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Capital Humano

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¡Gracias, Jacinda Ardern! El burnout es real y no debe avergonzarnos

La primera ministra de Nueva Zelanda anunció que dejará su cargo tras reconocer que ya “no tiene la energía” para continuar con la tarea que le fue encomendada. Su mensaje brinda la oportunidad para hablar del burnout en el liderazgo y la urgencia que tenemos para normalizar los temas de salud emocional en el trabajo.

Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda. Foto: Reuters

“Muchas situaciones de gestión contemporáneas proporcionan el caldo de cultivo perfecto para los casos de burnout. Los gerentes de hoy en día se enfrentan a crecientes presiones de tiempo con poco respiro. A pesar de que beneficios como horarios de trabajo flexibles y vacaciones más largas ofrecen algo de alivio, la mayor parte de la jornada laboral del ejecutivo moderno es larga y dura”, Harry Levinson.

Tras más de cinco años en funciones, una pandemia de por medio, el reconocimiento global por una de las estrategias más agresivas implementadas para frenar los contagios de Covid-19 y una serie de problemas locales en agenda, Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, anunció esta semana que dejará el cargo en febrero. La razón: los altos niveles de agotamiento que enfrenta.

El caso de la política neozelandesa se suma a muchos otros que en los últimos años han puesto sobre la mesa el necesario debate sobre la salud mental, y mucho más en las posiciones de liderazgo. Porque aceptémoslo, mientras más avanzamos en la jerarquía de una organización, más difícil es admitir el desgaste emocional que podemos estar experimentando; que nos sentimos quemados, reventados, agotados en extremo o, en palabras de la primera ministra, "con el tanque vacío" y que necesitamos parar.

Hay algunas frases del mensaje de Jacinda Ardern de este miércoles que vale la pena retomar a manera de reflexión sobre el impacto de la honestidad en temas de salud emocional. “Creo que liderar un país es el trabajo más privilegiado que alguien puede tener, pero también es el más desafiante. No puedes, y no lo debes hacer a menos de que tengas el tanque lleno, más un poco más en la reserva para esos retos inesperados”.

El primer punto para la salud emocional es ser honesto con uno mismo y admitir si uno puede seguir cumpliendo la tarea. Es una deuda personal y eso viene sólo después de haber estado en los zapatos de la posición. Es algo práctico, no teórico. “Soy humana, los políticos somos humanos. Lo damos todo, todo el tiempo que podemos. Y entonces llega la hora. Para mí, ha llegado la hora… Ya no tengo suficiente energía para desarrollar el cargo como es debido”.

Después del tema personal, lo importante de reconocer el impacto de este tipo de desgaste es que estamos conscientes de la relevancia de la tarea que nos fue encargada, no por un asunto de competencias, sino por un asunto de responsabilidad. “No me voy porque sea difícil. Si ése fuera el caso, probablemente me habría ido a los dos meses en el cargo. Me voy porque una posición tan privilegiada viene con responsabilidades, la responsabilidad de saber cuándo eres la persona correcta para liderar y también cuándo no”.

Pero la honestidad radical en los temas de salud mental también ayuda a la restauración en el ámbito social. Primero para nuestro círculo cercano, quienes son los que más recienten el proceso gradual de desgaste que implica el burnout, ya sea el cónyuge, la familia, los amigos, etc. Después el relacionado a las personas que forman parte de la estructura organizacional y que también se ven impactadas.

El mensaje de Jacinda Ardern concluyó con palabras para su hija y su pareja. “Quiero estar ahí cuando empieces la escuela este año”, le dijo a la niña; “ahora ya podemos casarnos”, le expresó a él. A los neozelandeses en general: "Espero dejarlos con la convicción de que se puede ser amable pero fuerte, empático pero decidido, optimista pero centrado... de que puedes ser tu propio tipo de líder, uno que sabe cuándo ha llegado el momento de irse".

El burnout forma parte ya de la lista oficial de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el renglón de “problemas asociados con el empleo” de la CIE-11 que entró en vigor en 2022. Es definido como el “síndrome conceptualizado como el resultado de estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido manejado con éxito” y aclara que es un fenómeno relacionado con el entorno laboral y no debe confundirse con otros padecimientos de la salud mental.

También conocido como desgaste profesional crónico, se caracteriza por tres dimensiones:

  1. Sentimientos de agotamiento de energía o cansancio
  2. Mayor distancia mental del trabajo o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados al trabajo
  3. Eficiencia profesional reducida

La descripción ahí está, el diagnóstico todavía enfrenta un largo camino para volverse algo cotidiano y normalizado.

Ardern ha hecho historia varias veces en los últimos años. Primero cuando a los 37 años se convirtió en la mujer más joven a nivel mundial en dirigir un país tras ser elegida primera ministra en 2017. Después por su mano dura frente al Covid-19 en 2019. Ahora por su decisión de dejar su cargo para privilegiar su salud emocional. Para todo lo anterior se requiere valor.

Respecto al anuncio de esta semana, se requiere valor para asumir a nivel personal que uno vive un desgaste y que ha llegado a un límite; pero más valor se necesita para admitirlo frente a los tuyos y frente a millones de personas más, seguidores y detractores. Y esa no es una posición cómoda para nadie; saludable sí, pero cómoda no, porque muestra que efectivamente somos vulnerables.

Y como dice la cita de Harry Levinson que abre este espacio –escrita en la edición de mayo de 1981 de la revista Harvard Business Review y todavía vigente–, el contexto en el que se desarrolla el liderazgo puede convertirse en un caldo de cultivo para el burnout. De ahí la importancia de que generemos los espacios para hablar de este tema, por el bien de la salud emocional y mental de uno, por el bien de las personas implicadas, por el bien de la responsabilidad encargada. Por el bien de todos.

Periodista. Actualmente es el editor de El Economista online. Entre 2019 y 2023 coordinó Capital Humano en sus versiones en línea e impresa. Tiene una especialización en periodismo de finanzas y negocios, y en periodismo de datos.

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