierra. Frankenstein crea un cuerpo a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados para infundirle una chispa de vida mediante la electricidad de una tormenta.
Pero ¿para qué contar esta historia? Resulta que dentro de las actividades del Cervantino 2015 La ciencia del arte, el arte de la ciencia, se llevó a cabo la charla Matemáticas y Futuros Extraños, la cual aborda la temática de la ciencia ficción.
La ciencia ficción nació con la ciencia , estableció la moderadora de la ponencia, pero para muchos la ciencia ficción (o sci-fi) también es una tomadura de pelo.
Ante este planteamiento, dos expertos en la materia se presentaron frente a un público del Cervantino que en general ha recibido y acogido de manera favorable a los temas que involucran a la ciencia.
El género que no es para idiotas
El doctor Rudy Rucker, escritor literario y matemático, quien por 20 años se dedicó a la programación de software, es considerado uno de los escritores más importantes de ciencia ficción y divulgador de la ciencia.
Él platica: La ciencia ficción se ha dicho que es para idiotas, que los escritores son degenerados y que no valen nada; sin embargo, ellos creen que conocen la ciencia ficción porque vieron La guerra de las galaxias o La dimensión desconocida y creen que con eso logran una opinión de este género .
Asegura que los escritores de sci-fi tienen que enfrentar dos ataques básicos: la que dicen que esto no tiene que ver con ciencia y que no es literatura.
Ante estos planteamiento el escritor argumenta: Einstein utilizaba la frase del experimento del pensamiento, así en muchas ocasiones tenemos teorías científicas pero con conceptos que por cualquier razón no es práctico hacer un experimento, pero si nos colocamos en un mundo donde podrían pasar estas cosas, logramos resultados sin experimentos. El cerebro es un motor muy poderoso y podemos imaginar situaciones .
Al respecto, Bernardo Fernández, también conocido como Bef, novelista gráfico y escritor de ciencia ficción y novelas policiacas, aseguró que nadie predice el futuro, nadie tiene esa capacidad, pero los escritores de ciencia ficción observan el presente para interpretar escenarios posibles: Tal vez en el pasado cualquiera hubiera podido hablar sobre autos pero sólo los escritores podían predecir los embotellamientos o como George Orwell en su libro de 1984, el cual se adelantaba a una realidad .
Rucker retoma: Esto es lo que hacemos cuando escribimos ciencia ficción, entramos en un escenario y determinamos posibilidades, en ese sentido este género es muy útil, pensar en las ciencias y en cosas que son posibles y además viajar más allá .
¿Qué pasaría si pudiera convertirme en un haz de luz y vivir dentro del sol, después llegar a una subdimensión del espacio, meterme en ella y salir en la siguiente galaxia o tal vez fluir mi cuerpo como si fuera un patrón de información y terminar en la mente de alguien más? .
Aseguró que hay gente que piensa que estas cosas son muy poco probables, pero con el paso del tiempo algunas ocurren y la verdad es que no queremos tener contentos a los científicos, pero sí tener bases para la hora de fantasear (y sonríe él, que también es investigador).
Rudy y el ciberpunk
El doctor Rucker es fundador del movimiento ciberpunk. Explica que es una palabra muy bonita porque combina dos cosas que son polos opuestos, ciber, por un lado, nos hace pensar en computadoras y en algo frío y hablando de punk, pensamos en sexo, drogas, rock and roll y la contracultura .
Asegura que en los 80, cuando inició este movimiento, no tenían ni idea de que las cosas cibernéticas serían cool o buena onda. Imaginen algo como Viaje a las estrellas, todo mundo andaba en pijama, no había grafiti, era todo plástico y aburrido. Entonces pensamos ¿qué podemos hacer con la ciencia ficción? Donde hubiera ciencia buena onda y computadoras también pero con cosas del mundo real; es decir, un poco más en contra del gobierno, del ejército, más en contra de los negocios que manejan el mundo, así fue como empezó el ciberpunk .
Antes, contó, nadie utilizaba la palabra software, era exclusivamente académica, pero yo tenía la idea de que podía ser algo interesante si pudiéramos extraer el software del cerebro de alguien y pudiéramos plantárselo a un robot y yo fui el primero que tuvo esa idea, aunque ahora ya ha aparecido en docenas de películas .
Después me di cuenta que no quería escribir exclusivamente ciberpunk y decidí escribir algo llamado transrealismo, trans: diferente, más allá, no en la vida ordinaria; y lo real. Aquí buscaba una manera de hacer ciencia ficción un poco más interesante.
Mi primera idea fue escribir una novela realista sobre mí mismo y las personas que me rodeaban, pero luego agregarle algunos elementos de ciencia ficción. La primera historia, Luz blanca, se trata de un profesor universitario al que iban a despedir (lo cual me estaba pasando) y logra abandonar su cuerpo para viajar a la cima de una montaña infinitamente alta .
Rucker concluye que la idea no es convencer a nadie sobre la ciencia ficción; sin embargo, asegura que uno de los elementos indispensables para escribir ciencia ficción es promover el pensamiento racional sin limitar a la imaginación.