México le dice sí al sueño americano, pero no al sueño mexicano

Desde México se reconoce que la población mexicana en Estados Unidos es trabajadora y contribuye positivamente a la economía de ese país sin desplazar a su fuerza laboral. Pero al hablar de migrantes en territorio nacional, la postura cambia y la opinión sobre la integración laboral de estas personas pasa por racismo y xenofobia.

El Centro de Opinión Pública (COP) de la Universidad del Valle de México (UVM) presentó el reporte Perspectivas sobre las personas migrantes, su trayectoria y estancia en el territorio mexicano. La investigación muestra los diferentes raseros que se utilizan en la conversación sobre el tema migratorio.

Por ejemplo, mientras que el 27% de la población nacional encuestada afirma que con su trabajo las personas migrantes mejoran la economía de México, cuando se habla de migrantes mexicanas y mexicanos en Estados Unidos esa misma percepción se dispara al 79 por ciento.

En los últimos años, y especialmente tras la pandemia, México ha experimentado una notable reconfiguración en los patrones de migración. A decir de María Gala Meléndez, responsable del proyecto de COPLab, el año 2021 es un hito en este cambio.

Desde ese período, aunque se han mantenido los flujos migratorios desde Centroamérica, hay más migrantes de países sudamericanos y del Caribe.

Además, las rutas que siguen para transitar al país también se han modificado debido a las políticas migratorias, por lo que son más visibles en zonas donde antes no lo eran.

En este nuevo escenario, existe una percepción distinta sobre las personas migrantes que llegan a México comparada con la que se tiene sobre los mexicanos y las mexicanas que emigran a Estados Unidos.

Mientras apenas el 35% de las personas encuestadas en este país opina que a los migrantes que están en México les gusta trabajar, un contundente 82% considera lo mismo, pero para el caso de paisanos en Estados Unidos.

También existen discrepancias en las opiniones negativas: el 28% afirma que los migrantes en México le quitan oportunidades laborales la ciudadanía local. No obstante, esta visión sólo la comparte el 15% cuando se trata de connacionales que laboran en Estados Unidos.

Después de la pandemia, otra migración

Luego de la pandemia de Covid-19, el mapa migratorio regional se modificó. En 2021, el número de personas venezolanas presentadas ante la autoridad migratoria en México se incrementó 1,297% respecto al 2020, y 863% en el caso de las personas provenientes de Haití.

Y si bien la comparativa es respecto a un año en el que el mundo estuvo encerrado, ese fue sólo el inicio. De 2021 a 2022, las detenciones de migrantes de Venezuela crecieron 2,657% y el número de personas de Colombia llevadas a Migración subió 1,251 por ciento.

Dichos datos fueron sistematizados en el micrositio digital El papel de México en la migración del centro y sur de América, una herramienta interactiva creada por COPLab con base en la información de los Boletines Mensuales de Estadísticas Migratorias, emitidos por la Secretaría de Gobernación (Segob).

Es necesario “monitorear los movimientos migratorios y analizar el papel de México en este fenómeno regional donde miles de personas buscan desesperadamente moverse en busca de nuevas oportunidades”, señala el COPLab en su página electrónica.

Los datos que se ponen a disposición indican que en el caso de las detenciones de personas de Haití bajaron 80% en el 2022, pero volvieron a subir 1,105% en 2023. Esto también muestra que no se puede seguir hablando de un solo tipo de migración o una misma tendencia siempre, según Gala Meléndez.

No los terminan por aceptar

México sigue siendo el tránsito tradicional para quienes buscan llegar a Estados Unidos, pero también se ha convertido en destino final para un número creciente de migrantes. Sin embargo, esta acelerada y monumental transformación no necesariamente ha sido acompañada de un cambio equivalente en la percepción de la población mexicana.

Según la encuesta del COP, el 26% de la población mexicana encuestada indica que les disgusta “que personas migrantes decidan quedarse en México”, pero no les disgusta “que transiten para llegar a otro país”.

A 16% le molesta todo: que se queden en el país, pero también que pasen por este territorio para terminar su travesía en Estados Unidos. Afortunadamente, la mayoría de las personas encuestadas se mostró más receptiva en esta pregunta y aseguró: “No me disgusta que personas migrantes transiten por México para llegar a otro país y tampoco me disgusta que decidan quedarse”.

El equipo de la COP también indagó sobre la percepción positiva y negativa de los mexicanos respecto de las personas migrantes provenientes de diferentes países.

Y en las respuestas a esta pregunta se puede observar el racismo y la xenofobia. A quienes peor se evalúan es a los migrantes de países africanos y los que son mejor vistos son quienes vienen de Estados Unidos, Canadá y Argentina.

El 70% de las personas mexicanas tiene una opinión muy negativa o negativa de las y los migrantes de países de África y 30% tiene juicios positivos o muy positivos sobre esa población. En cambio, el 55% tendría malos comentarios sobre personas canadienses y 45% dice que los ve de manera positiva o muy positiva.

Ahora, si una persona migrante de países del Sur global fuera el jefe o la jefa de los encuestados, el 37% se sentiría incómodo o muy incómodo. El 54% estaría cómodo con ese rol, pero lo estaría más (66%) si la persona extranjera fuera su empleada o (70%) si fuera su colega en el trabajo, es decir, si fuera su igual.