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Empresas privilegiarán trabajo presencial para ascensos y aumentos
Tres de cada cuatro ejecutivos en el país planean reforzar en el corto plazo los planes para que los trabajadores regresen a las oficinas, incluso ligando a esta estrategia aspectos como promociones y estímulos económicos.
Amazon quiere que sus empleados regresen a las oficinas, al menos unos días por semana. Y entre sus planes para forzar el retorno, la compañía comunicó hace unos días que quienes no cumplan la política de trabajo presencial tendrán menos oportunidades para ascensos y promociones.
La decisión del gigante tecnológico no es ajena a la realidad en México. En nuestro país, una buena parte de las empresas intensificará los planes para el trabajo presencial y es probable que las personas en esta modalidad tengan ventaja sobre los empleados remotos para su desarrollo de carrera, de acuerdo con el informe CEO Outlook 2023 de KPMG.
El 76% de los directores generales consultados en nuestro país considera que en los próximos tres años se volverá a la forma de trabajo anterior a la pandemia, es decir, a las actividades presenciales. La proporción de CEOs que reporta esto en México es superior al promedio global (64%).
Sólo el 24% de los líderes empresariales afirma que en los próximos tres años se mantendrá un esquema de trabajo híbrido, una proporción tres puntos porcentuales menor a la observada en el dato global. Mientras que la posibilidad de mantener un modelo totalmente remoto es prácticamente nula.
“Hay una implicación que estamos viviendo y tiene que ver con las nuevas generaciones. Es difícil estar en un esquema remoto y que las nuevas generaciones aprendan de quienes llevan más tiempo en las empresas y con más trayectoria, y esto podría ser una de las motivaciones” tras esta decisión, dice Olivia Segura, socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión de Talento de KPMG México.
Son múltiples los factores que pueden motivar el deseo de los CEOs por retornar a un modelo presencial: recuperar la colaboración, el sentido de pertenencia y, en algunos casos, “que son aislados, pero puede ser un tema que preocupa, el que las personas trabajen para más de un empleador en los mismos horarios de trabajo, con los riesgos que ello implica en términos de ciberseguridad o confidencialidad”, explica la especialista en entrevista.
De acuerdo con el reporte de KPMG, la tendencia por retornar a un esquema totalmente presencial se ligaría a los ascensos y esquemas de compensación. Al menos cuatro de cada 10 CEOs en México reconocen que el personal que se esfuerce por acudir a las oficinas será considerado para promociones, incrementos salariales y asignaciones favorables.
Desde la perspectiva de Olivia Segura, estas decisiones pueden generar una brecha entre empleados remotos y presenciales. “Los colaboradores pueden sentirse discriminados, sin condiciones de igualdad para acceder a oportunidades de crecimiento, aumentos, espacios en proyectos de mayor visibilidad”.
Sin embargo, vincular trabajo presencial con oportunidades de ascenso perjudica tanto a empleados como a empresas, advierte. “El trabajo remoto ha permitido que personas que no viven en grandes urbes acceden a oportunidades remotas. Si esto se convierte en esa barrera para crecer, estaríamos limitando el avance que se ha tenido en la movilidad social y el tipo de experiencia que puede tener el talento que no vive ni ha estudiado en las grandes urbes”.
Por otra parte, apunta la especialista, limitar el acceso a promociones, aumentos salariales y nuevos proyectos a trabajadores presenciales afectaría las oportunidades que tienen las empresas de encontrar el mejor talento sin importar su ubicación geográfica.
Paradójicamente, los directores generales consideran como estrategia de negocio prioritaria para el corto plazo contar con una oferta de valor adecuada para atraer y retener al talento necesario.
Más tecnología, pero menos capacitación
Entre otros hallazgos del CEO Outlook 2023 de KPMG, en los próximos años los líderes de empresas se enfocarán más en la adopción de tecnología para transformar el negocio, pero a un ritmo mucho mayor al del esfuerzo para entrenar a su fuerza laboral en las habilidades complementarias.
Mientras el 84% de los ejecutivos en México prevé destinar mayor capital para adquirir tecnología como la ruta principal de transformación organizacional para el 2026, sólo 16% proyecta dirigir recursos a programas de capacitación y desarrollo de competencias de sus colaboradores.
La realidad es distinta con la fotografía global, donde se muestra una apuesta más equilibrada. A nivel mundial, el 54% de los CEOs dirigirá mayores recursos a la implementación de nueva tecnología y un 46% lo hará en formación para nuevas habilidades.
Para Olivia Segura, esta brecha entre la inversión en tecnología y el desarrollo de talento puede implicar una merma de los recursos destinados a las herramientas digitales y de automatización. “Si la tecnología no tiene al personal capacitado para operarla, se vuelve en tecnología subutilizada y que no tendrá el desempeño y el retorno de inversión esperado”.
Y aunque los ejecutivos prevén mayor inversión en tecnología en comparación con el desarrollo de habilidades, en el caso de la inteligencia artificial generativa, reconocen que uno de los retos principales para su implementación será tener la capacidad y los conocimientos necesarios para manejarla.
“La tecnología per se no hará que una empresa sea más eficiente, sino el que sea utilizada adecuadamente, y para ello requieres que tu personal cuente con las habilidades necesarias para operarla, ya sea un software o cualquier habilitador tecnológico. Hay grandes oportunidades que tenemos muy cerca, pero no se están utilizando en su máxima capacidad por esa falta de capacitación”, subraya la especialista.