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Para comprender la naturaleza de los virus hay que abandonar la visión dicotómica de lo vivo
A pesar de su pésima reputación y de su relativa simplicidad estructural y funcional, los virus son muy importantes.
Para comprender la naturaleza de los virus hay que abandonar la visión dicotómica de lo vivo, pues los virus se replican, mutan y evolucionan, pero estas propiedades también están presentes en otros sistemas químicos no vivos, explica el doctor Antonio Lazcano Araujo, biólogo evolucionista, divulgador de la ciencia y miembro de El Colegio Nacional (Colnal).
Por ejemplo, si una persona tiene muerte cerebral, ya no puede votar, decirles a sus seres queridos que los ama y no puede decidir si continuar o no, aunque está vivo en términos biológicos, en términos sociales ha fallecido. Pero esta persona a su vez puede ser dador de vida si se convirtiera en donador, “por lo que la visión de la vida y muerte tiene diversas implicaciones”.
Durante el ciclo Viernes Viral, que será transmitido en vivo los viernes de abril a través de las redes sociales del Colnal, el especialista abrió con la charla ¿Qué son los virus?, en ella explicó que de acuerdo con Michelle Morange, historiador de la biología molecular contemporánea, los virus a diferencia de los organismos, contienen solo una forma de moléculas informativas (RNA o ADN), no pueden por sí mismos sintetizar proteínas o generar su energía a través del metabolismo, y que asumir que los virus están vivos, conduce a una definición puramente informativa de la vida, pues los virus no necesitan estar vivos para jugar un papel importante en la evolución de la biosfera.
A pesar de su pésima reputación y de su relativa simplicidad estructural y funcional, son muy importantes, entre el 10 y 40% del genoma humano es de origen viral y algunos retrovirus endógenos han jugado un papel esencial en la evolución de la placenta, sin la cual animales placentarios no existirían (perros, gatos).
El doctor Lazcano compartió con un amplio auditorio que en tiempos recientes, los virus se han estudiado a partir de las polimerasas, pues “absolutamente todos los tipos de virus que conocemos tienen esta molécula que les permite replicarse”. Con base en ello se sabe que la mayor parte de los virus no son patógenos, también sabemos que hay virus en todos los reinos biológicos, y que los virus no fueron los primeros seres vivos, ni son primitivos, aunque muchos de ellos, sí son muy antiguos.
Los virus no se pueden multiplicar por su cuenta, solamente se multiplica si está en el interior de una célula y entre los seres vivos, la replicación depende de los ácidos nucleicos; el RNA, con información genética más susceptible de mutar, y DNA con información genética más estable. Esto nos permite dividir a los virus en dos grandes grupos, unos con genomas de DNA y otros de RNA que tienen una sola hebra positiva, como el nuevo coronavirus, que quiere decir que cuando el virus infecta una célula, su RNA llega al interior celular, con pequeñas modificaciones, rápidamente empiezan a ser traducidos por los ribosomas y a formar las proteínas del virus hasta que se apropia de la maquinaria molecular de la célula. También se pueden formar para ARN, con una hebra negativa, doble hebra y retrovirus.
Los virus de RNA, también pueden sufrir recombinaciones genéticas en el interior de una célula “creemos que este fenómeno, fue precisamente el que dio origen a la cepa que luego se convirtió en el SARS-CoV-2, que ahora causa esta pandemia pavorosa. Hubo una recombinación cuando más de un virus de RNA infectó una célula, no sabemos aun si de un murciélago, un hospedero intermediario o directamente a un ser humano”.
Trabajo con polimerasas
El doctor Lazcano trabaja hoy, junto con su equipo, identificando en las polimerasas del nuevo coronavirus algunos antivirales que pudieran servir. “Como son moléculas homologas y tienen un origen común con propiedades comunes, tienen una relación equivalente con distintos antivirales. En un trabajo que hemos enviado a una revista y está siendo juzgado, proponemos el Sufosbuvir. Es una molécula que se utiliza para atender casos de hepatitis C, pero con polimerasas de origen común con el nuevo coronavirus… ( ) Lo que se pudo hacer fue demostrar que esta molécula encaja en los sitios funcionales de la polimerasa del virus causante del Covid-19 y por lo tanto es un inhibidor potencial”.
Aunque es una molécula muy cara, su ventaja es que ya está aprobada en tratamientos médicos y por la emergencia no se puede desdeñar.
El autor de más de 150 trabajos de investigación concluyó asegurando que aunque no se puede predecir la aparición de nuevos virus, debido al proceso multifactorial de la evolución biológica y que no sabemos que mutaciones se van a fijar en una población, lo que sí es fácil anticipar, es que van a surgir mutantes resistentes a los antivirales. Ante este escenario, lo que se puede hacer es predecir los procesos ecológicos que puedan facilitar epidemias futuras y hacer algo “por ejemplo, pensar en la expansión urbana, donde entramos en contacto con especies animales que antes permanecían alejadas, devastaciones ecológicas, tráfico de especies silvestres y con ello, el brinco de virus de una especie a otra”.