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Capital Humano

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¿Qué es el “job crafting” y por qué es útil en ambientes laborales adversos?

Este método consiste en identificar el vínculo que tenemos con nuestro empleo, ya sea económico, de carrera o vocacional, y definir nuestros valores para poner límites. Por último, darle espacio a la proactividad en nuestras tareas y relaciones, así como en el significado que le damos a nuestra vida laboral.

Foto: EspecialShutterstock

Hace 22 años, las investigadoras Amy Wrzesniewski y Jane E. Dutton, de las universidades de Nueva York y de Michigan respectivamente, publicaban un estudio en el que proponían un método de trabajo que no ha perdido vigencia: el job crafting

La columna vertebral de esa técnica es la proactividad, sin embargo, tomar activamente el control de lo que sucede en nuestro trabajo cuando vivimos entornos laborales violentos y precarios no es tan sencillo.

Nora Taboada, psicóloga organizacional dedicada al desarrollo de líderes en diferentes organizaciones e instituciones, afirma que este método también puede aplicarse en contextos laborales adversos y que no es sólo para personas con altos cargos, sino también para quienes están en la base.

“Proponemos que los empleados elaboren sus trabajos cambiando los límites cognitivos de las tareas”, escribieron en 2001 Wrzesniewski y Dutton en la introducción del reporte de su investigación Artesanía de un trabajo: Revisión de los empleados como artesanos activos de su trabajo.

Alterar la manera en la que se configuran mentalmente las tareas y las relaciones “cambia el diseño y el entorno social del trabajo. Lo que, a su vez, altera los significados y la identidad” del empleo, sostuvieron en aquel informe de hace más de dos décadas.

En 2020 publicaron los resultados del seguimiento que le han dado a su método diversos trabajadores y trabajadoras. Encontraron que los principios del job crafting siguen siendo relevantes en un mundo laboral que ha cambiado. Para ellas, más que nunca “es el individuo quien tiene la responsabilidad” en la experiencia y el compromiso con su trabajo.

Aunque su propuesta se acerca a los postulados del individualismo metodológico —pensamiento inserto en la economía neoliberal, el cual sostiene que las diferentes situaciones vividas en una sociedad se deben a la elección racional que toma cada persona—, para Nora Taboada el job crafting puede ayudar a quienes trabajan en ambientes violentos.

¿Qué vinculo tienes con tu trabajo?

El job crafting puede traducirse como el diseño del trabajo. La palabra crafting hace alusión a lo artesanal, a crear algo con nuestras manos, es decir, a construir y darle forma una vida laboral según las habilidades que cada quien tenga.

“Es una técnica que se usa para que los trabajadores se empoderen y hagan su trabajo de manera más estimulante a nivel emocional y más significativo a nivel psicológico” y de esa manera “sea más satisfactorio”, explica Nora Taboada.

Consiste en tomar pasos proactivos en el trabajo en tres niveles:

  1. Tareas asignadas
  2. Relaciones interpersonales
  3. Significado o percepción sobre el trabajo

“Las investigaciones dicen que la proactividad es la parte fundamental para que esto funcione, porque en el job crafting tú diseñas el trabajo con base en tus intereses, tus fortalezas y tus pasiones a un nivel profundo. Si no eres tú quien realiza el proceso, si no te apoderas de él, no funciona”, apunta Taboada.

Para comenzar a implementar esta técnica hay que identificar el vínculo que tenemos con nuestro trabajo. Según Wrzesniewski y Dutton hay tres diferentes. El primero es que “mucha gente ve su empleo como un medio para sobrevivir, para ganar dinero”, explica Nora Taboada.

Las condiciones de desigualdad en el país, debido a la inequitativa repartición de la riqueza y a la discriminación histórica de distintos grupos, le dejan poco margen a millones de personas para vivir su empleo de otra manera que no sea para sobrevivir.

El 44% de la población está en pobreza por la carencia de seis diferentes necesidades sociales: educación, servicios salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos en la vivienda y alimentación, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Además, los ingresos provenientes de una fuente de empleo del 37.7% de la población del país son insuficientes para adquirir una canasta básica (pobreza laboral).

El segundo vínculo con el empleo es mirarlo “como carrera, como esta sucesión de éxitos y de méritos”, dice Taboada. La tercera y última forma de vivirlo es como una vocación.

Este último vínculo es el que más satisfacciones emocionales puede provocar, pues al hacer el trabajo por vocación “imprimes más de ti, de lo que eres como persona y dejas una huella mucho más profunda y eso te provoca un sentido de trascendencia”, dice la especialista.

Poner en práctica la proactividad

En México, muchas empresas tienen ambientes laborales violentos, reconoce Nora Taboada. Una manera de hacerle frente, considera, es este método de trabajo, porque “el job crafting te incita a que ejerzas tu autonomía, autogestión, tu proactividad”.

Según la coach “en tu metro cuadrado de la organización pregúntate por qué estás trabajando ahí y cómo puedes rehacer tu trabajo y rediseñarlo para que sea más significativo. Se puede hacer, pero necesitas practicar mucho y echar mano de tu capital psicológico”, donde se encuentra la autoeficacia, es decir, “la confianza en ti mismo y en tus propios recursos independientemente del ambiente laboral donde estés”.

Diseñar un trabajo “alrededor de lo que soy, de lo que me gusta e importa” es más energizante, sostiene. Entonces, después de ubicar qué tipo de vínculo tenemos con el trabajo hay que detectar nuestras fortalezas, “lo que haces muy bien y te distingue”. Luego, definir tus valores personales. Esto ayuda a aceptar o rechazar proyectos según se alineen o no con tus virtudes.

Después de eso ha llegado el tiempo de ejercer conscientemente la proactividad en las tareas. Es decir, realizar aquellas que no necesariamente “son parte de tu trabajo, pero sí son parte de ti” o lo que te gusta hacer.

El segundo nivel de proactividad es en las relaciones interpersonales, siendo más sociable con las personas en el ámbito laboral, dice. El tercero es el significado del trabajo, “o sea, sentirse parte de algo más grande, encontrar qué significa el trabajo en tu vida”.

Todo esto tiene un impacto positivo para llegar a las metas que cada persona se plantee, sostiene. “Quizá no vamos a cambiar el mundo, pero sí podemos dejar un legado, un impacto positivo”.

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