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“Nuevo Archivo Nacional de Arqueología” encuentra sede en el MNA

Con 55 años de vida, el histórico “Archivo Pepe”, como lo llaman los arqueólogos del INAH en honor a su creador, pone fin a una larga historia de mudanzas para instalarse en el Museo Nacional de Antropología; el acervo resguarda documentos invaluables que datan de principios del siglo XX.

Hasta este miércoles, se le llamaba Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología. Fue un archivo nómada por desdén. Creado y actualizado desde 1968 por José Luis Ramírez, "don Pepe", fallecido en 2020, en la historia reciente el llamado “Archivo Pepe” habitó el Palacio del Marqués del Apartado, en condiciones apenas suficientes para su preservación. Después, con la creación de la Secretaría de Cultura desde 2015, se le ordenó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que ese “montón de papeles” debía moverse de lugar porque había otros planes para el inmueble.

Entonces se le asignó una bodega ubicada en Avenida Revolución, en San Ángel, una morada que, sin embargo, no era el lugar más digno para los estándares requeridos.

Porque este archivo tiene historia, tanta como la tiene el propio instituto. En él se resguardan los registros de las primeras excavaciones arqueológicas de nuestro país, así como los materiales etnográficos, de antropología física y social, e incluso de historia, lingüística y otras disciplinas derivadas de la investigación dirigida por el otrora Departamento de Monumentos Prehispánicos de la SEP.

Se trata no sólo de la memoria arqueológica del país. Es un ente vivo que sigue nutriéndose semana con semana y también abriga los archivos de investigaciones que no solamente está realizando el personal y los académicos del INAH, sino de otras instituciones y universidades de todo el mundo sobre la riqueza patrimonial del territorio mexicano.

A partir de este miércoles, ese “montón de papeles” cambió de nombre, uno para reivindicar: Archivo Nacional de Arqueología, y también formalizó su sede permanente en el Museo Nacional de Antropología, con los parámetros adecuados para su relevancia y exigencia, en un espacio compartido con la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, la Osteoteca y la Colección de Momias.

La presentación de este nuevo espacio se llevó a cabo en la víspera, con la presencia de funcionarias y funcionarios federales y del instituto encabezados por Marina Núñez Bespalova, subsecretaria de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura federal, y el propio Diego Prieto Hernández, director general del INAH.

“Es un acontecimiento de primer orden”

“Para la comunidad académica de nuestro país, para los arqueólogos, los antropólogos físicos, sociales, los etnólogos, los etnohistoriadores, los historiadores y quienes se dedican a la conservación y restauración de nuestro patrimonio, (la apertura del Archivo Nacional de Arqueología) se trata de un acontecimiento de primer orden”, es un compromiso con la Coordinación Nacional de Arqueología, con la memoria del mundo y también con la memoria de un colega, el gran cuidador de este archivo, Pepe Ramírez, que mucho aportó a su cuidado, desarrollo y salvaguardia”, destacó el antropólogo Diego Prieto.

“Probablemente el nombre, así lo conversé con Pedro Francisco Sánchez Nava (coordinador nacional de Arqueología y presidente del Consejo de Arqueología hasta su muerte en febrero de 2022), confundió a algunos funcionarios de la Secretaría de Cultura que pensaban que esos papeles se podrían ir a otro lado. Se nos dijo: por 'qué no lo llevan a (edificio de) Córdoba'; incluso se nos dijo sobre el Fuerte de Perote; ‘por qué no lo llevan al Castillo (de Chapultepec)’, a cualquier parte”, relató el funcionario sobre el desdén hacia este importante acervo documental.

Más adelante, detalló que actualmente este archivo se compone de dos grandes acervos: el Fondo Histórico y el Archivo de Concentración.

En el primero yacen los documentos más antiguos, con un acervo de 241 tomos de informes técnicos referentes a las primeras excavaciones en México, con fuentes primarias desde 1914 hasta 1959. En él se incluyen monografías, fotografías, pinturas al óleo, planos, inventarios, notas y reportes.

Entre estos documentos se incluyen hitos como las exploraciones en Oaxaca del arqueólogo Alfonso Caso, las investigaciones en Palenque, de Alberto Ruz L'Huillier, y el reporte de Martín Bazán sobre la Tumba 7 en Monte Albán, entre muchos otros.

El Archivo de Concentración, por su parte, contiene los informes de las investigaciones recientes (diarios de campo) que abarcan más de 600 metros lineales de información que permanece en crecimiento, con material imprescindible de consulta para la investigación contemporánea.

Por lo anterior, una de las condiciones para la mudanza del archivo fue que la nueva morada debiera ser capaz de contener el crecimiento del archivo en por lo menos los próximos 15 años.

Finalmente, la subsecretaria de Desarrollo Cultural se comprometió: “varios de los recursos que ahora se están destinando para el Proyecto Chapultepec y que formaban parte de la rehabilitación de otros espacios que el INAH nos ayudaba a operar, se van a venir para acá, para terminar de conformar este nuevo archivo”.

Fondo Histórico del Archivo Nacional de Antropología:

241 tomos de informes de excavaciones entre 1914 y 1959.

Incluye investigaciones encabezadas por:

  • Alfonso Caso                                                                                    
  • Jorge Acosta
  • Emilia Florencia Müller
  • John Paddock Gibs
  • Román Piña Chan
  • Alberto Ruz L'Huillier
  • Enrique Nalda
  • María Antonieta Espejo
  • Manuel Gamio
  • Byron Cummings
  • Eulalia Guzmán Barrón                                                              
  • Alejandro Martínez Muriel                                                            
  • Roberto García Moll

(La reapertura del acervo) es un compromiso con la Coordinación Nacional de Arqueología, con la memoria del mundo y también con la memoria de un colega, el gran cuidador de este archivo, Pepe Ramírez, que mucho aportó a su cuidado, desarrollo y salvaguardia”.

Diego Prieto Hernández, director general del INAH

EN CIFRAS

  • 3,307 personas solicitaron el servicio de la Sala de Consultas del archivo durante 2022
  • 905,000 pesos, el costo de los traslados del archivo de Av. Revolución al MNA
  • 2,534 cajas fueron necesarias para las labores de mudanza

Reclaman desdén del INAH a su Archivo Técnico de Arqueología"

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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