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Salud mental y trabajo: Claves para identificar cuándo buscar ayuda psicológica

A medida que las condiciones laborales se vuelven más desafiantes, es esencial que las personas sepan identificar las señales que indican que es buen momento de solicitar apoyo profesional para atender su salud mental.

Ilustración EE: Nayelly Tenorio

Su cuerpo pesado se expande en cada respiración. El tigre avanza prudente e infalible, va por su presa, que eres tú. Sientes cómo se tensa tu mandíbula, tus músculos se han contraído para salir corriendo pronto, aunque tu sangre ya comenzó una carrera de velocidad.

Pero “el tigre es tu jefe, tu trabajo, la mala cultura organizacional, la imposibilidad de desconectarte”, dice Carmen Amezcua, especialista en Psiquiatría Integrativa. Una gran cantidad de adrenalina y cortisol desperdiciada.

Los entornos laborales tóxicos despiertan este mecanismo, apunta, agotando nuestro cuerpo y mente, y generando otros malestares físicos que hay que saber identificar. El Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora el 10 de octubre de cada año es una buena oportunidad para hablar sobre el desafío de este tema en el trabajo.

Es un tema vital. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2017 y 2022, la tasa de muertes por suicidio en México aumentó de 5.3 a 6.3 casos por cada 100,000 habitantes.

Mientras en 2017 se consumaron 6,494 suicidios, en 2022 el número de casos aumentó a 8,123. El 44% de las personas que se quitaron la vida tenía entre 20 y 39 años, edades en las que muchas personas comienzan a laborar y otras deberían estar avanzando en su carrera.

Probablemente muchas de esas personas se llenaron de granos o les brotó una alergia “y fueron al dermatólogo, no al psiquiatra. ¿Qué pasa cuando tienes colitis o gastritis? Pues vas con el gastroenterólogo”, dice la doctora Carmen Amezcua en entrevista.

La depresión, el síndrome de burnout, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático (TEPT) tienen características “que parecen todo menos algo mental”, agrega. Sobre todo, cuando lo que lo provoca son las condiciones laborales, ya sea por un ambiente violento, salarios bajos o ambas situaciones.

Depresión, la enfermedad más discapacitante

Según los últimos datos el Inegi, el 16% de las mujeres y el 9% de los hombres mayores de 18 años de edad reconocieron estar pasando por depresión. Esta enfermedad es la más discapacitante, por encima de todos los tipos de cánceres, apunta la doctora Carmen Amezcua, quien es parte del comité de especialista en la Secretaría de Salud (SSa) para el manejo de cannabis de uso médico.

Por eso, la depresión “no es reconocida por ningún seguro de gastos médicos ni privados ni gubernamentales”. No hay institución privada o pública que se haga cargo del costo que esta enfermedad genera. Quienes los asumen son las mismas personas que la padecen.

Este año, el Día Mundial de la Salud Mental está dedicado a crear conciencia “y defenderla como un derecho humano universal”, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Todo el mundo debería tener derecho a vivir una vida con dignidad, equidad, igualdad y respeto, y esto incluye a las personas con problemas de salud mental. Sin embargo, en la región de las Américas continúan persistiendo el estigma, la discriminación y las violaciones de derechos humanos”, apunta la institución.

El estigma se pone sobre las personas que buscan ayuda y en las disciplinas que se encargan de la salud mental, como la psicología y la psiquiatría.

Pero, “a medida que la necesidad ha sido más fuerte”, los prejuicios sobre la psiquiatría han disminuido, considera Carmen Amezcua. “Imagínate, el 75% de los empleados en México padece burnout, de ellos, el 80% van a requerir un apoyo terapéutico, ya sea de un psiquiatra o psicólogo”.

El gobierno federal se dio cuenta de que esta situación era insostenible, agrega, “por eso volteó a ver a las empresas” y creó la NOM-035 sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo

Pero es importante que también las personas trabajadoras identifiquen las alertas que su cuerpo les envía para atenderse psicológica o psiquiátricamente, apunta.

Señales de un padecimiento mental

El cansancio es una señal, explica la especialista en Psiquiatría Integral. “La fatiga crónica sucede por un estrés crónico, el cual libera principalmente dos sustancias en nuestro cuerpo: la adrenalina, o noradrenalina, y el cortisol”. Éstas “intoxican” el cuerpo.

Si esa intoxicación sucede a diario y por un tiempo prolongado, “comienzas a sentirte abatido”. Así que el cansancio crónico puede ser una importante señal de alarma para atender la salud mental, advierte.

La adrenalina aumenta el latido del corazón, lo que, con el tiempo, puede provocar hipertensión, señala. El tratamiento farmacéutico para esa enfermedad, así como una buena alimentación no deben sustituirse, pero este padecimiento puede ser consecuencia de una deficiente salud mental.

El insomnio es otro indicador muy potente de algún problema de salud mental. Y de éste derivan la obesidad, enfermedades autoinmunes y fatiga crónica. La falta de concentración, el pensamiento lento o confuso son otra señales.

“La colitis y la gastritis vienen también del cansancio y el estrés no manejado. Todos estos síntomas llegan a confundir a los trabajadores y buscan otros especialistas que atacan la sintomatología, pero no la ansiedad o el burnout”.

El diagnóstico no es fácil, dice, puede pasar mucho tiempo para que a las personas les detecten alguna condición mental, sobre todo si no acuden con alguien especialista en la materia.

“Entre tanto, la gente ya renunció, ya fueron congelados en el puesto, fueron humillados por no poderse concentrar o porque hacen apenas el mínimo esfuerzo. No, las empresas no deben dejar que eso pase, antes pueden crear entornos laborales sanos” y apoyar a las personas que están luchando por su salud mental, concluye.

El enfoque de la Psiquiatría Integrativa

La Psiquiatría Integrativa se basa en cuatro pilares, explica la doctora Carmen Amezcua. El primero es el espíritu, que no tiene que ver con religión, sino cuál es el motivo para vivir de cada persona.

El segundo es la mente: “Lo que yo pienso, lo actúo”, hay que modificar el pensamiento para poder cuidarnos en entornos adverso.

En tercer lugar está es el uso de herbolaria indígena: plantas con terpenos y flavonoides o psicodélicas para la salud mental, las cuales se han usado desde hace miles de años, pero que actualmente están desvalorizadas, “en psiquiatría lo vamos a observar con cada vez mayor énfasis”.

Y, por último, el cuarto pilar es el estilo de vida: dormir y comer bien y tener conductas relacionales lo más sanas posibles. Todo esto se consigue con la ayuda de diferentes disciplinas y abordajes, de ahí el concepto como “integrativa”.

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