Pensamiento creativo: ¿Qué retos plantean los resultados de PISA para el mercado laboral?

Encontrar soluciones originales y diversas para todos los problemas que se enfrentan diariamente se ha convertido en una habilidad clave, se desprende del pensamiento creativo, y junto con las pruebas estandarizadas de matemáticas, lectura y ciencias son formas en que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) está evaluando a los estudiantes del mundo.

La primera medición del pensamiento creativo realizada en el marco del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), una habilidad blanda de alta demanda en el mundo laboral.

El pensamiento creativo es una de esas habilidades que más se busca en los candidatos a un puesto de trabajo, son como “garbanzos de a libra”; sin embargo, el estudio de la OCDE no plantea un buen escenario para los estudiantes mexicanos en ese sentido.

Según la prueba, sólo uno de cada 10 alumnos demostró tener capacidad de generar, evaluar y mejorar ideas creativas en entornos diversos y complejos. Además, de imaginar y materializar escenarios para resolver problemas científicos y sociales, conocidos y desconocidos.

Prueba PISA: un diagnóstico, no una sentencia final

Graciela Rojas, presidenta y fundadora de Movimiento STEM, dice que los datos de la OCDE sugieren que la excelencia académica no es un requisito previo para la excelencia en el pensamiento creativo, pero hay una relación complementaria entre el pensamiento creativo y el rendimiento académico.

“Esto es, sin un nivel mínimo de conocimiento y experiencia en un ámbito determinado, sería un desafío generar ideas apropiadas, diversas y originales”, explica.

En ese sentido, la especialista afirma que más allá del rendimiento académico, las niñas generalmente tienen creencias más positivas sobre la creatividad y su propia capacidad para realizar trabajos creativos.

“Los resultados muestran que las y los estudiantes con ventajas socioeconómicas superaron a sus compañeros en pensamiento creativo, al igual que en las áreas básicas de evaluación de PISA”, comparte.

En este escenario, hay que resaltar que existe una fuerte diferencia de género en el desempeño del pensamiento creativo: en ningún país participante los niños superaron a las niñas, pero en Chile, México y Perú las diferencias de rendimiento entre niños y niñas no fueron estadísticamente significativas, dice Graciela Rojas.

“En casi todos los países y economías, las niñas tuvieron un desempeño igual o superior al de los niños. La única excepción es México, donde los niños tuvieron más éxito que las niñas en tareas de resolución de problemas científicos”, refiere.

Para Graciela Rojas es necesario que se desarrollen competencias como el pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, comunicación, colaboración, alfabetización de datos, alfabetización digital y ciencias computacionales desde edades tempranas.

La especialista considera que la prueba PISA es una buena herramienta para saber en dónde nos encontramos como sociedad en términos educativos. “No es una sentencia final y tampoco debemos considerarlo una crítica, sino como un diagnóstico para mejorar, pues estamos claros que lo que no se mide no se puede mejorar”.

Y en ese tenor, subraya la importancia de seguirse midiendo a través de pruebas como esta, así como continuar el impulso de los campos disciplinarios STEM y el trabajo por proyectos.

No hay que inventar el hilo negro

Fernanda Domínguez, coordinadora de Educación del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en primera instancia, destaca la metodología que utilizó la OCDE, fue interesante porque ¿cómo se mide la creatividad? Pero más allá de eso es importante que se ponga sobre la mesa este tema y, sobre todo, como una habilidad.

“No estamos considerando creatividad el colorear o de ser un músico que compone, sino esa creatividad de pensamiento”, reflexiona.

Para la especialista, más allá de los resultados de PISA, los mexicanos poseen mucha creatividad. “Yo creo que sólo falta detonar esa habilidad”.

Lo que vemos, agrega, es que los países que salen mejor evaluados son lo que dentro de su sistema educativo tienen a la creatividad como un eje transversal. “Esta habilidad está dentro del plan de estudios en todas las materias, en matemáticas, en ciencias, en arte, en absolutamente todas las clases”.

Estos países son Dinamarca, Islandia, Corea del Sur, y no es sorpresa que les vaya bien y que sean los primeros en todo. “No queramos inventar el hilo negro, ya sabemos lo que está funcionando, si bien, no va a funcionar exactamente igual en México, pero podemos ser capaces de adaptar políticas educativas que están funcionando y aplicarlas aquí”.

Definitivamente, considera, se necesita impulsar el pensamiento creativo en México, porque genera más emprendedores, más resolución de problemas, de conflictos sociales, te hace ver el mundo de una manera muy diferente.

“Creo que la verdad no lo teníamos mapeado y los resultados y la interpretación sí me sorprendió bastante. Un dato que yo rescato es que tenemos la brecha de género más chica. Yo dije, ¡qué buena noticia! Pero luego, vi que, en todos los países evaluados, las niñas son mucho más creativas que los niños y en México salen exactamente igual de mal niños y niñas”, advierte.

Por su parte, Graciela Rojas concluye con el mensaje de los resultados es seguir trabajando para que más personas se interesen por desarrollar su creatividad, como ella lo hace desde la ONG.