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Arte e Ideas

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Mark Twain sigue luchando contra la censura

Un siglo después de su muerte, Mark Twain continúa luchando con los críticos de su lenguaje.

Mark Twain era el tipo de persona que podía contar un chiste grosero y luego disculparse sentidamente, que escribía cosas que sabía iban a resultar ofensivas para muchos y se guardaba otras por la misma razón.

Un siglo después de su muerte, Mark Twain continúa luchando con los críticos de su lenguaje.

Al escritor y humorista le preocupaba tanto el impacto de lo que decía en público que se abstuvo de publicar ensayos contra la religión y dispuso que debían pasar 100 años de su muerte antes de que se publicase su autobiografía. El primero de tres volúmenes de la versión íntegra, publicada en el 2010 y con comentarios mordaces sobre los empresarios y los militares, resultó un sorpresivo best-seller, que vendió cientos de miles de ejemplares.

Twain creían en la búsqueda de la verdad. Las aventuras de Huckleberry Finn irritaron a mucha gente cuando fue publicado por primera vez y sigue haciéndolo 126 años después.

La novela más famosa de Twain está siendo publicada junto con Las aventuras de Tom Sawyer por NewSouth Books en un volumen que saldrá a la venta en febrero. En esa edición se reemplazó la palabra nigger , que alude a los negros en tono despectivo, de uso común por el 1880, con el término esclavo .

Era un caballero victoriano, o trataba de serlo , comentó el biógrafo de Twain Ron Powers. Le importaba el que su esposa aprobase lo que escribía y quería complacer al público. Pero había ciertos terrenos, como el de la raza, en el que era intrépido. En San Francisco, antes de la Guerra Civil, lo sacaron a patadas de la ciudad porque criticó a la policía por pegarle a los chinos .

Caminaba por una línea muy tenue y podía terminar en cualquier lado, y resultar muy conservador o ir demasiado lejos y decir cosas en broma que no causaban ninguna gracia , manifestó Robert H. Hirst, editor general del Proyecto Mark Twain en la sede de Berkeley de la Universidad de California, donde fue editada la autobiografía, publicada por la editorial de la universidad.

Decía que la única crítica que le importaba era la del gran público. Quería una audiencia grande , dijo Hirst.

Huckleberry Finn bien podría aspirar a ser considerada la novela más importante de la literatura estadounidense. Pero la franqueza con que aborda temas costumbristas, raciales y la rebelión antes de la Guerra Civil hacen que resulte un clásico un tanto incómodo. Cuando fue publicado por primera vez, se dijo que promovía un comportamiento cuestionable, por ser vulgar y no dar un buen ejemplo a la juventud , según Justin Kaplan, autor de una biografía de Twain que ganó el premio Pulitzer.

Con el correr de los años cambiaron los valores de la gente y disminuyeron las objeciones. A raíz del uso de la palabra nigger el libro fue retirado de las listas de obras clásicas. Algunos de los pasajes finales, como cuando Huck y Tom demoran la liberación del esclavo Jim y colocan ratas y víboras en su cabaña, desconciertan a los historiadores, que los consideran crueles e innecesarios.

Algunos creen que esta es una sátira de Mark Twain sobre la reconstrucción y lo dura que fue la vida después de la Guerra Civil , declaró Powers. Nadie está muy seguro .

La práctica de alterar textos por considerar los originales inapropiados fue bastante común en el pasado, sobre todo en el siglo XIX, en que los valores victorianos hicieron que se modificasen hasta obras de Shakespeare. Durante años se publicaron en Estados Unidos textos griegos y romanos con alteraciones, hasta que en la década de 1960 volvieron a usarse las malas palabras que emplearon Aristóteles y demás.

Huckleberry Finn no está protegido desde hace tiempo por los derechos de autor y puede ser modificado según el editor lo considera apropiado. Una versión usada en escuelas primarias no incluye la palabra nigger .

Los libros son abreviados para hacerlos más apropiados para estudiantes de tercer y cuarto grado. Se modifica la extensión, la estructura de las oraciones, el vocabulario difícil de entender y aspectos que pueden resultar demasiado delicados o confundir a lectores jóvenes , expresó Frances Gilbert, vicepresidenta y editora de Sterling Children's Books.

Los estudiosos objetan los cambios. Kaplan, el biógrafo de Twain, dice que el volumen de Huckleberry-Tom Sawyer de NewSouth le resulta ofensivo. Powers sostiene que los cambios son abominables y no ayudan en nada a la educación de una persona.

`Huckleberry Finn' y el uso de la palabra `nigger' son un instrumento ideal de enseñanza , afirmó Powers. Generan un diálogo entre maestros y estudiantes. Pide a gritos contexto .

El editor del libro, Alan Gribben, un experto en Twain, dice en la introducción que los estudiantes prefieren un lenguaje sin palabras fuertes y que un lenguaje más moderado atraerá más lectores, algo que Twain hubiese apreciado.

Seguramente hubiese adaptado su lenguaje de haber previsto la reacción que tienen los lectores de hoy a términos racistas en un país que ha sufrido muchos cambios culturales , señala Gribben.

Eso es ridículo , dice Powers. Es como cuando alguien pregunta qué hubiese pensado Mark Twain de la liberación femenina. Uno no puede dar cosas por sentadas y usar eso como pretexto para destruir obras de arte .

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