La telemedicina no es sólo consultas por videoconferencia

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), vivimos en una región donde hay más de 150 millones de personas que tienen problemas para acceder a servicios de salud, ya sea por temas geográficos o económicos. Antes de la pandemia y de manera incipiente comenzaban algunos cambios en la forma de tratar de atender la salud, pero de acuerdo con especialistas, el momento propicio para observar cambios significativos es ahora, luego de una pandemia que transformó la percepción de la salud.   

“En aquel momento la teleconsulta, que es solo una parte de la telemedicina, era un área de oportunidad importante porque había muy pocos desarrollos en ese momento y no había prácticamente empresas enfocadas de lleno en este tema en la región”, explica Pablo Utrera, CEO de DOC24, una startup que nació en 2016 con el propósito de democratizar el acceso a la salud a través de la innovación tecnológica. 

Utrera explica que para ellos fue un momento muy importante para pensar en soluciones. “Nosotros llegamos haciendo unas 5 mil atenciones mensuales en febrero de 2020, para el pico de la pandemia se trataba de unas 250,000 atenciones, lo cual fue un salto cuántico”. Pero más allá de darse solo una mayor adopción de este tipo de tecnologías, se dio la posibilidad de un siguiente paso, es decir, “cómo construimos un ecosistema de soluciones aplicadas al cuidado de la salud que nos permitan acompañar al paciente en diferentes momentos del cuidado, desde la prevención hasta el seguimiento del paciente en casa”.  

En este contexto desarrollaron tecnología y posteriormente un modelo de negocio que precisamente está basado en ayudar a cualquier organización que quiera mejorar el servicio de salud para sus beneficiarios y gestionarla.  

¿Cómo abonar a democratizar la salud? 

Utrera comparte que el Ehealth (término que alude a la aplicación de las tecnologías de la información y las comunicaciones para la atención de salud), permitiría la democratización de la salud por sus alcances. “hoy lo que predomina en el campo de la telemedicina es una atención médica episódica que es muy útil cuando el paciente tiene una dolencia que lo aqueja , sin embargo lo que se busca es una visión integral de la problemática de salud”, ¿cómo se logra esto? 

Dijo que se trata de pensar cómo desde la tecnología se pueden generar modelos asistenciales mucho más integrales, que abarquen diferentes momentos del cuidado y preventivos, por ejemplo, ellos han creado soluciones con inteligencia artificial que permiten a partir de una lectura facial que dura 30 segundos, tomar algunos signos vitales y hacer un marcaje del estado de bienestar general del paciente, esto permite detectar de forma temprana algunas situaciones que pueden merecer atención del paciente.  

Consultorios inteligentes, que son estaciones de telemedicina que se pueden instalar en centros comerciales, edificios corporativos, o en terminales de pasajeros. 

Dispositivos más pequeños, para el multidiagnóstico que permiten conectar centros de atención primaria de la salud, donde normalmente hay médicos generales o personal de enfermería, con médicos especialistas que pueden estar en cualquier parte. El plus es poder  en tiempo real hacer exámenes físicos del paciente, con cámaras que permiten análisis de la piel, examen de oído, ver la garganta del paciente, oxímetro y otros elementos que prácticamente logran hacer lo que un médico podría realizar en términos de una consulta y llevar adelante el trabajo sin necesidad de estar presentes físicamente.

“Estas soluciones por ejemplo se pueden pensar para consultorios anexos a las farmacias o dentro de la salud pública, al interior de nuestros países, mismos que hoy se tienen descuidados por temas geográficos”.  

Por último desarrollos para la tele rehabilitación, es decir, que un paciente monitoreado por una cámara pueda hacer el ejercicio de rehabilitación y que el fisiatra, por ejemplo, pueda lograr información valiosa como los ángulos de apertura, para que el paciente logre el movimiento que se le indica y que de esa forma una porción de tratamientos pueda llevarse adelante desde el hogar, tan importante para pacientes que es difícil su traslado.  

Este tipo de intervenciones también permiten el involucramiento del paciente en su propia salud y gestionarla. 

El contexto del EHealth o ESalud 

En México aproximadamente el 45% de la atención a la salud sale del bolsillo propio, incluso para aquellos que tienen algún tipo de cobertura, el gasto de bolsillo es alto. Esto a la vez tiene un efecto disuasivo para la atención preventiva, “la gente se espera a tener síntomas”. En una encuesta realizada por Doctoralia, sólo el 20% de los mexicanos hacen consultas preventivas, “por ello el potencial de agregar valor al servicio que está recibiendo un mexicano en cuanto a su salud es amplio, además de mejores experiencias, más ágiles, convenientes al bolsillo y con un mejor servicio”.   

Los servicios de salud digital hoy aparecen como una solución con gran potencial para la atención a la salud que requieren miles de personas, en México desde el pasado 24 de marzo de 2021 se presentó en la Cámara de Diputados la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se expide la Ley de Salud Digital, la cual establecería las bases para regular las actividades y servicios relacionados con la salud brindados mediante las tecnologías de información, sin embargo sigue en discusión y sin ser aprobada.  

Esto permitiría consolidar un cuerpo jurídico que dé certeza a todos los actores involucrados en ella y establecería las condiciones para el acceso y desarrollo de la salud digital.  

A pesar de contar hoy con la Estrategia Digital Nacional (EDN), cuyo Objetivo 4 es Salud Universal y Efectiva, la cual establece una política digital para aprovechar las TIC y aumentar la cobertura, el acceso efectivo y la calidad de los servicios de salud; requiere de una Ley que la sostenga, pues hoy existen limitados avances en la Ley General de Salud y algunos aspectos dispersos en la regulación secundaria, como las normas oficiales, por ello,  el sector se encuentra aún sin una regulación adecuada. 

nelly.toche@eleconomista.mx

kg