“Es lógico dar paso a una nueva época”: Cuauhtémoc Medina

En noviembre próximo, termina un ciclo para el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC). Después de más de 11 años de trabajo como curador en jefe de uno de los recintos más importantes del país para el arte contemporáneo, el crítico, curador e historiador del arte Cuauhtémoc Medina González dejará el cargo para ser relevado por la investigadora y curadora Lucía Sanromán, quien asumirá la responsabilidad a partir del 4 de noviembre.

El MUAC, actualmente bajo la dirección general de Tatiana Cuevas, anunció que el relevo en cuestión “reafirma el interés por llevar a cabo sus procesos de renovación institucional de un modo organizado, planeado y razonado, entendiendo que uno de los principales recursos de las instituciones museísticas y culturales es la estabilidad a través del tiempo, y su capacidad de definir su ritmo de transformación en relación con nuevas orientaciones de discurso y contenidos”.

Consolidar un lugar de encuentro

“Entré al museo con una intención de largo plazo que fue asegurar que el público en México tenga un contacto efectivo con la cultura del presente, con aquella que en México había sido relegada tanto por el relato central como por la narrativa nacionalista muy limitada que ha producido el Estado. El MUAC se ha convertido en un espacio efectivo de investigación, debate y crítica, que contiene elementos que tienen que ver con la propia discusión del campo artístico, pero lo rebasan”, comenta Cuauhtémoc Medina en entrevista.

“Yo quería contribuir a lograr que el arte contemporáneo sea visto como una parte esencial de la agenda cultural de la comunidad. Me importaba que esta institución tuviera una estrecha relación con las instituciones de otras latitudes, que las exposiciones no se murieran en el museo, sino que formaran una geografía de intercambios y de experiencias compartidas”, señala sobre la responsabilidad de su trabajo.

El MUAC, comenta, ha sabido establecer una política de intersección, con exhibiciones que abiertamente buscan atraer al público masivo y, de manera paralela, presentar artistas que merecen ser conocidos u obras, dice, con cierto grado de complejidad. “Tiene que ver con confiar en algo muy central en la cultura artística moderna: el ver el espacio de exhibición como un lugar donde se encuentran clases sociales y posturas culturales, intelectuales y políticas diferentes; un espacio común”.

La decisión de dejar el MUAC

Un proyecto curatorial y cultural debe de tener redondez, señala Medina. “Estoy consciente de que me tocó una época y lo más lógico es darle paso a una nueva época. Con esa lógica, es importante que haya otro punto de vista. (La decisión) es una declaratoria sobre la importancia de no acabar en la obsolescencia. En segundo lugar, tengo muchos textos que acabar. En este momento necesito aclarar una variedad de ideas, y eso requiere del gozo de un tiempo que como académico puedo ejercer. También tengo mucho interés de curar proyectos para otras instituciones”.

Se sincera: “en este momento, hay un giro hacia un arte identitario que tiene elementos afirmativos, no solamente críticos, y ése es un campo que respeto, sin embargo no es el mío. El puesto de curador en jefe debe abordar esta nueva etapa con pasión y con fe en esos términos, y en cambio yo me veo regresando a hacer crítica. Un museo de arte contemporáneo no puede darse el lujo de ser manejado desde un punto de vista momificado. No quiero ser la momia del museo”.

El trabajo de Medina todavía será palpable en el MUAC hacia los dos próximos años, dada la capacidad de planeación de programación con la que opera el recinto universitario.

La idea del alta cultura

Sobre el planteamiento de cómo escapar de una postura curatorial condescendiente con el público, Medina matiza que cuando el público está dispuesto a establecer una relación con un campo cultural profesional, entiende que no entrará en una condición de mero confort, en cambio, busca el desafío del trabajo artístico.

“Ésta no es la iglesia. Es un lugar donde ocurren cosas probablemente inquietantes, donde se crea una cultura inesperada. El contrato social debe ser la búsqueda de una experiencia inédita. En esos términos, considero que la audacia es uno de los principales materiales con los que podemos trabajar quienes operamos en los museos y también los artistas. La visión de que uno habla desde un campo cultural superior al público viene de la noción de alta cultura del pasado”.

La alta cultura, coincide, se diluye “si somos estrictos en la forma clasista y egocéntrica del concepto de mediados del siglo XIX, que se planteaba como si se estuviera batallando contra la barbarie. La idea de alta cultura era todo lo que hoy nos parece inaceptable: patriarcal, eurocentrista, blanca y casi teológica. Entonces, sí, esa noción de alta cultura está muerta. Lo que no está muerto es la discusión con las tradiciones, de jugar en relación con la pregunta sobre cuál es el canon cultural y qué es lo importante conocer para tomar una postura”.

Con Cuauhtémoc Medina en el MUAC: Algunas exposiciones destacadas

• “De ida y vuelta. Lance Wyman: íconos urbanos” – 2014-2015 
• William Kentridge: “Fortuna” – 2015
• Anish Kapoor: “Arqueología, Biología” – 2016
• “Yves Klein” – 2017-2018
• Jill Magid: “’Una carta siempre llega a su destino’. Los Archivos Barragán” – 2017 
•  “Zaha Hadid Architects” – 2018-2019
• Jan Hendrix: “Tierra firme” – 2019
• Ai Weiwei: “Restablecer memorias” – 2019
• “Maternar” – 2021-2022
• “Cien del MUAC” – 2021
• Tania Candiani: “Como el trazo, su sonido” – 2022
• Francis Alÿs: “Juegos de niñxs, 1999-2022” – 2023