Penacho fue causa para la “sana distancia” con Austria, dice AMLO

Durante la conferencia matutina de este miércoles en Palacio Nacional, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, retomó el tema de la pieza de arte plumario conocida como el Penacho de Moctezuma, que, presumiblemente, desde hace cinco siglos se encuentra en Europa, pero a partir del final de la Segunda Guerra Mundial se resguarda y exhibe en el Museo Etnográfico de Viena, Austria, una pieza además que ha servido para poner en la palestra las relaciones entre el gobierno mexicano y el de Austria.

Al cierre del acostumbrado encuentro con los medios, López Obrador aceptó una última serie de preguntas de un documentalista holandés cuyo equipo, introdujo, trabaja en una investigación sobre el tema de restitución y están en el país para investigar el origen y la disputa de la famosa pieza de arte plumario.

El presidente no descartó que el penacho pueda regresar al territorio mexicano en el futuro, pero, agregó: “debe de ser una demanda permanente de los mexicanos, esté quien esté en el gobierno. Y no sólo el penacho, sino muchísimas otras piezas que se han sustraído de manera ilegal, que se han robado de México y que se venden en subastas o están en otros países”.

López Obrador confirmó a su interlocutor que es incluso histórica la serie de solicitudes al gobierno austriaco para la restitución del penacho y retomó el relato sobre la última de ellas, emitida a través de una carta que el presidente hizo llegar a su símil austriaco vía la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller en una gira por Europa en 2020, aunque, en este caso, precisó, la solicitud fue únicamente para el préstamo de la pieza.

Tengo entendido de que Antropología (el INAH) ha hecho gestiones de tiempo atrás para la devolución del penacho”, dijo y añadió más adelante: “aun cuando no esté por escrito, nosotros sostenemos que todas esas piezas de arte arqueológicas, históricas, pertenecen al pueblo de México y que fueron sustraídas de manera ilegal, que es un patrimonio de México (…) entonces, vamos a seguir demandando que nos devuelvan todas esas piezas que se subastan en países europeos”.

El documentalista holandés preguntó: “pero cuando los austriacos dicen que el penacho es tan frágil y no pueden moverlo, ¿usted está de acuerdo?”.

El presidente de la República rechazó el argumento y dijo que ya existen los medios y la tecnología para trasladar la pieza a nuestro país:

“Lo que ellos han argumentado es que se deshace, que ya no se puede mover y consideramos que no es válido, lo que pasa es que se sienten dueños, o sea, se apropiaron de algo que es nuestro”. Acto seguido, dijo que ha establecido “sana distancia” con el gobierno de Austria.

“Ya se me pasó el coraje. Imagínense lo que significó que nos invadieran, ya pasó mucho tiempo de eso. Porque también tuvo que ver con la falta de patriotismo de los conservadores mexicanos que fueron allá a buscar a Maximiliano; no es culpa nada más de Austria, es culpa también del conservadurismo de México”.

La colección Citibanamex

Para cerrar, el primer mandatario amplió su condena hacia quienes ostentan colecciones “para disfrute privado” de pinturas, piezas arqueológicas e históricas.

“No debe de permitirse (coleccionar en privado) todo lo que pertenece o que es del pueblo de México. Ahora estamos presenciando el que se va a vender un banco de México, el Banco Nacional de México, que tiene una colección, un acervo cultural. Una de las condiciones que estamos poniendo para quien compre el banco es que ese acervo se queda en México, o sea, no se puede trasladar al extranjero”.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

kg