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Arte e Ideas

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Pedro Reyes en el Anahuacalli: la persistencia del arte frente a la amnesia

En conmemoración de los 60 años del museo, la exposición “Amnesia atómica”, compuesta por 20 piezas de creación reciente, pasa lista a los movimientos antinucleares de la historia, dialoga con la faceta antibélica del muralista mexicano Diego Rivera y la extiende al presente.

Foto EE: J. Francisco de Anda Corral

Zero Nukes. Una monumental escultura inflable que hace alegoría al hongo de la bomba atómica recibe al visitante en el Museo Anahuacalli. Es la pieza que abre la exposición “Amnesia atómica”, que reúne 20 piezas del artista, historiador  y activista Pedro Reyes, para celebrar los 60 años del recinto concebido y diseñado por Diego Rivera, en Coyoacán, Ciudad de México.

La frase “Cero armas nucleares” aparece rotulada a mano en ocho idiomas en la parte alta de la escultura, en referencia a los nueve países que actualmente poseen arsenales nucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Corea del Norte, China, Israel, Pakistán, India y Francia.

La muestra, inaugurada este jueves, reúne cuatro años de trabajo de Pedro Reyes, en cuyas obras se narra la historia de los movimientos antinucleares. “La persistencia del arte frente a la amnesia.es el mejor vehículo para impulsar ciertas ideas”, dice el artista, en conferencia de prensa.

"Amnesia atómica” tiene como referente principal el desaparecido mural de Diego Rivera “Pesadilla de guerra, sueño de paz. Fantasía realista”, de 1952, una de las primeras representaciones pictóricas sobre la bomba atómica  y que alude, además, a la Guerra de Corea, obra considerada pionera del movimiento antinuclear en el mundo, que desató gran polémica en su tiempo, y de la cual el museo conserva un boceto de nueve metros que luce en una de sus salas principales.

Un llamado al desarme nuclear

Junto a él se yergue la colosal pieza “Zero Nukes” para recordar y actualizar la preocupación y protesta expresadas a través del arte por Rivera y sus contemporáneos, y extender al presente un llamado urgente a detener la escalada del armamentismo nuclear y las armas de destrucción masiva, ante un mundo que, ocupado en otros temas con mayores reflectores, parece haber olvidado el horror y muerte  que causaron en el siglo XX y el gran peligro que representan todavía en el XXI, cuando se invierten trillones de dólares para actualizar el arsenal nuclear, reflexiona Pedro Reyes.

“Zero Nukes”, que radicaliza el llamado abolicionista en oposición al lema “no proliferación de armas nucleares”, abanderado por algunas organizaciones, se instaló en 2022, en Times Square, en Nueva York, para el evento Mobilization for Survival, que reunió a un extenso grupo de organizaciones que trabajan por el desarme nuclear.

La muestra de Reyes, bajo la curaduría de Karla Niño de Rivera, ofrece un recorrido por las fechas clave en la historia de los movimientos antinucleares e invita a la reflexión social; reinterpreta ciertos referentes antibélicos y rinde homenaje a quienes combatieron y siguen luchando por detener los conflictos nucleares.

De algún modo, la obra de Pedro Reyes es heredera y continuadora de los esfuerzos de Rivera durante la primera campaña internacional en contra de las armas de destrucción masiva en los años 50, y se actualiza en su propuesta estética al servicio de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Armas Nucleares (ICAN), reconocida con el Premio Nobel de la Paz, y de la cual Reyes es un incansable promotor.

“Diego (Rivera) siempre estuvo en contra de la actividad nuclear, en contra de la guerra, siempre estuvo a favor de la paz, allí están sus bocetos, que reflejan lo que él sentía y lo que él pensaba, y en este momento Pedro viene a hacer un diálogo entre su obra y la de Diego”, expuso María Teresa Moya, directora del recinto.

Lo más destacado

Otra pieza de la muestra es “Tregua” (2024), una mano en forma de paloma labrada en mármol sobre una base de piedra volcánica, que hace referencia a quienes trabajan por la paz en el mundo.

Destaca también “El acuerdo” (2024), dos manos entrelazadas talladas en un monolito de piedra volcánica, que alude al Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW, por su sigla en inglés), que fue presentado en las Naciones Unidas en 2021 y que a la fecha ha sido suscrito por 91 países.

“Leetso/Tlaolli” (Uranio/Maíz)”, por su parte, es una pieza de acero y concreto que evoca la lucha de los navajos en Nuevo México para prohibir la extracción de ese metal radioactivo, por la contaminación y enfermedades mortales que causa.

Así llegamos, por los pasajes laberínticos del Anahuacalli que semejan el interior de una pirámide,  a la pieza estelar, “Pax Atómica”, creada ex profeso para esta exposición.  Es una jaula para pájaros que tiene la forma y medidas exactas de Little Boy, la bomba atómica que destruyó la ciudad de Hiroshima en 1945, y cuyo nombre alude a la Pax Romana, un periodo de falsa estabilidad.

Otra pieza cautivadora es “Threnody”, que presenta un rostro esculpido en el centro de un bloque de tezontle rojo, que es un homenaje al escultor Isamu Noguchi -dice Reyes-, quien en 1947 imaginó un monumento de 1.5 km de largo, que podría ser observado desde el espacio exterior por una civilización extraterrestre que visitara nuestro planeta después de su apocalíptico fin.

Amnesia atómica, de Pedro Reyes, se presenta en el Museo Anahuacalli del 12 de septiembre 2024 al 12 enero 2025.

Museo Anahuacalli

El Museo Anahuacalli fue diseñado por el muralista Diego Rivera, y es hoy un espacio único que conjunta pasado y presente: el arte precolombino y el contemporáneo. Construido entre 1942 y 1964, resguarda una colección de más de 50,000 piezas prehispánicas de piedra, cerámica y barro, reunidas por el artista, de las cuales 2,000 se exhiben en salas. Destacan en sus techos y bóvedas los petromosaicos diseñados por el propio Rivera, que aluden a los cuatro elementos de la naturaleza y a las deidades mesoamericanas.

El Anahuacalli emula la arquitectura teotihuacana, maya y mexica; consta de tres niveles que simbolizan el inframundo, el mundo terrenal y el supramundo. Anualmente atrae a 120 mil visitantes.

“Diego (Rivera) quería un lugar en donde todas las artes confluyeran, donde dialogaran el artesano y el artista , donde el público participara, y es un poco lo que hemos venido construyendo”, expone María Teresa Moya, directora del Museo Anahuacalli.

Amnesia atómica

Exposición de Pedro Reyes

  • Museo Diego Rivera Anahuacalli (Calle Museo 150, San Pablo Tepetlapa, Coyoacán, Ciudad de México)
  • Fechas: Del 12 de septiembre de 2024 al 12 de enero de 2025
  • Horarios: De martes a sábado de 11:00 a 18:00 h; Domingo, de 11:00 a 14:00 h
  • Acceso general: $105

francisco.deanda@eleconomista.mx

Editor de Arte, Ideas y Gente en El Economista. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Filosofía Social, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Especialista en temas de arqueología, antropología, patrimonio cultural, religiones y responsabilidad social. Colaboró anteriormente en Público-Milenio, Radio Universidad de Guadalajara y Radio Metrópoli, en Guadalajara.

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