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Capital Humano

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Sindicatos apostarán por reducción de la jornada laboral sin esquema de transición

Para disminuir la jornada laboral y establecer como mínimo dos días de descanso a la semana se requiere reformar la Constitución. Para ello se necesita de una mayoría calificada en el Congreso, así que el voto del PRI podría ser decisivo.

Tereso Medina, secretario general adjunto de la CTM. Foto EE: Hugo Salazar

Ante el debate sobre la reducción de la jornada laboral, el diputado federal del PRI y uno de los líderes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Tereso Medina, señaló que su bancada no propondrá modificaciones al proyecto de reforma constitucional que busca disminuir el horario de trabajo de 48 a 40 horas semanales.

Este lunes, en la Cámara de Diputados, dará inicio el Parlamento Abierto para ampliar la discusión del tema a la opinión de la representación obrera, patronal, de la academia y de la sociedad civil.

El dictamen para reformar el artículo 123 de la Constitución fue aprobado en abril pasado en la Comisión de Puntos Constitucionales. Pero, ante la inconformidad del PAN y del sector empresarial, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) decidió no pasar todavía el dictamen al pleno y convocar este foro.

“No propondremos ninguna modificación al dictamen, porque sería como quitar el derecho a la expresión de todas las ideas que van a ponerse en la mesa en el Parlamento Abierto”, dijo en entrevista Tereso Medina al término de su participación en el VI Congreso Latinoamericano del Instituto Latinoamericano de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social (Iltras).

Tereso Medina es parte del grupo de trabajo, creado por la Jucopo, que organizará el Parlamento Abierto. “No quiero imponer mi razón, estoy con la mente abierta a escuchar a todos los sectores del mundo del trabajo. Una vez que los escuchemos, el equipo plural podrá discernir, opinar y quizá enriquecer las propuestas con base en lo que se dijo en el parlamento”, apuntó.

En la Comisión de Puntos Constitucionales, la bancada del PRI, a la que pertenece Tereso Medina, votó a favor de esta reforma propuesta por la diputada Susana Prieto (Morena). Para que sea avalada por el pleno de la Cámara, se requiere de una mayoría calificada, la cual se podría alcanzar con el voto de este partido.

Disminuir la jornada, una demanda histórica

México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde más se trabaja. Con un promedio de 2,137 horas laborales al año por persona, queda muy por encima de las 1,726 horas promedio de la agrupación.

“Esta reforma no puede aplazarse más”, sostuvo Tereso Medina. “Ésta es una demanda añeja”, que la CTM planteó desde 1973, hace 50 años, aseguró.

“Fidel Velázquez (secretario general de la CTM de 1950 a 1997) defendió la posibilidad de que los trabajadores mexicanos accedieran a una jornada más reducida y planteaba que fuera de 40 horas a la semana”.

Sin embargo, en todo este tiempo no se impulsó con mayor fuerza esta reforma y “seguramente hubo factores que impidieron el avance. Pero quizá ahora esos factores ya no están presentes, pero lo están otros”, reconoció el priista.

“La propuesta actual, así como mandaron las iniciativas, sin estudios, sin consultas a expertos, podría ser desastroso para los verdaderos trabajadores y generadores de riqueza del país”, expresó Francisco Javier Ruiz López, presidente del Comité de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Digital.

En el artículo titulado “La falacia de las jornadas laborales más cortas” publicado en el periódico El Sol de México, Ruiz López recurre al viejo argumento: “Esto podría llevar a la pérdida de empleos y un aumento en la informalidad, afectando a millones de trabajadores y sus familias”.

Sobre la oposición del sector empresarial a la reforma, el diputado Manuel Baldenebro (Morena), presidente de la Comisión de Trabajo en San Lázaro, señala: “De todas las reformas (laborales) en estas dos últimas legislaturas, nunca he escuchado que los patrones estén de acuerdo. Cada vez que proponemos un cambio dicen que se va a acabar México y, bueno, no se ha acabado y seguimos avanzando tanto así, que los ojos del mundo están puestos en nuestro país”.

Votos necesarios para la reforma

Para que la reforma avance, explica Baldenebro en entrevista, se necesita del apoyo de la oposición. “Es un cambio constitucional, necesitamos mayoría calificada y me queda claro que la Coalición Juntos Haremos Historia no la tenemos. Necesitamos de la participación de todos, entonces, los empresarios pues van a ser escuchados”.

La mayoría calificada es el voto de las dos terceras partes de las diputadas y los diputados presentes en la sesión. Actualmente, Morena tiene el 40.2% de las curules; el PT, 6.6%, y el PVEM, 8.2 por ciento. Suman el 55 por ciento.

Con el voto del PRI, que tiene el 13.8% de las curules, llegarían a cerca del 70 por ciento. Movimiento Ciudadano también logró integrar una propuesta en el mismo sentido: disminuir de 48 a 40 horas semanales la jornada laboral, así que es probable que vote a favor.

Por el momento, Tereso Medina ha comprometido el voto de su bancada: “El PRI, en lo general, y en lo particular, no va a estar nunca en contra de los derechos laborales de los trabajadores”, dijo a El Economista.

La necesidad de escuchar a las pymes

“La productividad tiene que verse desde el punto de vista humano. Un trabajador con más días de descanso, con mayor integración con su familia y mayor pertenencia a una comunidad puede ser un trabajador que dé mejores resultados”, señaló Tereso Medina.

Pero, “recordemos que las pymes representan el 80% de los empleos del país, entonces la reforma tiene que tener un sentido de defensa de un derecho, sí. Pero también tenemos que preocuparnos por las pymes”.

Por ello, expresó el también secretario de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, “sin entrar en un tema de filosofía, sino de responsabilidad”, el Parlamento Abierto representa una oportunidad para incidir en ese punto. “Las aportaciones que presenten contribuirán a tener una reforma que le quede a México”.

El Parlamento Abierto no es una estrategia para alargar la discusión de establecer como obligatorios dos días de descanso semanales para todas las personas trabajadoras, apuntó Baldenebro. “Hay que mirarlo con madurez, este cambio va a llegar; si no es ahora, va a ser después, pero llegará”.

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