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Arte e Ideas

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Los reyes del pop —parte I—

Foto: Especial

Madonna

 Es atrevida, transgresora, volcánica. Ha vendido 300 millones de álbumes y fue nombrada una de las 100 mujeres más poderosas del siglo xx. Es admirada y criticada por igual, sus canciones han sido coreadas por millones en el mundo. Además es compositora, actriz, empresaria, escritora, filántropa, ícono del feminismo, amante, esposa y madre. Defensora de la libertad sexual, rebelde y rompedora de récords y tabúes, ella es, indiscutiblemente, la reina del pop.

La niña rebelde

Madonna Louise Veronica Ciccone nació en Bay City, Michigan, el 16 de agoso de 1958. Fue la tercera de seis hijos del matrimonio entre Madonna Fortin y Silvio Ciccone. En 1963, cuando tenía 5 años, su madre falleció de cáncer de mama. Esa ausencia, aunada al rechazo de las reglas que la nueva pareja de su padre buscaba imponerle, convirtió a Madonna en una adolescente rebelde, cuando había tenido una trayecoria escolar brillante y una gran disciplina como porrisa y bailarina de ballet.

A los 19 años decidió abandonar Michigan para trasladarse a Nueva York y probar suerte en la danza contemporánea. Llegó a La Gran Manzana con 35 dólares en el bolsillo y un enorme anhelo de triunfar. Trabajó como mesera y como modelo para el artista Anthony Panzera.

De bailarina a rockstar

Al no encontrar trabajo de bailarina, Madonna decidió incursonar en la música con bandas como The Breakfas Club (1979) y Emmy (1980). Camille Barbone —productora de Gotham Records— se interesó por ella y le ofreció un contrato por 100 dólares semanales, un departamento —pues vivía clandesinamente en unos estudios de grabación— y la promesa de convertirla en estrella; sin embargo, Camille tenía opiniones muy disintas a las de Madonna, los meses pasaron y sin ver resultados inmediatos, la joven, hambrienta de triunfo, se desesperó, rompió el contrato con Gotham y en 1982 grabó de forma independiente sus dos primeros sencillos: «Everybody» y «Burning up», que distribuyó a dj’s y estaciones de radio. Al cabo de algunas semanas, «Everybody» se convirtió en una sensación en muchos clubes de la ciudad.

Aquella primera producción llegó hasta los ejecutivos de la disquera Sire Records, quienes le ofrecieron firmar un contrato para la producción de su primer álbum, titulado justo Madonna.

Su década

Los 80 fueron de Madonna. Empezó conquistando las discotecas con un par de sencillos y se echó a la bolsa al país entero con sus éxitos «Holiday», «Borderline» y «Lucky Star», que se bailaron desde septiembre de 1983 hasta noviembre del 84, cuando estrenó su segundo álbum, producido por Nile Rodgers: Like a Virgin, con el que llegó a la cima y cruzó fronteras: en diciembre el sencillo del mismo nombre ya era número uno en los ee.uu., y en enero del 85 llegó a los primeros lugares en Australia, Reino Unido y Japón.

Ese lp alcanzó el número uno en la lisa Billboard 200, y fue certificado como disco de diamante por 25 millones de copias vendidas en el mundo, mientras que el sencillo «Like a Virgin» estuvo seis semanas consecutivas en primer lugar de la mencionada lista.

En 1985 se casó con el actor Sean Penn, a quien le dedicó su disco True Blue (1986), que también fue el número uno del mundo gracias a canciones inolvidables como «Papa Don’t Preach», «Open Your Heart» e «Isla Bonita» —número uno en más de 28 países.

En 1989 —ya divorciada de Penn— lanzó su nuevo álbum Like a Prayer, que otra vez arrasó en popularidad. Fue entonces cuando Pepsi le pagó 5 millones de dólares por un comercial con el tema que da nombre al lp, pero lo tuvo que retirar de circulación por las protestas de los católicos, quienes consideraron sacrílego el uso de imágenes religiosas combinado con las insinuaciones sexuales que aparecen en el video. Gracias al escándalo, a la calidad del material y a su increíble popularidad, el disco vendió más de 15 millones de copias en el mundo.

Madonna wannabes

En esa década, todas querían ser como Madonna, peinarse como ella, vestirse como ella, copiar su actitud. La estrella puso de moda las prendas y accesorios de la diseñadora Maripol: vestuarios desenfadados a base de tops de encaje, bustiers, faldas o vestidos encima de leggins, pelo ondulado y decolorado, cinturones con motivos metálicos, brillantes collares y pulseras de cruces.

Cantaba «Like a Virgin» y «Material Girl» con voz aguda e infantil —nunca se ha distinguido por su buena voz—, mientras los movimientos de su cuerpo eran insinuantes y provocadores. Su actitud desafiante, indiferente a las críticas, su talento como bailarina y los ritmos pegajosos de sus canciones conquistaron al mundo. Madonna fue la Mejor Artista de los 80, según Billboard, la revisa Musician y mtv. Hasa entonces, y con sólo tres álbumes de estudio, había vendido 75 millones de discos a escala internacional.

La más escandalosa

Si en los 80 causó escándalo, en los 90 Madonna se superó a sí misma, al lanzar al mercado Sex, un libro de arte que mostraba fotografías artísticas y textos eróticos escritos por la cantante. Había desnudos, bondage, sadomasoquismo, homoerotismo, orgías y hasta una insinuación de zoofilia. Todos lo criticaron, pero la mayoría lo compró. Fue la plataforma ideal para lanzar su álbum Erotica, cuyos videos presentaban otras transgresiones.

A la par, Madonna dirigía su empresa productora Maverick y continuaba su carrera cinematográfica. Aunque la mayoría de sus películas recibieron una tibia acogida por parte de la crítica especializada —se le tachó de mala actriz en Desesperately Seeking Susan (1985), Who's That Girl (1987), Dick Tracy (1990) y Body of Evidence (1993)—, la «Chica material» al fin triunfó con Evita (1996): obtuvo el Globo de Oro a Mejor actriz de musical y la cinta consiguió el Oscar a Mejor canción original.

En el mismo año, dejó el catolicismo y se inició en el culto a la doctrina comercial de la Kabbalah.

Mujer superpoderosa

Con el nuevo siglo, Madonna siguió explotando sus diversas facetas: como escritora, empezó en 2003 la publicación de la serie infantil Las Rosas Inglesas. También ha escrito sobre la Kabbalah y sobre su vida en diversos libros.

Como empresaria de la moda, lanzó en 2010 una colección de ropa inspirada en los 80, codiseñada con su hija Lourdes. Y hablando de hijos, además de Lourdes —de su relación con el entrenador deportivo Carlos León—, tuvo otro hijo, Rocco, con su segundo esposo, el cineasta Guy Ritchie, de quien ya se divorció. Dicen por ahí que Madonna es exitosa porque tiene el «It Factor», es decir, que es original en todo lo que hace, lo hace primero y lo hace mejor. En su faceta filantrópica, ha adoptado a cuatro niños de Malawi y distribuye una parte de sus ganancias a organizaciones caritativas. Madonna es también una defensora de los derechos LGBTTTIQA y un ícono del feminismo, una mujer que sabe perfectamente lo que quiere y cómo lograrlo, que ha capitalizado el escándalo, que expone libremente su sexualidad. Es la encarnación de la mujer poderosa.

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