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Bajo compromiso y alto estrés, realidad laboral mexicana
La mala gestión del talento en las empresas ha provocado una crisis en el nivel de compromiso laboral que manifiestan sentir las personas trabajadoras, lo que tiene un impacto directo en su bienestar y su productividad.
La gran mayoría de los trabajadores en México se sienten desconectados emocionalmente de su empresa y no están comprometidos con su empleo; en esta situación se encuentra el 73% de las personas. Gran parte de esta realidad se debe a una gestión deficiente del talento en las organizaciones, advirtió Gallup.
De acuerdo con el informe El estado del lugar de trabajo 2023, la proporción de la fuerza laboral mexicana que se siente comprometida con su empleo es de 27%, cuatro puntos por debajo del promedio de la región. A nivel global, en esta realidad se encuentra el 23% de los trabajadores.
En la parte práctica, destaca la firma, cuando un trabajador ya no se siente comprometido con su trabajo, se presentan generalmente dos alternativas: desconexión o detracción.
En el primer caso, conocido también como de “renuncia silenciosa”, los trabajadores cumplen con lo mínimo requerido; “se mantienen sentados mirando el reloj”. En esta condición se encuentra el 59% de los trabajadores de la región.
En el segundo de los escenarios se ubican personas que ya están “activamente desconectadas” de su trabajo. Es una especie de “renuncia estruendosa”, pues su insatisfacción se traduce en acciones que buscan obstaculizar o dañar a la organización y sus metas. Bajo esta clasificación está el 11% de la fuerza laboral latinoamericana.
“Esto es muy importante, porque esa renuncia silenciosa o estruendosa tiene un costo. Nosotros estimamos que este costo se ubica en 8.8 billones de dólares anuales a nivel global”, puntualiza Hugo Ledesma, gerente regional para Latinoamérica de Gallup. Cuando un colaborador no está comprometido, explica, es probable que baje la calidad de su trabajo y esto afecte los resultados generales.
“En el caso de América Latina y el Caribe estamos hablando que cerca de un 70% de las personas no traen la camiseta bien puesta con relación a su trabajo y esto tiene implicaciones. Que una persona no esté comprometida con su organización implica una merma que se va a ver reflejada en las métricas de negocio. ¿Por qué? Porque esas personas ven el trabajo en función del tiempo que le dedican, no necesariamente en función del esfuerzo que le ponen”, detalló el ejecutivo.
Los bajos niveles de compromiso laboral responden a una gestión del talento deficiente en las empresas, advierte Gallup. El 70% de la respuesta de los colaboradores en esta materia “es atribuible al jefe”. De manera que esto no sólo tiene un impacto económico, sino también en el bienestar de los colaboradores y las personas que los rodean.
“Una mala gestión conduce a la pérdida de clientes y de ganancias, pero también a vidas miserables. La investigación de Gallup sobre el bienestar en el trabajo revela que tener un trabajo que uno odie es peor que estar desempleado –y esas emociones negativas llegan al hogar, impactando relaciones y familia–. Si no estás prosperando en el trabajo, difícilmente lo harás en la vida en general”, expresa Jon Clifton, CEO de Gallup.
Y aunque la gran mayoría de los trabajadores se encuentra en una situación de “renuncia silenciosa”, el 85% de las personas en esta clasificación podría volver a sentirse comprometido con su empleo si se realizaran cambios internos enfocados a mejorar la cultura organizacional, el esquema de compensaciones y el balance vida personal-laboral.
Gran parte de las personas identificó áreas de oportunidad relacionadas con la cultura de la organización, como el reconocimiento a las contribuciones individuales, espacios de interacción en confianza con los jefes, mayor autonomía sobre el trabajo y la posibilidad de aprender nuevas habilidades, entre otras. En segundo lugar se encuentra el tema de compensaciones, principalmente para contar con salarios justos y pagados a tiempo, además de beneficios flexibles.
Estrés laboral se mantiene en máximos
Aunque ya se declaró el fin de la pandemia de Covid-19, su impacto en la salud mental de la fuerza laboral sigue latente. El nivel de personas que experimentan estrés constante cada día a causa de su empleo a nivel global se mantuvo en 44%, el dato más alto desde que comenzó a levantarse la encuesta.
En el caso de México, el 48% de las personas trabajadoras afirma padecer un nivel alto de estrés diario, siete puntos por arriba del promedio de la región (41%). Los países con el dato más alto en América Latina son Ecuador (57%), El Salvador (55%), Perú (54%) y Costa Rica (54%).
Además, en un contexto en el que la flexibilidad laboral ha ganado más espacio, el reporte de Gallup destaca que en los niveles de bienestar de los colaboradores pesan mucho más el clima y la cultura organizacional que el formato en el que desempeñan sus actividades. “El nivel de compromiso tiene 3.8 veces más influencia en el estrés del empleado que su lugar de trabajo”.
Es cierto, se expresa en el informe, que la oficina se mantiene como un lugar estratégico para estrechar los vínculos sociales y desarrollar la cultura de la organización, pero la flexibilidad laboral fomenta mayor autonomía y bienestar, aspectos altamente valorados por los trabajadores en la actualidad.
“Lo que la gente experimenta en su rutina laboral diaria –su sentido de pertenencia y su entusiasmo– importan más para reducir el estrés que el lugar donde se sientan a trabajar. Los líderes deben preguntarse si un mal desempeño laboral en teletrabajo o en trabajo híbrido es un problema del lugar de trabajo o de gestión. Ningún formato de trabajo podrá ‘arreglar’ una mala gestión de talento y la oficina por sí sola no tiene el poder para crear una gran cultura organizacional”.