Informalidad y desarrollo de habilidades, retos para que el nearshoring detone mejores salarios

En los últimos meses, el nearshoring ha emergido como una estrategia clave para muchas empresas que buscan expandirse y reducir costos. En México, la relocalización de compañías ha ganado terreno y plantea una pregunta crucial: ¿Qué escenario debe presentarse para que la llegada de nuevos negocios influya en mejores salarios? 

Es una tendencia natural que las nuevas empresas que se reubiquen en el país lleguen con una oferta salarial superior a la de los competidores actuales, especialmente porque ciudades en el norte del país como Monterrey o Tijuana, están absorbiendo una buena parte de las inversiones.  

Sin embargo, el reto para que esta ola de compañías que se relocalizan en México impulsen el crecimiento salarial de manera sostenida, será que los negocios que ya operan en el territorio comprendan que tendrán que competir con mejores remuneraciones en este mercado laboral cambiante. Para ello, es necesario atender temas de infraestructura y aplicar el marco legal existente en el país.  

Jesús Carrillo, director de Economía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), considera que la informalidad es el principal reto. Esta se manifiesta de dos maneras: por un lado, cuando la unidad económica es informal, como pequeños negocios familiares con autoempleo; y por otro, cuando el vínculo entre el trabajador y la empresa, aunque sea formal, no está reconocido, como la falta de un contrato laboral o prestaciones mínimas de Ley.  

Según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la economía informal representa uno de los problemas medulares del desarrollo económico y social del país, por sus efectos en la precariedad, pobreza y muy baja productividad. Esto se debe a la insuficiencia de buenos puesto de trabajo respecto al crecimiento de la fuerza de trabajo y su nivel de capacitación, la descentralización de los procesos productivos hacia afuera de la empresa y la exclusión del marco normativo.  

Carrillo opina que para abordar este problema estructural, se debe construir una economía con cada vez menos unidades económicas informales. Para ello, se requiere un planteamiento fiscal importante y una mejora regulatoria significativa que reduzca tiempos y costos para la formalidad. 

“Se necesitan políticas que promuevan el financiamiento para que los negocios crezcan y les convenga formalizarse. Actualmente, muchos negocios no les conviene crecer por el costo y el proceso que implica hacerlo, por lo que prefieren no hacerse formales. Se quedan donde están porque la alternativa no es tan conveniente”, añade el especialista.  

En cuanto a la informalidad que se genera por una falta de reconocimiento de la relación laboral en una unidad económica formal, es un reto que se puede sortear con el fortalecimiento del Estado de Derecho y del cumplimiento de las leyes. El economista expone que el marco regulatorio laboral cuenta con lo necesario para generar condiciones dignas. Sin embargo, “la Secretaría del Trabajo y Prevención Social (STPS), tanto a nivel local como federal, debería trabajar más en la inspección”. 

Para el especialista del IMCO, aunque esto podría elevar los costos, tener estándares más altos en general requiere que los presupuestos de producción aumenten. El problema radica en el cumplimiento de las reglas y el Estado de Derecho. 

Por otra parte, el Índice de Reshoring Kearney 2024 advierte que la escasez de mano de obra en manufactura y los incrementos salariales en México pueden generar un déficit de perfiles de hasta 25 por ciento.  

Sin embargo, también es probable que la demanda de talento especializado con la relocalización de empresas genera una inversión en salarios más elevados para lograr la incorporación de la mejor mano de obra. Por ejemplo, el sector de semiconductores, está en vías de desarrollo en el país, a medida que crezca y se requiera más trabajadores capacitados, las empresas ofrecerán remuneraciones más altas.  

Desarrollo de habilidades, reto paralelo  

Jesús Carrillo afirma que el nearshoring presenta una oportunidad para generar condiciones adecuadas de salarios en la búsqueda de mano de obra especializada. A su vez, eso abre la puerta a que las regiones que formen mejor recurso humano sean más atractivas para la reubicación de compañías.  

“Supongamos que en Chihuahua se desarrolló la industria de la electromovilidad y empieza a llegar empresas que fabrican autopartes o baterías. Esto creará una presión en el mercado laboral porque estas empresas ofrecerán salarios altos y generarán un problema con los salarios en el resto de la industria en esa ciudad”, detalla. 

En el caso de Chihuahua, municipios cercanos podrían recibir empresas con vacantes de 3,000 o 4,000 empleos durante el desarrollo urbano, y posteriormente trasladar la planta de producción allí, asegurando proveedores de calidad para la cadena de suministros que demande la industria de la región, ejemplifica el especialista.  

Carrillo destaca la importancia de ofrecer a la población trabajadora la posibilidad de obtener certificaciones y habilidades especializadas que puedan justificar un salario más alto y alinear a los empleados con los estándares internacionales. 

Actualmente, en México el 68% de las empresas tienen dificultades para encontrar los perfiles que necesitan, según ManpowerGroup. Esta escasez de talento afecta principalmente a las industrias de Tecnologías de la información y Análisis de datos; Ventas y Marketing, Atención al cliente y Front Office; Operaciones y Logística; y, Administración y Soporte en oficina. 

Esto subraya la necesidad urgente de alinear la oferta de habilidades con la demanda del mercado para maximizar los beneficios del nearshoring y asegurar salarios justos. 

Otro factor importante para que el nearshoring genere salarios más altos en el país es la infraestructura básica, incluyendo capacitación, el nivel educativo e inglés, así como condiciones relacionadas con la vivienda y la infraestructura urbana. 

“Para que una ciudad como Mexicali crezca, necesita asegurar que haya vivienda de calidad, vialidades adecuadas y servicios básicos como agua y electricidad. Esto es crucial para atraer inversiones y asegurar un desarrollo urbano adecuado”, ejemplifica Jesús Carrillo.  

Contar con estándares internacionales  

El Índice de Reshoring Kearney 2024, indica que seis de cada 10 empresas globales evalúan o ya se instalaron en el bloque económico de Norteamérica. Sin embargo, los altos ejecutivos reconocen obstáculos para reubicarse en territorio mexicano, como es la electricidad, falta de agua, inseguridad y un marco regulatorio. 

Carrillo expone que algunos alcaldes de ciudades del norte enfrentan dificultades para convencer a empresarios internacionales de invertir en la localidad si no hay una oferta cultural y educativa adecuada para sus familias y el desarrollo de los trabajadores. 

Los acuerdos comerciales internacionales juegan un papel importante en la relación de salarios dentro de la industria en México, como lo demuestra el capítulo laboral del T-MEC, el cual ha ayudado a mejorar las condiciones laborales en el sector automotriz.  

Estos acuerdos ayudan a nivelar las condiciones y presionar para mejorar el entorno laboral en compensación y prestaciones. Sin embargo, Jesús Carrillo también puntualiza que el país se enfrenta a desafíos como la competencia con la productividad de Estados Unidos y la implementación efectiva de las reglas.  

El papel de los acuerdos comerciales en la relación de salarios dentro de la industria es significativo, pero las cuestiones internas como el desarrollo urbano y la especialización regional también son cruciales para garantizar el crecimiento y la calidad de los salarios.