Lectura 4:00 min
Personajes notables de Coyoacán
Federico Fernández vino a México para arreglar ciertos asuntos de su trabajo, y aprovechamos para vernos y charlar algunas cosas importantes, como los seis puntos recientes del Atlante con los que, la escuadra de El Güero Burillo, es decir, el equipo del pueblo, nuestro equipo, se salvó del descenso.
Federico Fernández vino a México para arreglar ciertos asuntos de su trabajo, y aprovechamos para vernos y charlar algunas cosas importantes, como los seis puntos recientes del Atlante con los que, la escuadra de El Güero Burillo, es decir, el equipo del pueblo, nuestro equipo, se salvó del descenso.
¿Que quién es Federico Fernández?
Si uno busca su nombre en la Wikipedia definitivamente no se encuentra entre los personajes o residentes notables que han vivido en Coyoacán, como, por ejemplo, Hernán Cortés, Diego Rivera, Frida Kahlo, Trotsky, Dolores del Río, Buñuel, Novo, El Indio Fernández, Ibargüengoitia, Salinas de Gortari e, incluso, Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, entre otros, lo que no le quita a Fede pertenecer al linaje Fernández Christlieb que, a la postre, es una familia de intelectuales, deportistas de alto rendimiento, maestros y doctores universitarios, además de que por muchos diciembres, los organizadores de las posadas más concurridas y memorables del otrora lugar de los dueños de los coyotes .
El propio Federico tiene una licenciatura, no sé cuántas maestrías y un doctorado en Geografía por la Sorbona de París, montones de libros publicados, varios hijos reconocidos y ninguno sin reconocer, y es el actual director del Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM en Canadá.
Decía: Federico vino a México y aprovechamos la ocasión para vernos. Como era lunes, decidimos ir a un lugar que pensábamos tranquilo.
Yo sólo quiero echarme un par de cubitas puntualizó Fede para añadir : ¿Y tú, sigues sin beber?
Sigo respondí , pero mientras pueda fumar, me da igual.
Una vez en el Jardín Centenario vimos la terraza de El Hijo del Cuervo y creímos que era el sitio ideal para nuestro objetivo. Craso error. Apenas pedimos las bebidas y un cenicero, por el adoquinado apareció un muchacho gordito tocando una flauta dulce, de esas Yamaha con las que, en la secundaría, destrozábamos cualquier melodía.
El flautista no era, ciertamente, Horacio Franco y, tras torturarnos, pidió algunas monedas. Se detuvo con nosotros a platicar un instante, se fue a otras terrazas y, quince minutos después, regresó para decirnos:
Me puedo beber un trago con ustedes.
Mira le dijo Fede , aquí el señor y yo estamos arreglando un negocio muy importante y antes de continuar, el joven torció el gesto y se marchó.
Lo asombroso comenté no es que se quisiera sentar con nosotros, sino que creyera que somos los más buena onda de entre los parroquianos de todas las terrazas.
Fede asintió para seguir lamentándose de El Kikin Fonseca que falló el penalti en la final de la Copa MX frente al Cruz Azul y, en ese momento, Diosito castigó nuestra soberbia: un imitador de Alejandro Lora, junto con otros dos señores de pelo largo y miradas pachecas, empezaron a interpretar rolas del Tri a las afueras de El Hijo del Cuervo.
A la tercera canción, Fede, envidioso de las frondosas cabelleras de los músicos callejeros, me soltó un puyazo:
En tus buenos tiempos ya los hubieras corrido.
Me he vuelto prudente contesté al ver que los señores imitadores eran más y más jóvenes y fuertes que nosotros . Aunque sólo estoy esperando a que pase la patrulla para pedirle a la policía que los levanten.
Si a nuestra edad es difícil escuchar a Lora concluyó Fede de manera enigmática , qué se puede pensar de un imitador
Las rolas del Tri continuaron y, una vez que Fernández Christlieb se acabó su segunda cubita, pagamos la cuenta sin haber cerrado negocio alguno y con la certeza de que Fede ya está lo suficientemente viejo y calvo para formar parte de los residentes notables , según la Wikipedia, que han vivido en Coyoacán.