Lectura 6:00 min
Nearshoring, una oportunidad de oro para la industria audiovisual
México tiene el potencial de convertirse en un punto neurálgico de la producción de cine y otros medios visuales, no sólo en la región sino en el mundo, pero necesita asimilar políticas fiscales más amplias y robustas, señala Victoria Contreras, directora de Conecta Cultura.
México tiene el potencial de convertirse en un punto neurálgico de la producción de cine y otros medios visuales, no sólo en la región sino en el mundo, pero necesita asimilar políticas fiscales más amplias y robustas, señala Victoria Contreras, directora de Conecta Cultura, tras reunión con representantes del cine, la IP y banca de desarrollo
La industria audiovisual mexicana se encuentra en un momento de oportunidad inmejorable. La proximidad de nuestro país con Estados Unidos, en cuya industria fílmica se toman decisiones con efectos en todo el mundo, es, sin duda, una ventaja por sobre otros mercados potencialmente competitivos en el campo audiovisual.
Esta posición geográfica, además del T-MEC establecido con los países vecinos del norte, permite, por ejemplo, la facilidad de bajos costos en diversos campos de intercambio comercial, incluyendo el audiovisual. De ahí que los movimientos políticos para favorecer el nearshoring –es decir, de la relocalización de negocios– en nuestro país resulten pertinentes.
Entre las ventajas que deben aprovecharse a la brevedad, destaca Victoria Contreras, fundadora y directora general de Conecta Cultura, son dos decretos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en favor del nearshoring.
El primero se publicó el 11 de octubre de 2023, que, a grandes rasgos, facilita el otorgamiento de estímulos fiscales a sectores clave de la industria exportadora, particularmente en la deducción inmediata de la inversión en bienes nuevos de activo fijo y la deducción adicional de gastos de capacitación. Y el sector de la industria cinematográfica y audiovisual se encuentra dentro del universo considerado por este decreto.
El segundo apareció el 12 de enero de 2024. Se trata del acuerdo por el que se emiten las reglas generales para la aplicación del estímulo fiscal a proyectos de inversión en la producción y distribución cinematográfica nacional.
Conversar para crecer, la clave
Ante este umbral de oportunidad, el martes pasado, Conecta Cultura con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe (CAF), realizó el encuentro “Nearshoring e Industrias Audiovisuales: Construyendo el futuro de las industrias audiovisuales de México, a través de incentivos fiscales, nearshoring y due diligence”, para el que fueron convocados representantes de la industria cinematográfica y audiovisual, el BID, el CAF y la firma jurídica Baker Mckenzie México.
“Del nearshoring se habla en muchos foros, pero casi nadie está hablando de lo que significa que las industrias audiovisuales hayan sido consideradas en esta visión. Creemos que estos decretos de incentivos fiscales son limitados, pero son el camino correcto para construir una industria fuerte”, comparte Contreras.
El encuentro, comenta, se construyó con tres objetivos fundamentales: analizar la perspectiva a corto y mediano plazo de las industrias del audiovisual instaladas en México; exponer alcances, oportunidades y desafíos del sector frente al nearshoring y a partir de ello promover la asociación y la sostenibilidad del sector audiovisual, y, finalmente, analizar el alcance de los nuevos mecanismos fiscales, especialmente para el desarrollo de las industrias audiovisuales instaladas en el país.
En las próximas semanas se publicará un documento con las conclusiones del encuentro y una serie de propuestas que serán socializadas para ayudar a impulsar las sinergias en el sector y fortalecer la industria.
México crece, pero se queda corto
Según datos del Inegi, en el 2022, el sector de la cultura contribuyó con el 2.9% del PIB nacional, con el ecosistema audiovisual como uno de sus remolques.
Ahora bien, una de las barreras, coincide la entrevistada con otras voces que este medio ha recogido, es la falta de más información cuantitativa. “Los datos que están disponibles actualmente no necesariamente son tan sólidos. Al final, lo que tenemos en muchos casos son meras estimaciones, porque, probablemente, el impacto del sector es mayor”. Para muestra, algunos datos:
En 2023, la consultora para estrategias de industrias creativas Olsberg SPI presentó un informe que, a grandes rasgos señala que, con más de 62 millones de hispanohablantes en Estados Unidos y casi 500 millones en todo el mundo, “los inversores en contenidos están muy interesados en la producción en español”.
Olsberg SPI analiza que el auge de los contenidos audiovisuales de los últimos años, con un impulso significativo durante la pandemia, aceleró la producción en México. Sin embargo, señala el estudio: “esta tendencia de crecimiento oculta el hecho de que México, en realidad, está rindiendo menos que otros mercados clave de la producción audiovisual mundial cuando comparamos su crecimiento”.
Por ejemplo, “el gasto base anual de producciones audiovisuales en México, estimado en 673 millones de dólares (a 2022), es más de seis veces inferior al gasto en el estado estadounidense de Georgia durante el año fiscal 2021/2022, a pesar de que la población de México es casi 12 veces mayor que la de Georgia (...) Si México adoptara el nivel de Implementación Total de un programa de incentivos, el gasto en el país aumentaría rápidamente”.
La discusión está abierta, las oportunidades están dadas y es necesario fortalecerlas. Finalmente, Contreras reflexiona: “ojalá la discusión que impulsamos y las que se están dando en estos días sumen a que se fortalezca la industria audiovisual de tal manera que, si volvemos a platicar en cinco años o en tres, porque este mercado se mueve muy rápido, resolvamos que lo sucedido en 2023 y 2024 tuvo repercusiones y notemos que el mercado audiovisual mexicano consolidó su repercusión y presencia en el mundo”.
Por esto mismo, dice la entrevistada, la industria audiovisual en el país tiene un desafío impostergable: la formalización laboral, es decir, “mejorar el acceso a derechos para quienes trabajan dentro del circuito. Entonces, en el fondo de toda está discusión, el tema principal es sobre derechos”.
“Ojalá que los representantes de Cultura y también los del sector económico de las candidaturas (presidenciales) se den el tiempo de analizar esta visión de oportunidad. Nos encantaría que desde la política pública lo retomen, pero si no sucede, se estaría perdiendo una oportunidad única”, concluye Contreras.
Algunos datos de Inegi (2022)
2.9% la aportación de la cultura al PIB nacional
18% la participación del sector audiovisual a la cultura
27.4% creció el audiovisual en México de 2022 frente al 2021
12.4% los empleos generados por el subsector dentro de la cultura
Fuente: Cuenta Satélite de la Cultura de México 2022