Los sectores más y menos dinámicos en contrataciones en el inicio del año

A poco de haber arrancado el año, el mercado laboral en México ya experimenta variaciones notables en distintas industrias. Un sector que ha despertado interés renovado es el energético, el cual había permanecido relativamente estático en los últimos cinco años.

Este resurgir encuentra su sustento en el contexto internacional, pues los conflictos bélicos han elevado la relevancia de las discusiones en torno a las energías, catalizando una demanda de profesionales especializados para ocupar posiciones estratégicas.

La experiencia en energías renovables, específicamente en energía eólica y fotovoltaica, se posiciona como un elemento indispensable en la búsqueda de perfiles que impulsen el desarrollo sostenible en el sector energético.

Este enfoque no sólo responde a la creciente conciencia ambiental, sino que también refleja la necesidad de alinear las prácticas industriales con las demandas de un ecosistema empresarial que busca reducir su huella de carbono.

La capacidad de los profesionales para aplicar sus conocimientos en estas áreas se considera esencial para la viabilidad y eficacia de los proyectos energéticos en el presente y el futuro inmediato.

En el ámbito de la energía eólica, se valora la capacidad de los especialistas para diseñar, implementar y gestionar sistemas eficientes de generación de energía a partir del viento. Esto implica un profundo conocimiento de la tecnología de turbinas eólicas, así como la habilidad para optimizar su rendimiento en diferentes contextos geográficos y climáticos.

La experiencia práctica en la identificación de ubicaciones estratégicas para parques eólicos y la gestión eficiente de la energía generada se convierten en competencias indispensables que pueden marcar la diferencia en un proceso de selección.

Por otro lado, la experiencia en energía fotovoltaica se centra en la aplicación de tecnologías solares para la generación de electricidad. Profesionales con experiencia en este campo deben tener un conocimiento sólido de la tecnología fotovoltaica, así como la capacidad de diseñar, instalar y mantener sistemas de paneles solares.

La eficiencia en la conversión de la luz solar en electricidad y la optimización de la infraestructura son elementos relevantes en la contribución al desarrollo sostenible del sector.

Ingeniería y manufactura meten freno

En contraparte, la industria de la ingeniería y manufactura está experimentando una desaceleración perceptible en el mercado laboral, en comparación con el ritmo que previamente había mantenido.

Sin embargo, esta desaceleración puede ser temporal. Los encargados de los procesos de selección de talento vislumbran la posibilidad de un repunte tan rápido como en el segundo trimestre del año, logrando excelentes resultados en el segundo semestre del año en curso, debido al peso que tiene este rubro en el crecimiento de la economía nacional.

Además, un rasgo distintivo de este sector es la llegada de inversiones extranjeras, las cuales se anticipa que contribuirán de manera considerable a la continuidad en la generación de empleos, de modo que la industria se presenta como un terreno propicio para el desarrollo de talento.

De acuerdo con el estudio de Remuneración 2023-2024, de PageGroup, las posiciones más demandas para ingeniería y manufactura son gerente de mantenimiento, de mejora continua, de planta, ingeniero en automatización, ingeniero de diseño, supervisor de producción e ingeniero de procesos.

El profesional que busque hacer un plan de carrera en este sector debe centrar su formación en habilidades blandas que incluyan la visión estratégica, el liderazgo transformacional, la capacidad analítica y resolución de conflictos, mientras que su expertise técnico debe basarse en certificaciones, programación y manejo de software especializado. 

Presiones laborales en el sector TI

Otra industria que ha experimentado cambios notorios es la de Tecnologías de la Información (TI). Es cierto que el sector se caracteriza por un crecimiento constante, pero una sombra persiste sobre la capacidad del mercado para cubrir la oferta de puestos.

La falta de candidatos adecuados no sólo se traduce en dificultades para llenar puestos vacantes, sino que también puede afectar la capacidad de las empresas para innovar y crecer. En el sector de TI, por ejemplo, donde el crecimiento es constante, la escasez de desarrolladores y especialistas en ciberseguridad limita las capacidades de las empresas para mantenerse a la vanguardia en un entorno tecnológico en constante evolución.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un 77% de los empleadores en México se enfrenta a dificultades para cubrir vacantes con perfiles capacitados. Este fenómeno, que abarca distintos sectores y no sólo al de TI, añade una capa adicional de complejidad a un mercado laboral ya de por sí cambiante e incierto.

Asimismo, este desequilibrio entre la oferta y la demanda de talento especializado ha llevado a que las empresas se vean obligadas a replantear sus estrategias de atracción y retención de talento. La competencia por los perfiles más destacados se intensifica y las empresas deben adoptar enfoques proactivos para atraer a profesionales altamente calificados.

Ofrecer programas de desarrollo profesional, oportunidades de aprendizaje continuo y un entorno laboral que fomente la innovación se convierten en elementos críticos para atraer y retener al talento necesario.

A medida que el año avanza, estos cambios se entrelazan en el tejido del mercado laboral mexicano, conformando un panorama que fluctúa entre la estabilidad y la transformación. La habilidad de las empresas y profesionales para adaptarse a estas dinámicas será un factor determinante en el éxito y la resiliencia.