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Caso de hostigamiento a Jennifer Hermoso: una gran lección para México

La celebración del título Mundial Femenil en España se opacó dentro de su propia casa, por la conducta abusiva de Luis Rubiales, presidente de la Federación hacia la delantera de la Selección. Lo que ocurrió es una alerta a microescala en el mundo sobre los temas pendientes de acoso y hostigamiento sexual. En México hay vacíos en el tema.

La visibilidad que permite una Copa del Mundo hizo posible mirar que hasta una selección campeona no está exenta de conductas de abuso de poder. El beso forzado del Presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales a Jennifer Hermoso durante la premiación de las jugadoras es un hecho que exhibió la pobre reacción de las autoridades del futbol para castigar de inmediato el acoso y hostigamiento. No han sido suficientes tres días después de lo ocurrido para ver una medida ejemplar, que no solo cimbre a España, sino muestre al mundo que sí existen consecuencias.

¿En México se está listo para actuar? ¿Qué análisis se hace desde el presente del fútbol femenil de nuestro país?

“Hay muchas lecciones que puede tomar no únicamente México, nos habla del abuso de poder de hombres que se sienten impunes y no entienden que las reglas del juego no las marcan ellos de acuerdo a su brújula moral, sino ya están enmarcadas, porque siempre existe el tema de decir que ‘no fue tan malo’, o decir que ‘es un buen tipo’ y estas reglas son en el contexto de la lectura que le dan ellos”, explica a El Economista, Marion Reimers, analista de futbol en TNT Sports México y cronista deportivo.

El futbol femenil mexicano camina tarde en su capacidad de prevención, tratamiento y reparación del daño. Apenas en julio pasado se lanzó el primer Protocolo “Modelo” para prevenir y sancionar el acoso y hostigamiento sexual y otras formas de discriminación en el ámbito laboral y deportivo del futbol. Pero es eso, un “modelo” y se lanzó seis años después de crearse la Liga MX Femenil.

“Es otra llamada de atención para que existan protocolos para proteger a las futbolistas. Y que aquellos que ya existen sean aplicados como no se hizo en el caso Scarlett Camberos (ex jugadora del América) con consecuencias reales ante el abuso de poder, acoso y comportamientos inapropiados. Creo que -ante la presión- la RFEF tomará una determinación sin precedentes y eso debe quedar como un antecedente claro para la Federación Mexicana de Futbol, para evitar casos así. Por otra parte, esto no debe quedar como responsabilidad única de la Federación sino también de los clubes, de las instituciones de contar con protocolos y directivos con perspectiva de género”, respondió a este diario Majo González, narradora de fútbol en TNT Sports México y HBO Max Latinoamérica.

marisol.rojas@eleconomista.mx

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