Empleos del futuro: El reto de las transiciones y habilidades

Hace 20 años, un community manager, un desarrollador de apps o un especialista en e-commerce eran empleos que no existían, pero el crecimiento de internet creó una demanda de este tipo de profesiones. Ese escenario continuará en los siguientes años con la disrupción de la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías; en un futuro se podrían crear empleos para solucionar conflictos con las nuevas herramientas o hasta para entrenar robots, sólo por citar unos ejemplos.  

“Aún no se tiene un veredicto sobre el impacto de la IA y otras tecnologías en el empleo”, indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pero lo que sí es un hecho es que la digitalización está avanzando rápido y transformando las actividades productivas, el reto será la transición de la fuerza laboral y el desarrollo de nuevas habilidades.

En el informe Tendencias globales del empleo para jóvenes, el organismo internacional puntualiza que las nuevas ocupaciones se caracterizarán por un alto nivel de habilidades, pero también representan cambios en las formas de trabajo de empleos existentes. En ese sentido, existe la necesidad de que toda la fuerza laboral desarrolle nuevas competencias.

Tan sólo con la IA generativa y la creación de nuevos perfiles, el 90% de los líderes empresariales considera que se requerirá una mejora de habilidades y capacitación cruzada de talento, según el informe Gen AI en el trabajo: El futuro de las organizaciones del Capgemini Research Institute.

Por ejemplo, la accesibilidad de los datos que ofrece la IA generativa demanda en toda la fuerza laboral competencias como la gestión de datos o la alfabetización tecnológica. Así, a medida que más empresas aceleren su transformación digital necesitarán un cambio en el comportamiento de los colaboradores, por lo que la resolución de problemas o la gestión con inteligencia emocional serán habilidades demandadas.

De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), para el 2027 los cambios tecnológicos transformarán cerca del 23% de los empleos en el mundo, con 69 millones de nuevos roles.

“El mercado laboral global está experimentando un profundo cambio impulsado por el progreso y el descubrimiento tecnológico, los cambios económicos y la transición verde en curso. En particular, dados los recientes avances importantes en la inteligencia artificial generativa y las transformaciones de la fuerza laboral precipitadas por la crisis de la Covid-19, el panorama laboral está listo para una nueva configuración en el futuro cercano”, dice Andrew Silva, líder de Perspectivas sobre Creación de Empleo y Salarios del WEF.

En el informe Liberar oportunidades: Un marco global para las transiciones a los empleos del mañana, el Foro Económico Mundial indica que con la digitalización de las empresas, cerca del 44% de las habilidades para un empleo se transformarán, eso significa que el reentrenamiento de los trabajadores no es un esfuerzo aislado, representa un cambio cultural hacia una cultura de aprendizaje continuo.

En ese sentido, el Capgemini Research Institute puntualiza que frente a la disrupción tecnológica las empresas deben reevaluar los roles actuales, delinear las futuras posiciones y trazar las trayectorias profesionales. Uno de los aspectos clave para ello es “generar un cambio de mentalidad” en los trabajadores para una capacitación constante.

Transición hacia los empleos del futuro

Por otra parte, el WEF señala que las transiciones laborales son de los mecanismos más importantes en el mercado de trabajo ante los cambios tecnológicos.

En general, estas transiciones suelen ser graduales a medida que disminuye la demanda en algunos puestos. Sin embargo, se necesitará que estos cambios profesionales se conviertan en mecanismos formales y promovidos por los gobiernos y empresas, con planificación y desarrollo de talento.

“Es fundamental contar con mecanismos de reasignación de empleos más rápidos y eficientes, dentro y entre diferentes empresas y sectores”, señala el WEF.

Para los trabajadores, esto implica reconocer que las trayectorias profesionales no serán lineales y la empleabilidad dependerá de la mejora de competencias. En el caso de las empresas, es necesario promover espacios que respalden el aprendizaje continuo y tomar en cuenta los distintos tipos de acreditaciones de habilidades, más allá de los títulos académicos.

“La adopción de una taxonomía y ontología de competencias estandarizada y común y la habilitación de la portabilidad de credenciales y competencias permiten a los trabajadores transicionar más fácilmente entre funciones, industrias y regiones, empoderándolos para buscar nuevas oportunidades y brindando a los empleadores acceso a un grupo de talentos más amplio”, indica el WEF.